Guayacán es el nombre común con el que se conoce a varias especies de árboles nativos de América, pertenecientes a los géneros Tabebuia, Caesalpinia, Guaiacum y Porlieria. Todas las especies de guayacán se caracterizan por poseer una madera muy dura. Es justamente por esa característica que reciben el nombre de guayacán, aun cuando no guarden relación de parentesco entre sí.

viernes, 17 de julio de 2015

Cuba muestra en ONU logros en la atención al adulto mayor

Sr. Presidente:

Cuba concede gran importancia a la discusión del tema del envejecimiento en Naciones Unidas, y al papel desarrollado por este Grupo de Trabajo desde su creación. En este sentido, reconocemos la valiosa labor de Argentina que lo ha presidido en sus cuatro sesiones.

En la actualidad la población de adultos mayores en Cuba está conformada por 2 140 738 personas. De ellas 1 006 368 son hombres (47.0 %)  y  1 134 370  son mujeres (53.0 %). Como perspectiva, entre el año 2011 y el 2025 la población de Cuba habrá disminuido en valores absolutos, en algo más de 203 111 personas.

La edad promedio pasará de 38 años a alrededor de 44 años. Casi el 26 % de su población tendrá 60 años y más, con un elevado crecimiento absoluto de los 80 años y más. Se estima que en el año 2030, en Cuba haya 3,3 millones de personas de 60 años y más. Por tal razón, nuestro país ha convertido la atención al adulto mayor en una prioridad, y realiza un trabajo multidisciplinario e intersectorial para garantizar la calidad de vida de este sector de la población.

Sr. Presidente:

Gracias a políticas públicas y programas sociales de gran impacto, la calidad de vida del pueblo cubano se ha elevado considerablemente durante el último medio siglo. Las garantías que ofrecen un acceso universal y gratuito a los servicios de atención médica, los altos niveles de instrucción alcanzados por los cubanos, así como los programas de saneamiento urbano y salubridad, han permitido elevar la esperanza de vida en Cuba a índices privativos de los Estados más desarrollados. Esta realidad ha sido posible gracias a la voluntad política del Gobierno Revolucionario y a los esfuerzos de todo nuestro pueblo.

Por otro lado, los significativos avances de Cuba en la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer han reducido los niveles de natalidad en nuestro país, sobre todo en edades tempranas. El acceso irrestricto de las mujeres cubanas a niveles superiores de educación; su inserción en el mercado laboral en igual condición que los hombres; los programas de salud sexual y salud reproductiva; la planificación familiar de que pueden disfrutar; los niveles de independencia económica que alcanzan, entre otros, son factores que han reducido los nacimientos en el país.

A pesar de constituir logros indiscutibles de la Revolución Cubana, la combinación de estos factores ha afectado, no solo el tamaño y el ritmo de crecimiento de la población, sino también, su estructura por edades, dando lugar a un proceso de envejecimiento.

Esta realidad supone importantes retos que Cuba deberá enfrentar, en particular en materia de atención a las necesidades del adulto mayor, los servicios médicos especializados, los programas de asistencia y seguridad social, las estrategias de divulgación para promover la protección y respeto de los derechos de estas personas, y garantizar su plena inclusión social. Sin lugar a dudas, Cuba enfrentará estos desafíos con el mismo espíritu profundamente humanista, poniendo al ser humano en el eje de la gestión pública de los esfuerzos estatales.

Sr. Presidente:

Cuba considera que deben fortalecerse los programas y estrategias para la cooperación internacional y transferencia de recursos, tecnologías y conocimientos hacia los países en desarrollo, con el objetivo de complementar y reforzar sus capacidades nacionales en materia de desarrollo social, particularmente enfocado en la cuestión del envejecimiento.

La comunidad internacional debe centrar sus esfuerzos para que los derechos humanos sigan siendo respetados en la vejez, en un ambiente que potencie todas las capacidades, autonomía e independencia de los individuos, así como la solidaridad intergeneracional y la responsabilidad compartida de la familia, la comunidad y el Estado. Sin duda alguna los adultos mayores deben ser un sector de atención en las estrategias de desarrollo y de reducción de la pobreza.

Sr. Presidente:

Cuba apoya los esfuerzos encaminados a elaborar un instrumento jurídico internacional con carácter vinculante, amplio e integral para promover y proteger los derechos y la dignidad de las personas de edad.

Si bien los Planes de Acción Internacionales sobre el Envejecimiento constituyen una base política en el ámbito internacional y en ellos se proponen directrices sobre las maneras en que la comunidad internacional puede enfrentar los retos del envejecimiento, el  reconocimiento de ciertos derechos y obligaciones en un instrumento internacional especifico, transformaría las aspiraciones en una obligación y compromiso legal y haría que las cuestiones de su observancia adquirieran legítimo interés para la acción internacional.

Cuba considera que una Convención sobre los derechos de los adultos mayores permitiría tratar con mayor profundidad y amplitud determinadas esferas que no están suficientemente abordadas en las normas actuales, incluidas las que figuran en las convenciones de derechos humanos de las Naciones Unidas y las desarrolladas por la práctica de los órganos de tratados de derechos humanos, lo que también quedó demostrado en la reciente compilación sobre el tema elaborada por la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos.

Se impone partir del reconocimiento de derechos tales como el respeto a la dignidad humana; el derecho a la igualdad y a la no discriminación; la alimentación; el derecho a la vida, el derecho a la integridad física, psíquica y emocional y a un trato digno; el derecho de propiedad, que comprende vivienda o alojamiento; el acceso a servicios de salud y asistencia social; derecho a la información, educación, cultura, recreación y deporte; oportunidades de participación y convivencia; pensiones y seguridad social, y oportunidades de trabajo según posibilidades y/o aptitudes, los derechos de las mujeres de edad, los derechos de los ancianos de las poblaciones indígenas,  entre otros.

Sr. Presidente:

La realidad nos impone la necesidad de tomar acciones. Los países en vías de desarrollo estamos en peores condiciones que las naciones desarrolladas para atender adecuadamente a las poblaciones envejecidas, como consecuencia de su condición subdesarrollada, producto de un orden económico internacional injusto y moralmente insostenible. Cuba considera que los millonarios recursos que se destinan al gasto militar global deberían dirigirse al desarrollo económico y social de los países en desarrollo, incluido el envejecimiento de la población.

Resulta sin duda alguna un imperativo la creación de condiciones para lograr un envejecimiento con dignidad.

Muchas gracias

Nueva York, 14 de julio de 2015

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