Guayacán es el nombre común con el que se conoce a varias especies de árboles nativos de América, pertenecientes a los géneros Tabebuia, Caesalpinia, Guaiacum y Porlieria. Todas las especies de guayacán se caracterizan por poseer una madera muy dura. Es justamente por esa característica que reciben el nombre de guayacán, aun cuando no guarden relación de parentesco entre sí.

lunes, 6 de junio de 2016

Una difícil conquista frente a las agresiones

La campaña de alfabetización fue una obra que desde su inicio tuvo que enfrentar la hostilidad de los enemigos de la revolución. Foto: Archivo
A partir de 1868, durante nuestras luchas por la independencia, en el Ejército Liber­tador se apreciaron los primeros esfuerzos por alfabetizar a los mambises. En 1923 Julio Antonio Mella planteó llevar la alfabetización a todo el país y crear la Universidad Popular. A finales de 1953, durante la prisión por los sucesos del Moncada, Fidel Castro organizó la Academia Ideológica Abel Santamaría. En la etapa insurreccional contra la tiranía batistiana, el Ejército Rebelde fomentó la alfabetización de los combatientes y los campesinos. Al triunfo de la Revolución en 1959, la tarea de enseñar a leer y escribir adquirió máxima prioridad en una nación donde había un 23,6 % de analfabetismo.
El 26 de septiembre de 1960, en el XV Periodo de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en Nueva York, nues­tro Comandante en Jefe Fidel Castro se comprometió a erradicar el analfabetismo de Cuba en un año. Muchos no creyeron posible el cumplimiento de esa compleja tarea en tan poco tiempo y frente a tantas agresiones, pero con el apoyo del pueblo la Revolución cumpliría este compromiso, que después continuó adelante con nuevos programas en materia de enseñanza y cultura.
Dos días más tarde, durante una concentración popular frente al Palacio Presidencial para recibir a Fidel a su regreso de la ONU, en una calle aledaña, varios elementos contrarrevolucionarios hicieron explotar tres petardos. En medio de una aclamación popular expresando consignas revolucionarias, Fidel señaló: “¡Por cada petardito que pagan los imperialistas, nosotros creamos cien escuelas en nues­­tros campos! ¡Por cada petardito que pagan los imperialistas, nosotros convertimos un cuartel en una escuela!”.1
En octubre fue creada la Comisión Na­cional de Alfabetización presidida por el mi­nistro de Educación doctor Armando Hart e integrada por Mario Díaz como coordinador nacional, Raúl Ferrer como vicecoordinador, María de los Ángeles Periú en la dirección técnica, Virgilio Gómez en las estadísticas, y Leonte Guerra en las finanzas. Comenzaban a levantarse los cimientos de una obra que trataría de ser frustrada por los enemigos de la Revolución.
En los cines 23 y 12, y La Rampa estallaron dos explosivos que causaron cuantiosos da­ños materiales. Unos días después mediante la Ley No. 890 del Consejo de Ministros pasaron a manos del Estado siete fábricas de papel, una imprenta y 11 cines. Fidel declaró durante una conferencia en el espacio televisivo Ante la Prensa, que ya habían sido cumplidos los objetivos de libertad y justicia social trazados en el Programa del Moncada enunciado en la historia me absolverá, y añadió que la Re­vo­lución entraba en una nueva etapa.
El 19 de octubre el Gobierno norteamericano decretó un “embargo parcial” de sus exportaciones hacia Cuba, pero el Gobierno Revo­lucionario continuó adelante con nuevos programas de desarrollo económico y social. Ese mismo día mediante la Resolución No. 529 del Ministerio de Educación se organizó un curso de adaptación al medio rural en la zona de San Lorenzo, en la Sierra Maestra, para los que optaban para ocupar 708 aulas rurales en Oriente.
La Revolución daba los pasos necesarios para continuar su obra, mientras sus enemigos insistían en sembrar el terror. El 21 de octubre, fue pasto de las llamas la planta de la Papelera Cubana, ubicada en Puentes Gran­des, pero los bomberos sofocaron el fuego antes que se extendiera al resto de la fábrica.
El 30 de octubre un contrarrevolucionario prendió fuego a la escuela de la finca La Yagruma, en el municipio de Arcos de Canasí, en Ma­tanzas. Tres días después el Gobierno Revo­lucionario anunció la apertura de 78 secundarias básicas.
Este escenario de hostilidad, creado por los servicios de inteligencia norteamericanos, fue reconocido al cabo de 40 años por Robert Rey­nolds, quien entre septiembre de 1960 y octubre de 1961 era vicejefe de un buró en la estación de la CIA en Miami, al comentar: “Nues­tro buró fue incorporado a la WH-4 y yo fui designado como vice […] Nosotros habíamos comenzado a hacer algunos sabotajes en aquellos momentos…”.2 La Wes­tern Hemis­fere-4 (WH-4) era la Sección No. 4 de la Di­visión del Hemisferio Occidental de la CIA, encargada de dirigir las actividades contra Cuba.
A principios de noviembre un antiguo “casquito” de la dictadura batistiana fue detenido cuando prendía fuego a una escuela en la zona de Agramonte, en Jagüey Grande, Ma­tanzas. A finales de mes, un grupo de colaboradores de bandidos incendió una escuela de la finca Palma Rayo, en el barrio Medidas, del municipio de Rodas, en Las Villas, donde estudiaban 22 niños.
