Guayacán es el nombre común con el que se conoce a varias especies de árboles nativos de América, pertenecientes a los géneros Tabebuia, Caesalpinia, Guaiacum y Porlieria. Todas las especies de guayacán se caracterizan por poseer una madera muy dura. Es justamente por esa característica que reciben el nombre de guayacán, aun cuando no guarden relación de parentesco entre sí.

jueves, 31 de marzo de 2016

España y su injerencia en los asuntos de Cuba


Por Arthur González.
En plena alianza con Estados Unidos, España trabaja en el apoyo y estimulación de la contrarrevolución cubana, esa que pretenden venderle al mundo como “disidencia”, cuando en realidad es creada, entrenada y financiada desde el exterior.
bandera de españa
Desde el mismo triunfo de la Revolución, los servicios de inteligencia españoles asumieron parte del trabajo de espionaje que llevaba a cabo la estación de la CIA en la Habana, cuando el 3 de enero de 1961 abandonaron la isla ante la ruptura de relaciones.
Oficiales españoles atendieron a los agentes secretos de la CIA, orientándolos a obtener las informaciones de interés y su envío al cuartel general en Langley, Virginia.
En la década de los 80, abastecieron a la contrarrevolución con alimentos, medios para el trabajo subversivo y pagaron sus acciones contra la Revolución, manteniendo ese trabajo con cierta discreción tomando en consideración las relaciones comerciales y sus intereses económicos en la Isla.
La embajada española ha facilitado el acceso a Internet de algunos contrarrevolucionarios, para la remisión de noticias falsas y distorsionadas contra Cuba, y el Centro Cultural Español, creado con la autorización del gobierno cubano, lo convirtieron en un foco de estimulación de actos para derrocar el socialismo, excitados por el trabajo logrado en Europa del Este bajo el Programa Democracia, desarrollado durante la administración de Ronald Reagan.
Aún están presentes recientes hechos como el de Ángel Carromero, del Partido Popular, enviado a la Isla por Esperanza Aguirre, para repartir miles de euros a los llamados “disidentes”, en una prueba fehaciente de injerencia en los asuntos cubanos.
Durante ese viaje Carromero, causó la muerte a dos asalariados por conducir a exceso de velocidad, uno de esos era Oswaldo Payá, quien fue tomado como moneda de cambio por su viuda e hija para obtener amplios beneficios personales.
El pasado 22 de marzo, el actual ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, hizo declaraciones a la cadena Cope y divulgadas por Europa Press, en las que aseguró que “España trabaja con enorme discreción por el entendimiento entre el régimen cubano y la oposición”.
¿Alguien en Cuba le habrá solicitado tal mediación con elementos que no representan al pueblo y son fomentados y pagados por Washington para dar una imagen exterior de que en Cuba existe una oposición política?
Imposible,y es prueba una vez más de cómo el gobierno español se pone al servicio de Estados Unidos para intentar desmontar el socialismo.
García-Margallo explicó que la posición española sobre Cuba se basa en el convencimiento de que el futuro de la Isla lo tienen que construir los cubanos, y no los que se han “exiliado” en Miami.
Nada novedoso porque Miami no tiene nada que hacer en la Cuba que siempre soñaron cambiar, y desde donde han dirigido acciones terroristas como los planes para asesinar a Fidel Castro, explosiones de bombas en centros comerciales, cines, teatros, embajadas, hoteles, restaurantes y la guerra biológica.
Según el Canciller, “España busca un entendimiento entre el gobierno cubano el régimen y la oposición, haciéndolo con una enorme discreción, pero con eficacia y con un enorme deseo de acertar”.
García-Margallo añadió que, dentro de la “oposición” cubana hay diferentes sensibilidades entre quienes creen que hay que aprovechar la ventana de oportunidad que se abre a partir del deshielo con Estados Unidos, para empezar a dialogar y los que piensan que nada se moverá hasta que fallezcan los hermanos Castro.
Mucha paciencia e inteligencia deben tener los cubanos para soportar tal injerencia.
¿Cómo reaccionaría España si Cuba hiciera lo mismo con el movimiento de los Indignados?
Todos conocen que esos obreros, estudiantes, profesionales y estudiantes protestan por los despidos, desalojos, aumento del costo de la vida, la pérdida del bienestar en salud y educación, recortes en los gastos de seguridad social y los elevados índices de pobreza infantil registrados en los últimos años.
Ante eso Cuba no se inmiscuye en los asuntos españoles, y mucho pudiera hacer por los desposeídos y desamparados.
Contrariamente, España no deja de recibir a contrarrevolucionarios, le otorga visas sin exigirles requisito alguno para que participen en eventos contra Cuba, los abriga y sostiene, violando las más elementales reglas de la convivencia con otro país.
Tampoco se puede olvidar que fue el gobierno de España quien, impulsado por Estados Unidos, propuso en 1996 la llamada Posición Común europea, con el propósito de reforzar el criminal Bloqueo Económico contra Cuba, con el anhelo de que el socialismo se vinera abajo en momentos en que Europa del Este se derrumbaba.
Pasados 20 años han tenido que reconocer le ineficacia de tal medida que perjudicó al pueblo cubano, quien ha resistido todos los embates provenientes del exterior.
Para tener una idea más precisa de como actúa España para erosionar el socialismo cubano, basta señalar que desde el pasado año 2013, su embajada en la Habana ejecuta una suerte de reapertura de lo que fuera el Centro Cultural español, convocando un promedio de 200 personas, entre artistas plásticos, poetas, escritores, cineastas, músicos, cantantes, editores, especialistas y corresponsales de la prensa acreditada.
En esas reuniones cada jueves por semana, se reúnen para debatir cuestiones inherentes a la cultura y sociedad cubana, sus problemas, dificultades, la “marginación” que sufren las mujeres con tendencias sexuales diferentes y otros temas que en nada tienen que ver con España.
Ese espacio permite a sus diplomáticos hacer un inventario de problemas y la forma de pensar de un grupo de importantes intelectuales y artistas cubanos para posteriormente, de conjunto con Estados Unidos, trazar planes para trabajar en el desmontaje del sistema socialista.
Las dificultades de la sociedad cubana no se comparan con las que padece España, pero esos problemas no son analizados por sus diplomáticos.
¿Qué beneficios obtiene la embajada española con ese gasto de dinero y tiempo, en el que además ofertan un brindis al final de cada jornada?
El ministerio de Asuntos Exteriores no puede disponer de un presupuesto para esas acciones, ante la acuciante crisis que vive ese país, sus recortes y donde la cifra de desempleados ya supera los 6 millones de personas.
Cuba sigue asediada por muchos frentes, pero resiste estoicamente, porque como aseguró José Martí:
“Los riesgos se han hecho para vencerlos”.

