Guayacán es el nombre común con el que se conoce a varias especies de árboles nativos de América, pertenecientes a los géneros Tabebuia, Caesalpinia, Guaiacum y Porlieria. Todas las especies de guayacán se caracterizan por poseer una madera muy dura. Es justamente por esa característica que reciben el nombre de guayacán, aun cuando no guarden relación de parentesco entre sí.

viernes, 25 de septiembre de 2015

A la hora que me llamen voy

Cándido Fabré. Foto: Amauris Betancourt Gómez
BAYAMO, Granma.—Notorio im­provisador y uno de los compositores más prolíferos de la Isla, Cándido Fabré cuenta, en más de tres décadas y media de carrera, con una cifra superior a los 2 000 temas creados, los cuales han recorrido el mundo no solo por medio de su voz, sino versionados por grandes como Os­car de León, José Alberto “El Ca­nario”, Juan Formell, y Adalberto Ál­varez.
Sin embargo, lo que verdaderamente hace especial a Fabré es la capacidad que tiene de adueñarse de las veladas, sobre todo, en fiestas populares. Como po­cos, comienza a tocar a la medianoche y saluda el amanecer.
—¿Cómo logra, con más de cinco décadas, man­tenerse tantas horas en el escenario y atrapar la atención del público?
—Lo principal es que amo lo que hago, y eso se lo transmito al público. A pesar del indiscutible desgaste físico derivado del almanaque, me entrego en cada presentación, como si fuera la primera vez. También esa resistencia en el escenario ha sido propicia por la vida saludable que llevo, porque me gusta hacer ejercicios, y no bebo, ni fumo, en fin, mi único vicio es la música.
“En cuanto a lo de captar la atención del público se debe, en gran medida, a la interrelación que logro con la gente, sobre todo por la improvisación”.
—¿Qué surge primero, el Fabré cantante o el improvisador?
—Soy un creador que improvisa, no un improvisador que crea. Nací con el alma musical. A los siete años comencé a hacer mis primeras canciones y al cabo de 56 veranos, ese arte constituye el centro de mi universo.
—Fue en La Original de Man­zanillo donde se dio a conocer na­cional e internacionalmente.¿Có­mo recuerda esa etapa?
—Fue una época inolvidable. A La Original de Manzanillo le debo los primeros grandes triunfos de mi carrera artística. Cuando me sumé a la agrupación, esta ya acumulaba 20 años de éxitos, y era querida por la gracia de su sonoridad y de sus contagiosos estribillos. Entre las grandes cosas que le agradezco, no solo está haberme servido de plataforma para lanzar mi carrera artística. También con esa agrupación grabé siete discos, y aunque ya era un colectivo con figuras establecidas, pude impregnarle mi estilo.
—¿Por qué dejar una orquesta ya consolidada para apostar por un nuevo proyecto?
—En la vida hay que correr riesgos para triunfar. La banda debutó el 19 de octubre de 1993 en Ba­yamo, y desde entonces ha marcado un giro im­portante en mi carrera musical, que va acu­mu­lando éxitos y seguidores a diario.
—¿Se siente entonces un artista realizado?
—Sí. Faltan cosas aún por conseguir, pero gracias a Dios el mundo conoce a Fabré, sobre todo los amantes del son, la salsa, y de la  música cubana en general, aunque mis frutos no sean tan promocionados en la radio o la televisión nacional, posibilidad que sí tienen otros artistas. Tampoco soy de los que entrevistan con frecuencia en me­dios informativos nacionales, pero igual tengo lo más importante que es el reconocimiento del pú­blico. Lo mejor es que para triunfar no necesité una cara bonita o un cuerpo atlético, características que hoy en día abren muchas puertas.
—¿Cuál considera su mayor logro?
—Tener visión al escoger los temas de mis canciones, ser certero, dar en el gusto popular. Ello me ha permitido seguir siendo arrollador de multitudes tras 36 años de vida artística, y hacerlo sin re­nunciar a mi identidad, desde este rincón del oriente cubano, ubicado a más de 700 kilómetros de la capital del país.
—¿Cómo se siente, santiaguero o granmense?
—Aunque llevo 32 años viviendo en Granma, nací el 20 de septiembre de 1959 en el municipio santiaguero de San Luis y a mucha honra. Soy santiaguero de nacimiento y granmense de corazón.
—¿Dónde el público podrá disfrutar con Fa­bré en los próximos días?
—El 4 de octubre próximo estaremos ofreciendo un concierto en el teatro Mella, de La Ha­bana.
—¿Seguirá Fabré cumpliendo con esas máxima de: “A la hora que me llamen voy” que predica en uno de sus grandes éxitos?
—Seguro. A la hora que el pueblo quiera estaré  en el escenario, así que seguiré adueñándome de las noches de muchos cubanos. Todavía hay Fabré pa´rato.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...