Guayacán es el nombre común con el que se conoce a varias especies de árboles nativos de América, pertenecientes a los géneros Tabebuia, Caesalpinia, Guaiacum y Porlieria. Todas las especies de guayacán se caracterizan por poseer una madera muy dura. Es justamente por esa característica que reciben el nombre de guayacán, aun cuando no guarden relación de parentesco entre sí.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Más falacias contra #Cuba



Por Arthur González.
Desde que triunfó la Revolución en 1959, la CIA fomentó el enfrentamiento de la iglesia al nuevo Gobierno, al considerarlo comunista y por tanto exigió del catolicismo una posición particularmente efectiva para que se opusiera a las medidas que se tomaban a favor del pueblo.
Esto quedó reflejado en un informe elaborado por la Embajada de Estados Unidos en La Habana, el 14 de abril de 1959, firmado por el Embajador y el Ministro Consejero de esa Misión diplomática.
Como resultado de las presiones, el Cardenal de Cuba, Manuel Arteaga, “casualmente” celebró en diciembre de ese mismo año el primer Congreso Católico de Cuba de toda la historia, el cual culminó con una misa pública en la actual Plaza de la Revolución, con el objetivo de agrupar fuerzas contra el proceso revolucionario, algo que le fue imposible por el apoyo casi total del pueblo a Fidel Castro, quien convocó al Consejo de Ministros a participar en la misma, como demostración de buena voluntad hacia la iglesia.
No obstante, en octubre de 1960 la CIA organizó la tenebrosa Operación Peter Pan, mediante el engaño de que el gobierno revolucionario privaría de la patria potestad a los padres. En plena coordinación con la iglesia católica cubana y miamense, sacaron de la isla a 14 mil 48 niños sin acompañantes, algo insólito y solo igualado con las acciones de los nazis contra los judíos durante la 2da guerra mundial.

Así comenzaron los problemas y no precisamente por causa de la Revolución, aunque algunos pretendan tergiversar la historia.
En las homilías los sacerdotes estimulaban las posiciones contra el proceso, editaban propagandas contrarrevolucionarias, escondían armas y a elementos terroristas, sin embargo, el Gobierno no cerró ningún templo, convento u orden religiosa, ni se les prohibió vestir con sotanas fuera de las iglesias, como se hizo durante la revolución mexicana.
En 1961 al declararse el carácter gratuito de toda la enseñanza, se intervinieron las escuelas privadas, muchas de las cuales eran propiedad de la iglesia, medida que no estaba dirigida contra esa institución sino contra el sistema imperante hasta esa fecha que solo favorecía a las clases pudientes del país.
Las relaciones pasaron un período de tensión debido a las posiciones recalcitrantes que asumió la Iglesia Católica en favor de Estados Unidos, situación que fue mejorando paulatinamente hasta que en 1989 volvieron a tensarse, a partir de varias pastorales con posiciones políticas en plena concordancia con las del gobierno de Ronald Reagan y su Programa Democracia, para desmontar el socialismo europeo y en Cuba.
Al no caer la Revolución como ficha de dominó, se produjo una mejoría en las relaciones Iglesia Estado y a la vez desde Estados Unidos comenzaron a llegar a la isla nuevas iglesias protestantes, con el ánimo de ganar espacios en las zonas rurales y barrios populares, para lo cual aportaron cientos de miles de dólares en la construcción de templos y casas culto.
Aprovechando la fuerte crisis económica que atravesaba la Revolución cubana por la caída del socialismo europeo y la desintegración de la URSS, mercado tradicional para la importación y exportación del 85 % del comercio del país, esos nuevos movimientos religiosos, inexistente hasta entonces en Cuba, inician una ofensiva para captar adeptos, entregando ayuda material y financiera.
En ese proceso se inició la edificación de templos sin la debida autorización del Ministerio de la Construcción, a través del Instituto de la Vivienda, por lo cual se multaron e incluso en algunos lugares tuvieron que demoler lo construido, con la misma exigencia que se hace con personas naturales que acometen obras sin la licencia correspondiente, porque las Iglesias también tienen que respetar las leyes.
falso
Ahí empieza la nueva historia de falsedades generada por ciertos movimientos religiosos provenientes de Estados Unidos, como lo es el artículo recientemente publicado por el pastor Manuel A. Morejón, de la iglesia Alianza Cristiana y Misionera, quien de forma irrespetuosa y cometiendo un pecado capital, miente ante la opinión pública al afirmar falazmente que “en estos momentos la iglesia cubana soporta la segunda mayor oleada de represiones en toda su historia”.
En Cuba nunca existió una oleada de represión religiosa y ahora mucho menos.
Prueba de sus invenciones son las visitas de tres Papas a Cuba, algo que nunca ocurrió antes de 1959, a lo que se suman decenas de personalidades religiosas de iglesias cristianas, muchas de ellas con iglesias madres en Estados Unidos que han viajado a La Habana para sostener conversaciones con las más altas esferas gubernamentales.
Mala fe se denota en las palabras del citado pastor el cual festinadamente acude a pasajes bíblicos que no se advienen a la situación cubana.
Otro elemento que demuestra la posición de Cuba a la religión, es la construcción de un nuevo seminario católico hace pocos años, la de varias iglesias católicas y cristianas, la reparación de templos y conventos, además de otras facilidades que se les ofrecen a las iglesias para su trabajo pastoral.
Las iglesias en Cuba trabajan sin ninguna interferencia y se llenan de feligreses cada domingo; religiosos extranjeros que visitan el país lo comprueban personalmente.
El pastor Manuel A. Morejón debería conocer más de leyes porque la calumnia y la acusación falsa, son delitos sancionados en el código penal vigente para todo el que viole lo establecido, sin distención de credos o filiación política.
La Alianza Cristiana y Misionera es una organización conformada por un conjunto de iglesias evangélicas protestantes, unidas en iglesias locales.alianza cristiana
Fue fundada en 1887 por el pastor presbiteriano de origen canadiense, Albert Benjamín Simpson, con la intensión de organizar el trabajo misionero fuera de Estados Unidos.
No fue sino hasta mediados del pasado siglo XX que logró ser reconocida oficialmente como una denominación.
Las oficinas centrales se encuentran en Colorado Springs y antes de 1959 no tenía incidencia en Cuba, lo que dice del interés en la situación actual del país.
La libertad religiosa está garantizada en la isla para todas las creencias, pero lo que no pueden realizar es acciones contrarias a las regulaciones vigentes, ni actividades contrarrevolucionarias como hicieron en el pasado.
Pastores como el mencionado Morejón, solo sirven para incrementar las campañas mediáticas en contra del proceso revolucionario, en plena concordancia con la guerra psicológica estructura desde 1959 por las agencias de inteligencia estadounidenses.
Razón tenía José Martí cuando expresó:
“La pasión es como un manto de teatro; acabada la función deja al desnudo la verdadera naturaleza de los actores”.

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