Liberado de cargo General de División de las FAR Antonio Enrique Lussón

  El general de Divicion de las Fuerzas Armadas de Cuba (FAR) Antonio Enrique Lussón, de 86 años, ha sido liberado como uno de los vicepresidentes del Consejo de Ministros de la Isla, según publica este jueves la Gaceta Oficial.


La nota, fechada el 23 de febrero, indica que el Consejo de Estado de Cuba, acordó liberar de ese cargo que ocupaba desde 2010 a Lussón, al que le que le serán asignadas otras funciones.

Nacido en 1930, Lussón es miembro fundador del Partido Comunista de Cuba, integra el Comité Central del Partido Comunista de Cuba  y ostenta el título honorífico de Héroe de la República de Cuba .

Fue miembro del Movimiento 26 de julio y combatiente del Ejército Rebelde, y desde el triunfo revolucionario de 1959 ha desempeñado distintos cargos .

Lo que cuesta una campaña


Por Arthur González.
Que nadie se deje engañar, las campañas mediáticas contra Cuba se mantienen a pesar del restablecimiento de relaciones diplomáticas y de la visita del presidente Barack Obama, y su costo es cada día más elevado.
Una prueba contundente de ello es el segundo viaje en menos de 30 días de Rosa María Payá Acevedo a Ginebra, Suiza, pagado totalmente por Estados Unidos para que repita como cotorra el mismo guion sin sustancias.
rosa maria y la mafia 2
Junto a la mafia terrorista en Miami
Triste papel el que decidió jugar esa muchacha, a cambio de unos cientos de dólares mensuales que recibe para acusar a Cuba de algo que ni las autoridades judiciales españolas le aceptaron, la responsabilidad de la policía cubana en la muerte de su padre, Oswaldo Payá Sardiñas.
Es sabido que el único responsable del accidente es el ciudadano español Ángel Carromero, enviado a Cuba por Esperanza Aguirre del Partido Popular, para repartir dinero entre la contrarrevolución interna con el objetivo de que ejecutaran actos provocativos contra el gobierno cubano.

De nuevo en Europa y gastando cientos de dólares que pagan los contribuyentes estadounidenses, esta joven se da la gran vida en hoteles donde los precios son bastantes elevados y a cambio debe acusar a Cuba de que viola los Derechos Humanos, sin argumentos probatorios.
Repitiendo como una cotorra los mismos argumentos de hace 58 años, intervino ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas el martes 15.03.2016, para hablar sobre la sociedad civil, libertad de expresión y derecho a opinar, algo que en la isla todos tienen, sino solo tienen que leer y escuchar lo que diariamente dicen y escriben los llamados “opositores”, sin que nadie les moleste, a pesar de las acusaciones que realizan contra las autoridades y el sistema socialista.
Sin argumentos sólidos, Rosa María sacó del baúl de los recuerdos el fracasado y cuestionado Proyecto Varela, el cual no tuvo ni siquiera el respaldo de los históricos cabecillas contrarrevolucionarios, que acusaron a Payá Sardiñas de haberle entregado al gobierno cubano, los nombres y direcciones de todos los “disidentes” en las listas de sus seguidores, situación que fraccionó aún más a la debilitada y desunida “oposición” interna.
Solamente la misión diplomática estadounidense en La Habana, siguiendo instrucciones del Departamento de Estado, le dio respaldo a dicho engendro, el cual jamás fue reconocido ni apoyado por los “disidentes” y mucho menos por el pueblo de Cuba.
La prueba de que Rosa María es manejada como un títere de los yanquis, fue la defensa que le hiciera la delegación estadounidense, ante la justa protesta de la cubana. Triste papel el que decidió jugar al venderle su alma a los norteamericanos, a cambio de una visa de refugiada política, pues realmente ella no representa a ninguna sociedad cubana.
Armando valladares 1
En silla de ruedas fingiendo invalidez
valladares
Su actuación trae a la memoria la execrable participación de Armando Valladares en ese salón, cuando Estados Unidos violando todos los reglamentos establecidos, lo nombró embajador ante la anterior Comisión de Derechos Humanos, personaje que fuera ex miembro del ejército del dictador Fulgencio Batista, detenido posterior a 1959 por actos terroristas en Cuba a favor de la CIA.
Valladares fingió invalidez de sus miembros inferiores y engañó hasta la Primera Dama de Francia, quien había solicitado su liberación cuando cumplía prisión por sus acciones, y quedó anonadada al verlo descender del avión en París caminando y elegantemente vestido, poniendo al descubierto las mentiras tejidas desde Washington sobre su estado físico, según ellos por las “torturas” recibidas.
La historia de la muerte de Payá Sardiñas, quedó igualmente desenmascarada en las propias cortes de justicia española, las que afirmaron que el único responsable era Carromero, al conducir a exceso de velocidad, costumbre que tenía también en España por lo que le fue retirada su licencia.
A pesar de esto, Estados Unidos insiste en conformar una matriz de opinión contra Cuba, y no escatima dinero para lograrlo, financiando a serviles personajes que cambiaron sus sentimientos humanos por unos dólares más.
Por actitudes semejantes José Martí aseguró:
“El siervo no ha de valerse del permiso que para hablar le dé el señor, que como señor recordará que lo es, y padecerá el siervo”.