Al respecto, un informe del primer teniente Aníbal Velaz Suárez al comandante Ramiro Valdés Menéndez de fecha 29 de noviembre donde se abordaba la situación en el Escam­bray señalaba: “...en muchos lugares ha cundido el pánico, nacido naturalmente a tenor de varias muertes producidas por ahorcamientos y ataques de los alzados a los cooperativistas, así como amenazas de todo tipo [...] También se ha reflejado en el aspecto educacional al verse las familias campesinas en la imposibilidad de enviar los niños a las escuelas ante el temor de que les pase algo”. [...] Una semana después, cumpliendo órdenes de Fidel, las Fuerzas Armadas Revolucionarias desencadenaron la Operación Jaula, movilizando 60 000 hombres organizados en 80 batallones de milicias, que en cuatro meses barrerían con los bandidos que operaban en esa región montañosa con el apoyo de la CIA.
En diciembre estallaron artefactos explosivos en el cine Rex, de Jovellanos, en el Instituto Preuniversitario y en la Escuela de Maestros Primarios, y se produjo un incendio en la Es­cuela No. 2 del barrio Rovira, en Jagüey Gran­de, Matanzas. Después tuvo lugar un incendio intencional con fósforo vivo en los Estudios de Televisión CMQ en la capital, donde se reportaron 20 heridos.
Al amanecer del 31 de diciembre de 1960 una docena de estudiantes de la enseñanza media se movilizaron en la primera brigada experimental de alfabetización, y partieron hacia Cayo Coco, en la costa norte de la entonces región de Camagüey, donde comenzaron a enseñar a leer y escribir a un grupo de personas que vi­vían aisladas. Ese día fue aprobada la Ley 916 que creaba el Consejo Superior de Univer­sidades. Por la noche Fidel esperó el nuevo año en una cena gigante organizada en Ciu­dad Escolar Libertad, donde lo acompañaron diez mil maestros, ocasión en la que denunció los planes del Gobierno de los Es­tados Unidos para lanzar una agresión contra la Isla.
El 3 de enero de 1961 el presidente Dwight D. Eisenhower rompió las relaciones diplomáticas con Cuba. Dos días después fue cometido el primer crimen contra el programa educacional cuando fueron asesinados el maestro voluntario Conrado Benítez García y el campesino Eliodoro Rodríguez Linares, en Las Tinajitas, San Ambrosio, Trinidad. El ejecutor de este hecho fue Osvaldo Ramírez, quien una semana antes había sido designado por el agente de la CIA Ramón Ruisánchez como nuevo cabecilla de los alzados del Es­cam­bray, con la tarea de sembrar el terror en la región.
Ante este asesinato la Revolución respondió con la Campaña Nacional de Alfabetización donde participaron 34 772 profesores, 120 632 alfabetizadores populares, 13 016 brigadistas alfabetizadores Patria o Muerte (sector obrero), y 105 664 miembros de las Brigadas Con­rado Benítez (estudiantes de 12 a 18 años), en total 274 084 jóvenes se enfrascaron en la tarea de alfabetizar. En medio de esta campaña se produjo la invasión de la Brigada 2506 por Playa Girón y Playa Larga, que fue preparada por la CIA durante un año y medio, y resultó derrotada por nuestro pueblo en apenas 66 horas.
El 29 de mayo, en la finca El Nicho, zona de Crucecitas, en Cumanayagua, Escambray, el alfabetizador Pedro Blanco Gómez, de 13 años, fue asesinado por un colaborador de al­zados. El 6 de junio el Gobierno Revo­lu­cio­nario dictó la Ley de Nacionalización Ge­neral de la Enseñanza,3 que convirtió un régimen educacional al servicio de los intereses de una minoría, en un sistema popular. Se declaró pública y gratuita la enseñanza, y quedó establecido que dicha función la ejercería el Estado. Nunca más un niño se vería sin escuela, ningún maestro quedaría desempleado, y ninguna escuela cerraría sus puertas.
Hasta el 26 de noviembre de 1961, cuando se produjo el asesinato de Manuel Ascunce Domenech y el campesino Pedro Lantigua a manos de un antiguo policía batistiano que encabezaba una banda de alzados, se reportaron 21 muertos y 26 heridos en actos terroristas dirigidos contra la alfabetización, la enseñanza y la cultura; fueron incendiadas 47 escuelas, y se registraron otros 48 heridos en sabotajes a teatros y salas cinematográficas. Los ejecutores de estos delitos fueron sancionados por los tribunales revolucionarios, pero sus patrocinadores continuaron viviendo tranquilamente en el territorio norteamericano a costa del terrorismo y la contrarrevolución.
El 22 de diciembre de 1961, en la Plaza de la Revolución, ante una enorme concentración popular Fidel declaró oficialmente a Cuba Territorio Libre de Analfabetismo. En 1964 una delegación de la Unesco visitó La Habana con el objetivo de estudiar los métodos utilizados para erradicar el analfabetismo, y en su informe final expresó: “La Campaña no fue un milagro sino una difícil conquista, lograda a fuerza de trabajo, de técnica y organización”.


* Investigador del Centro de Investigaciones Históricas  de la Seguridad del Estado.
1 Periódico Revolución, 29 de septiembre de 1960. Durante 1961 continuó un proceso mediante el cual fueron convertidos en escuelas 69 cuarteles que habían pertenecido al ejército de la dictadura batistiana.
2 Conferencia Académica “Girón, 40 Años después”, celebrada en La Habana, en marzo del 2001. Memorias.
3 Gaceta Oficial del 7 de junio de 1961, p.10657

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