El gran error de Obama: Pedir a los cubanos que olvidaran su historia.




El mundo aguardaba, expectante, el anunciado discurso del Presidente Obama en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso. Contrariamente a lo que propagó la extrema derecha, por estos días más rencorosa y envidiosa de lo habitual por todo lo que está sucediendo en Cuba, el Presidente de los Estados Unidos se expresó con total libertad. Sus palabras tuvieron una gran repercusión y se interpretaron en muchos sentidos; incluyendo los opuestos.
Las autoridades cubanas fueron respetuosas y la delegación oficial que se encontraba en el Gran Teatro, encabezada por el Presidente Raúl Castro Ruz, se puso de pie al concluir la pieza oratoria del invitado y lo saludó comedidamente, con los aplausos que indica el protocolo y el buen gusto.
Quienes revisaron la prensa escrita y los comentarios en los medios de difusión cubanos, pudieron comprobar la existencia de una respuesta general sobre algunos puntos del discurso de Obama que no fueron frontales, ni totalmente claros, y cuya ambigüedad permitía interpretarlos como una intromisión en los asuntos internos de Cuba. Ya se sabe lo celoso que es el pueblo cubano con su soberanía; hasta los gestores del injerencista plan “Zunzuneo” reconocieron con impotencia que los cubanos hacían críticas y chistes políticos, pero si los hacía el extranjero se le reviraban. No hay que equivocarse: Cuba es profunda y es exigente.
Al dejar La Habana el martes 22, el presidente Obama se dirigió a Argentina donde repitió algunas de sus ya repetitivas frases sobre el futuro, la nueva época, el cambio, el sí se puede; sin que mencionara el actual contexto argentino, donde un gobierno “viejoliberal” está llevando al despido de maestros, bibliotecarios, trabajadores de televisiones y teatros; a la vez que disfruta del beneplácito del gran capital internacional y los agroexportadores antinacionales.
Como si de repente se hubiera olvidado de algunas de las cosas que dijo en Cuba, como si no recordara que durante su estancia en La Habana el Secretario de Estado John Kerry sostuvo conversaciones con las partes comprometidas con el logro de la paz en Colombia, el presidente Obama prometió apoyar al derechista Mauricio Macri para que se convirtiera en un líder de influencia continental, para que lleve adelante en la región esa política “impresionante”, que fue como Obama calificó a los primeros cien días de Macri en el gobierno. Ya varios periodistas han advertido que en algunos conatos contra los presidentes Nicolás Maduro y Evo Morales, se pudieron ver personas portando carteles que decían “Viva Macri”.
Recuerdo esto para que se tenga una idea del ambiente de desconcierto que existía en los medios políticos, en la prensa y en las redes sociales sobre el alcance real de las declaraciones de Obama en sus viajes a Cuba y Argentina; cuando este lunes 28 de marzo aparece el esclarecedor artículo del Comandante en Jefe Fidel Castro “El hermano Obama”, que puso las cosas en su sitio. Califico el artículo como esclarecedor por la autoridad histórica, política y moral de quien lo firma, pero también porque a diferencia de otras opiniones sobre el discurso de Obama en La Habana, la opinión escrita de Fidel no se pierde en devaneos, no titubea ni se enreda en si va a molestar a este o al otro. Fidel, como siempre, con una prosa preclara, revela lo que hay escondido y opina desde la historia y con sentido de futuro.
Y por ahí empieza Fidel, por la historia. Porque no hay futuro sólido si no se construye sobre la experiencia; y no hay historia edificante si no se busca y se dice la verdad. La visión de Fidel es en este aspecto muy distinta, mejor dicho opuesta, a la sugerencia de Obama sobre olvidar el pasado para construir el futuro. No, para nada, no se puede construir el futuro si no se tiene en cuenta el pasado. Integralmente, que es lo que señala Fidel a Obama, quien olvidó mencionar la explotación y exterminio de los pueblos nativos, tanto de Cuba como de Estados Unidos, a mano de los llamados “conquistadores”.
Las fuerzas progresistas en Argentina también le exigieron a Obama respeto por la verdad histórica. Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, y otros líderes le pidieron que hablara sobre el papel de Estados Unidos en el sostenimiento de las dictaduras militares en Argentina y en América Latina en general. Obama respondió con algunas de esas evasivas a que ya nos tiene acostumbrados. Pero de una cosa sí se puede estar seguro: Obama se llevó el convencimiento de que ni Cuba, ni Argentina, ni América Latina están dispuestas a construir una relación con Estados Unidos que pase por el olvido de la historia. No lo va a lograr Estados Unidos aunque Macri censure a Telesur en Argentina, o quiera salirse de los organismos de integración que han creado los políticos progresistas latinoamericanos.
El periódico Granma publica hoy martes una nota de la redacción internacional titulada “Artículo de Fidel recorre el mundo”, donde reseña parte de las repercusiones que ha tenido la reflexión “El hermano Obama”. No podía ser de otro modo. Fidel lleva tiempo tratando de tú a tú con políticos norteamericanos; conoce muy bien la cultura, la geografía, la psicología social de Estados Unidos.
Hay un pasaje en el artículo de Fidel que es toda una lección para aquellos a quienes nos gusta estudiar y polemizar. Fidel cita primero, brevemente, una frase del discurso de Obama; frase que como recordarán fue aplaudida “disciplinadamente” por algunos de los presentes en el Gran Teatro de La Habana. Dice esa frase de Obama: “Es hora ya de olvidarnos del pasado, dejemos el pasado”.
Y es entonces cuando Fidel, que debatiendo es un especialista, aprovecha para lograr un párrafo de máximo alcance, estratégico: “Se supone que cada uno de nosotros corría el riesgo de un infarto al escuchar estas palabras del Presidente de Estados Unidos. Tras un bloqueo despiadado que ha durado ya casi 60 años, ¿y los que han muerto en los ataques mercenarios a barcos y puertos cubanos, un avión de línea repleto de pasajeros hecho estallar en pleno vuelo, invasiones mercenarias, múltiples actos de violencia y de fuerza?
Nadie se haga la ilusión de que el pueblo de este noble y abnegado país renunciará a la gloria y los derechos, y a la riqueza espiritual que ha ganado con el desarrollo de la educación, la ciencia y la cultura.
Advierto además que somos capaces de producir los alimentos y las riquezas materiales que necesitamos con el esfuerzo y la inteligencia de nuestro pueblo. No necesitamos que el imperio nos regale nada.”
Si alguna prueba faltara para mostrar los dobleces del discurso del presidente Obama, se ha publicado el dato de que solo unas hora después de que se despidiera del pueblo y las autoridades cubanas, el Departamento de Estado anunció un programa que destina 800 mil dólares para formar líderes ilusos para cambiar al gobierno al que supuestamente Obama le está proponiendo trabajar juntos para edificar un mejor futuro para sus pueblos.
Así de sorprendente suele ser la historia: Quien ha sepultado para siempre a la falsa oposición pagada desde el extranjero fue el propio presidente Obama cuando pidió a los cubanos que olvidaran su historia. Un desliz, un error irreparable. Y no hubo entre sus asesores expertos en Cuba uno solo que se lo advirtiera.

Lo que Obama no dijo


Por Arthur González.
Nadie puede dudar de la inteligencia, carisma y habilidad política del presidente Barack Obama, algo demostrado en sus intervenciones públicas en La Habana.
obama
Entrenado para contiendas políticas, sabe cómo ganarse la simpatía de la audiencia y para eso su equipo de trabajo prepara los discursos para acaparar la atención del auditorio.
En sus palabras al pueblo cubano el 23.03.2016 en el Gran Teatro Alicia Alonso, fue preciso al señalar: “los Estados Unidos no tienen ni la capacidad ni la intensión de cambiar a Cuba, cada pueblo debe hacerlo por sí mismo”. Sin embargo, las acciones cotidianas que lleva a cabo confirman que mintió.
Desde que asumió la presidencia, Obama aprueba anualmente 20 millones de dólares para programas subversivos, con el propósito de desmontar el sistema socialista que tanto aborrecen; mantiene activas la radio y la TV Martí para influenciar ideológicamente a los cubanos; orienta y financia a la contrarrevolución interna en actos provocativos, y se fortalecen las campañas de que Cuba “viola” los derechos humanos.

De conjunto con ciertas instituciones en la Isla, trabaja en la preparación de jóvenes emprendedores para que comprendan que ser un trabajador no estatal resulta mucho más beneficioso económicamente y por tanto deben separarse del Estado si desean prosperar.
Todo esto es inmiscuirse en los asuntos internos de Cuba de forma abierta y violatoria de las leyes internacionales, con la malsana intensión de logar su deseado cambio.
En este mismo discurso reafirmó lo dicho desde el 17.12.2014, que, “con la vieja política hacia Cuba, Estados Unidos no logró lo que deseaba”, entiéndase derrotar a la Revolución, y por tanto había que cambiar de táctica.
No es aceptable que ante una representación de la sociedad civil cubana afirme que su país no tiene ni la capacidad ni la intensión de cambiar a Cuba; todo es parte del encantamiento que pretendió trasladar al pueblo.
Volvió pedir que olviden el pasado, “pues perdonar y reconciliarse es el inicio del futuro”.
Pero a Obama en su discurso se le olvidó pedirle perdón al pueblo heroico de Cuba por los daños que su país le ha causado y aun lo hace desde hace 58 años.
Son miles los muertos y millones de dólares en pérdidas materiales, por la cruel y hostil política llevada a cabo en sus Programas de Acción encubierta y terrorista, que ahora Europa sufre mientras callaba ante las actividades contra Cuba.
La voladura del buque La Coubre el 4 de marzo de 1960 fue el primero y el saldo de muertos ascendió a 101, más 200 heridos más otros desaparecido. Le siguieron otrLa coubreos como la voladura en pleno vuelo de un avión civil en 1976, donde murieron 73 personas inocentes y en Miami aún vive refugiado uno de sus autores, Luis Posada Carriles.
Ese mismo terrorista organizó en 1997 la colocación de artefactos explosivos en 6 hoteles de la capital cubana y en el restaurante La Bodeguita del Medio, causándole la muerte a un turista italiano y heridas a varios trabajadores.
Actos terroristas contra embajadas y consulados cubanos en el exterior, también causaron muertos, heridos y destrucción.
Incendios en centros comerciales, cines, teatros, fábricas, puentes, líneas férreas, barcos pesqueros y mercantes, unidos a la guerra biológica contra personas, plantas y animales, no son cosas para olvidar.
De esto Obama no hizo una sola mención y haberle pedio excusas al pueblo por tales actos criminales, hubiera podido ser una buena oportunidad para empezar a construir una amistad sobre bases más creíbles.
El presidente habló de democracia, de la que ellos tienen, esa que discrimina por el color de la piel y el sexo; la que no da atención médica para todos sin costo alguno; la que para acudir a la universidad un estudiante debe solicitar un crédito y endeudarse de por vida; la que persigue y expulsa a los inmigrantes; paga salarios diferentes a las mujeres; la que no permite partidos políticos que atenten contra el sistema de Estados Unidos y asesina a quienes se atrevan a hacerlo como hicieron con Martín Luther King Jr y Malcon X.
Obama aseguró que su sistema es multipartidista, pero ninguno de esos exige cambiar el capitalismo por el socialismo, algo que pretende implantar en Cuba, ya que no se conformarían con ver dos partidos con similares objetivos, como los tienen el demócrata y el republicano.
Finalmente habló sobre la emigración, calificándola de “exilio”, falsa etiqueta para nombrarla; pero no dijo que fue Estados Unidos quien la promovió masivamente cuando la CIA en 1960 fabricó la Operación Peter Pan de conjunto con la Iglesia Católica, sacando de Cuba a 14 mil 48 niños sin acompañantes, incitando a las salidas ilegales de sus padres, al negarle las visas.
Tampoco dijo que el grupo inicial de ese “exilio” lo integraron los asesinos y ladrones del régimen del dictador Fulgencio Batista, a los que protegieron e impidieron que fueran juzgados por sus crímenes.
Respecto a la libertad de expresión, Obama debe saber que los cubanos hablan por los cuatro costados, protestan constantemente de lo mal hecho, pero no desean retornar al sistema capitalista y “multipartidista” que sufrieron por medio siglo sin que les resolviera los afanosos problemas que solo una Revolución socialista solucionó.
Lo que tiene Cuba como un puñal, es el bloqueo económico, que, al decir de los documentos oficiales estadounidenses desclasificados, no es un Embargo, sino “una guerra económica que induzca al régimen comunista a fracasar en su esfuerzo por satisfacer las necesidades del país, junto a operaciones psicológicas acrecentarán el resentimiento de la población contra el régimen”.
Esta guerra económica fue propuesta el 6 de abril de 1960, por Lester D. Mallory, Subsecretario de Estado para Asuntos Iberoamericanos, cuando afirmó en un memorando hoy desclasificado:
“…El único medio previsible que tenemos para enajenar el apoyo interno a la Revolución es a través del desencanto y el desaliento basado en la insatisfacción y las dificultades económicas”.
“Debe utilizarse prontamente cualquier medio concebible para debilitar la vida económica de Cuba. Negarle dinero y suministros para disminuir los salarios reales y monetarios, a fin de causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.
De esto Barack Obama no dijo ni una sola palabra y es la esencia de sus acciones para cambiar el socialismo en Cuba.
Por eso José Martí, alertó:
“¡Los árboles se han de poner en fila pa  ra que no pase el gigante de las siete leguas!”

La reunión más difícil que tuvo #Obama en su paso por #Cuba

Por Marcos Torres
En medio de esta intencionada “Obamania” que invade las redes, hoy encontré una reseña sobre la “incomoda reunión de Obama con sus hijos mantenidos”, de la que no quiere hablar la maquinaria mediática anti cubana, “se los dejo a su consideración”.
La Tercera / Era una reunión breve, en medio de la apretada agenda de Barack Obama en La Habana. El Presidente norteamericano se había comprometido a encontrarse durante 45 minutos con miembros de “la sociedad civil” cubana, en otras palabras, con los disidentes, pero la reunión terminó prolongándose durante poco más de una hora y media. La cita tuvo lugar en la reabierta embajada de Estados Unidos en la capital cubana, con momentos de alta tensión, silencios incómodos y un áspero diálogo.

“A nosotras la policía nos dio una golpiza brutal dos horas antes de su arribo a Cuba el domingo”, le dijo Berta Soler, líder de las Damas de Blanco, a Obama, sentado junto a otros 12 disidentes. “Yo hablé de todos esos temas con el Presidente Castro”, respondió el mandatario estadounidense. “Usted podría haber sido más enérgico en su mensaje junto a Raúl Castro”, insistió Soler, mientras Obama optó por el silencio según contó esta dirigente opositora a La Tercera.
De todos modos, la propia Soler reconoce que fue un “encuentro positivo, porque le pude expresar mi sentir, mi opinión. Y no podemos esperar que todo se resuelva. De todos modos le hicimos varias recomendaciones. El debió condenar al gobierno por las violaciones a los derechos humanos. Nosotros queremos una amnistía para los presos políticos. Es que Raúl Castro le puso condiciones en público a Obama. El  no debió venir a Cuba por ese motivo”.
En la comparecencia conjunta de Obama y Castro el lunes en el Palacio de la Revolución, un periodista estadounidense le preguntó al líder cubano por “los presos políticos”. Castro lo emplazó a mostrarle la lista de esos detenidos y que si era verdad lo que el reportero estaba diciendo, “los liberaré a todos en la noche”. En la cita con Obama en la embajada, fue Elizardo Sánchez quien le entregó la lista con 80 presos al mandatario norteamericano.
José Daniel Ferrer, otro disidente que participó en la reunión con Obama, contó a La Tercera que el Presidente norteamericano tomó apuntes de todo lo que conversaron. “Estuvo bien. Hablamos sobre cómo podemos mejorar las relaciones. Le dije que es hora de tomar decisiones incómodas, como el fin del bloqueo y que haya libertad de expresión en Cuba”.
Obama observó de manera atenta los planteamientos de Ferrer y de los otros disidentes, que hablaron en dos rondas. Para intentar calmar un poco los ánimos, el mandatario les dijo que él no quería un derramamiento de sangre y que por eso aceleró el acercamiento con Cuba, para un cambio gradual, pero que él no aceptaba presiones de nadie.
Pero en la reunión hubo otra novedad. Así al menos lo contó a este diario el ex preso Guillermo Fariñas. “El Presidente Obama se comprometió a trabajar con nosotros más allá de su mandato (que termina en enero de 2017), como una suerte de moderador, como una suerte de puente”. El jefe de Estado norteamericano también se comprometió, según la versión de Fariñas, a seguir en contacto con los opositores no violentos, pero que se debía dejar atrás la odiosidad.
“Se habló de todo con franqueza y sinceridad. Se hicieron críticas y nosotros le explicamos nuestras aprensiones de manera respetuosa”, afirmó Fariñas. Tras el encuentro, Obama partió al partido de béisbol entre los Tampa Bay Rays y el seleccionado cubano. Poco después abordó el Air Force One y puso fin a su histórica visita a Cuba.

Obama mintió

Por Arthur González.
En sus edulcoradas palabras al pueblo cubano el pasado 22 de marzo 2016 en el Gran Teatro Alicia Alonso, ante la presencia de una amplia representación de la sociedad civil y de las máximas autoridades del Gobierno, el presidente Barack Obama mintió de forma premeditada.Obama en Habana
Empleando un lenguaje amistoso para dar una imagen de un Presidente conciliador y diferente a sus antecesores, quienes con una política de guerra y terrorismo no lograron destruir a la Revolución, Obama dijo:
“Vine aquí para extender una mano de amistad al pueblo cubano…, Washington no tiene la intención de imponer cambios en Cuba”.
“Los cambios dependerán del pueblo cubano. Nosotros no vamos a imponerles un sistema económico o político”.
“Vine para enterrar los últimos vestigios de la Guerra Fría en las Américas”.
Sabía de antemano que esas eran las palabras que el pueblo cubano deseaba escuchar, después de sufrir por 58 años invasiones, ataques terroristas y cientos de planes para asesinar al líder Fidel Castro, pero sus asesores no le advirtieron que en Cuba todos saben leer y escribir, y la vida los obligó a analizar cada detalle proveniente del Norte, porque los golpes enseñan y mucho.
¿Cómo se puede entender que se extienda una mano y a la vez la otra tiene el puñal clavado en la espalda de a quien se le da diestra?
Ninguna de las acciones que dañan a Cuba desde hace 58 años se han revocado y el propio Obama ha reiterado que no serán eliminadas en su mandato.
Recordemos la Guerra Económica, esa que insisten en calificar de Embargo, a pesar de que sus documentos lo dicen claramente; la Ley de Ajuste Cubano; el programa Cuban Medical Professional Parole, para desgajar las misiones médicas cubanas que prestan su ayuda a miles de enfermos en el mundo; las radio y TV Martí para subvertir ideológicamente; los más de 20 millones de dólares para mantener programas subversivos contra los cubanos y para sostener a una oposición creada, entrenada, abastecida y orientada que pretenden conformar en una disidencia política.
¿Alguien con un mínimo de coeficiente de inteligencia puede aceptar que la Guerra Fría contra Cuba terminó por obra y gracias de Obama?
Las campañas mediáticas, e incluso en su propio discurso, que intentan satanizar a la Revolución acusándola de reprimir y arrestar a sus asalariados prueban lo contrario.
Cuba sufre y seguirá sufriendo de una guerra al mejor estilo y diseño de los conceptos enarbolados por Gene Sharp, para ejecutar planes subversivos e injerencistas, que contemplan cinco etapas.
1ra. Es promover acciones “no violentas” para generar y promocionar un clima de malestar en la sociedad, destacando entre ellas denuncias de corrupción, promoción de intrigas o divulgación de falsos rumores.
2da. Etapa consiste en desarrollar intensas campañas en “defensa de la libertad de prensa y de los derechos humanos”, acompañadas de acusaciones de “totalitarismo” contra el gobierno en el poder.
3ra. Se centra en la lucha activa por “reivindicaciones políticas y sociales”, y en la manipulación del colectivo para que emprenda manifestaciones y protestas violentas, amenazando las instituciones.
4ta. Ejecutar operaciones de guerra psicológica y desestabilización del gobierno, creando un clima de ingobernabilidad.
5ta. Forzar la renuncia del Presidente de turno, mediante revueltas callejeras para controlar las instituciones, mientras se mantiene la presión en la calle. Paralelamente, se prepara el terreno para una intervención militar, mientras se desarrolla una guerra civil prolongada y se logra el aislamiento internacional del país.
Precisamente esa contrarrevolución interna con la cual Obama se reunió en La Habana, es una de las líneas principales que emplean para organizar actos de desobediencia civil e intentar sumar a jóvenes insatisfechos.
Son varias las instituciones norteamericanas encargadas de financiar la subversión política contra Cuba, a partir del presupuesto anual que aprueba la Casa Blanca para tales acciones, basado en las experiencias ejecutadas en el ex campo socialista.
No en balde Obama afirmó:
“Lo que estaba haciendo Estados Unidos no estaba funcionando…” “Quiero que el pueblo cubano, especialmente los jóvenes, entiendan por qué creo que deben mirar al futuro con esperanza […] Una esperanza que está enraizada en el futuro que pueden elegir, que pueden moldear y construir para su país.
Otra muestra de que mintió fue cuando expresó:
“Nosotros no vamos a imponerles un sistema económico o político”.
Pero en su propio discurso señaló algunas de las acciones que pretenden ejecutar en Cuba, con esa contrarrevolución que etiquetan como “disidencia”, entre ellas la sutil estimulación que les hizo, cuando afirmó:
“Creo que los ciudadanos deben ser libres de expresar su opinión sin temor, de asociarse y criticar al Gobierno y de protestar pacíficamente, y que la aplicación de la ley no debe incluir detenciones arbitrarias de personas que ejercen esos derechos”.
Esto sin dudas fue una evidente exhortación a lo que deben seguir haciendo sus asalariados y ratificado horas después en el encuentro privado que sostuvo con algunos de ellos.
Cuba no necesita de recetas para mejorar su sistema, ni tampoco porque soportar las mentiras dichas por el presidente Obama, cuando aseveró de en Cuba no hay libertad para practicar las creencias religiosas, como parte de esa cruzada mediática anticubana, al expresar: “Creo que toda persona debe tener la libertad de practicar su religión”.
Con eso reforzó la imagen fabricada por Estados Unidos de la falta de libertades en la Isla, cuando realmente en Cuba todas las religiones cuentan con entera independencia.
Muy precisa es la nueva estrategia yanqui, trabajar desde adentro con mayor plenitud empleando a miles de norteamericanos que vendrán a evangelizar a los cubanos en las supuestas bondades del capitalismo, ese que tuvo que ser derrocado por una Revolución verdadera y nacionalista, por no resolverle al pueblo el hambre, la falta de empleo, el analfabetismo, la muerte por enfermedades curables, la discriminación racial y ausencia de esperanzas en un futuro mejor.
Ahora con un pueblo culto y preparado, es muy fácil hablarle de prosperidad, mientras se le impide al Estado que pueda satisfacer las necesidades de la población, pero Obama debe saber que a los cubanos no es fácil confundir, porque como expresó José Martí:
“Ser cultos es el único modo de ser libres”

Cobertura, olvido y ocultamiento mediático durante la visita de Obama a Cuba

31 marzo 2016

Esperando a Obama en el Aeropuerto Internacional José Martí.
Esperando a Obama en el Aeropuerto Internacional José Martí.
Cientos de periodistas extranjeros cubrieron esta visita, incluída una buena veintena de ellos representando a los medios de Miami.
Todos -asi como la totalidad de los programas radiales y televisivos de Miami- destacaron y enfatizaron que, por primera vez, el pueblo cubano tenía acceso a los valores y verdades de que era portador el presidente de los EEUU: democracia, elecciones libres, derechos humanos y otros del mismo orden. Por primera vez -de acuerdo a todos los corresponsales y panelistas de los medios en Miami- la verdad revelada llegaba a los oídos del pueblo cubano. Las consecuencias deben acercar -coinciden casi todos los panelistas- enormemente el colapso final del régimen.
Ningún corresponsal aludió, mencionó, citó ni comparó los pronunciamientos del Presidente Obama con los de otro presidente -no en ejercicio en ése momento- también demócrata a quien las autoridades cubanas le brindaron la oportunidad de hablar públicamente desde el Aula Magna de la Universidad de La Habana y de divulgar textualmente, sin alterar ni una coma, en toda la prensa y medios oficiales, su discurso.
Me refiero al Presidente James Carter. Todo el mundo habló de Coolidge y nadie de Carter. Y esto fue apenas -al decir de Gardel- 20 años atrás. ¿Habrá sido un caso de ignorancia colectiva? ¿De olvido generalizado? ¿De muy corta memoria? ¿No era elemental comparar y contrastar ambos ¿O acaso ocultamiento con premeditación, nocturnidad y alevosía? Como la ingenuidad no es componente integrante del ejercicio político, entonces no me queda más remedio que inclinarme por la última hipótesis, la del ocultamiento. ¿Finalidad? La de intentar demostrar que “el pueblo cubano” vivió, hasta la llegada de Obama, envuelto en un manto de aislamiento absoluto con respecto a semejantes mensajes y valores, y de aquí la trascendencia de la verdad revelada por Obama.
En su muy extenso discurso de entonces, Carter defendió los mismos valores que Obama, no vaciló en criticar lo que entendía criticable de la experiencia cubana y fue portador de un mensaje bien explícito de apoyo al Proyecto Varela y a su promotor, Osvaldo Payá, precedente que evitó repetir en sus presentaciones el Presidente Obama. ¿No había algo en esto susceptible de compararse o apuntar como referencia? Difícil de asimilar tanto silencio premeditado.
¿Y por qué no recordar, también en los 90 cuando casi todo el mundo esperaba el inevitable colapso cubano, como un nutrido grupo de importantes figuras norteamericanas de las administraciones Kennedy y Johnson encabezado por el más importante Secretario de Defensa, Robert MacNamara, discutieron no menos públicamente con los dirigentes cubanos todo el conflicto antes, durante y después de la Crisis de Octubre de 1962 (una memoria textual de este debate se publicó en Cuba, en el 2012), donde ambas partes explicaron sus razones, valores, acciones y reflexiones?
Todo el mundo pasó por alto que desde 1960 “el pueblo cubano” ha estado sujeto y saturado, dia tras dia, a los mensajes y valores que EEUU ha buscado imponer por la fuerza y la penetración mediática. Desde las emisiones de la VOA y Radio Swan pasando por todas las emisoras de Miami, encabezadas por Radio Mambí además de Radio y TV Martí. Pero, no sólo esto. En cualquier radiecito baratico de factura soviética podía cualquier cubano acceder, sin peligro para su vida o libertad individual, a las mejores transmisiones en castellano de las más importantes emisoras de Europa Occidental, desde la BBC hasta Radio Nethterlands o Francia Internacional.
El cubano promedio durante los 56 años del triunfo revolucionario ha estado expuesto además a lo mejor de la cine norteamericano, debiendo consignarse que alrededor del 70% de todas las películas que se ven en Cuba, en cines y TV, son producciones norteamericanas. Muchas de las mejores obras de su literatura se reproducen en Cuba, además del uso reciente del afamado “Paquete.” Y el Internet -con todos sus costos, pasados bloqueos y limitaciones- avanza por dia desde hace años ya, con más de 2 000 blogs, creciente conectividad y más de cuatro millones de usuarios de telefonía cibernética, pero nunca pensando en igualarnos ni superar a la Yuma (término que nace de un oeste norteamericano de los 50 que se volvió a popularizar en los 70).
Con semejante carga mediática durante décadas, ¿cómo es posible referirse a los contenidos del discurso de Obama como si fueran novedades excepcionales y en primicia? Una cobertura tal deviene tramposa y manipuladora, más allá de cualquier posible mérito de los pronunciamientos del Presidente Obama.
Algo muy parecido ocurrió con la exhaltación de Miami como un monumento al ingenio cubano-americano del exilio llamado histórico. ¿Alguien hizo el más mínimo cuestionamiento, expresó dudas sobre lo pertinente o no del ejemplo utilizado por Obama? Nadie. ¿Es o no cierto en la historia de las migraciones a EEUU, que jamás hubo una comunidad exiliada como los cubanos del 59 que recibiera la suma de beneficios, apoyos y privilegios federales, estatales y locales, sin olvidar las no pocas fortunas sacadas de Cuba cuando se comenzó a advertir la inminencia de la derrota de Batista? ¿Por qué no se toma alguna cita del conocido sociólogo Alejandro Portes al respecto? ¿O algunos ángulos reveladores de Back Channel to Cuba, de Kornbluh y LeoGrande? ¿Acaso están tan ocupados que no tienen tiempo para informarse?
No se quién le habrá sugerido al Presidente Obama el Miami como monumento de los exiliados cubanos, pero nadie pudo mencionar o intercalar las enormes contribuciones de la comunidad judía, de los colombianos -con o sin droga-, de peruanos y brasileños, de mexicanos y centroamericanos; de los flujos de enormes capitales del “sur” hacia Miami, que desde hace décadas ya empequeñecen la mayoría de las fortunas cubanas. Innecesario es acudir a la Mafia, a Miami Vice, los narcos y sus miles de millones, la violencia y los odios, los asesinatos y actos terroristas no esclarecidos, las conexiones sucias de todo tipo hasta “los plomeros” de Watergate. Junto al trabajo honrado y personalidades auténticamente emprendedoras, está todo esto. Todo esto es Miami. Un amigo cercano a la administración me decía con buen tino lo siguiente: Es un disparate comparar Cuba con Miami. Sus componentes y niveles no se corresponden. Cualquier comparación con Cuba debe ser con relación a la de sus vecinos en escala y contexto como República Dominicana, Honduras, Guatemala y otros similares. ¿Y por qué no decirlo cuando se produce un pronunciamiento tan unilateral? No pretendo restar “méritos,” pero sí reclamo cobertura amplia, documentada, balanceada y sin ocultamientos.

Comprobación Nacional al Control Interno reitero su carácter movilizador y preventivo




La Decima  Comprobación   Nacional al Control Interno , ejecutada del 2 de noviembre al 11 de diciembre de 2015 , se realizo de manera eficiente y responsable , aseguro en Conferencia de Prensa en la Habana , La Vicepresidenta del Consejo de Estado Gladis  Bejerano Portela , Contralora General de la República de Cuba .
Tres  fueron  los objetivos  priorizados en la Comprobación  realizada, esta vez en 396 entidades. La implementación, desarrollo e impacto de la descentralización de facultades aprobadas, el  cumplimiento de las medidas para enfrentar el envejecimiento  poblacional , y el proceso de otorgamiento de subsidios a la población para la  compra de materiales de construcción .
Entre las  principales  dificultades  detectadas  estuvo la descentralización de facultades , principalmente en las  empresas del sector agroalimentario , incorrecta elaboración del plan , incumplimiento del encargo  estatal , demora en la llegada a las  industrias de materias  primas y  problemas tecnológicos .

Nota Informativa de ETECSA


La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. informa a los clientes del servicio de correo electrónico @nauta.cu y @enet.cu que en la madrugada del próximo jueves 31 de marzo, en el horario comprendido entre las 00.00 y las 6.00 de la mañana se realizará un mantenimiento preventivo a la Plataforma de Correos
Afectación temporal del servicio de correo electrónico @enet.cu y @nauta.cu
 La Empresa de Telecomunicaciones de Cuba S.A. informa a los clientes del servicio de correo electrónico @nauta.cu y @enet.cu que en la madrugada del próximo jueves 31 de marzo, en el horario comprendido entre las 00.00 y las 6.00 de la mañana se realizará un mantenimiento preventivo a la Plataforma de Correos, en aras de ganar en seguridad y mayor robustez del servicio. Durante estas 6 horas los usuarios no podrán acceder a sus cuentas de correo electrónico ni cambiar sus contraseñas desde el Webmail.
 Ante cualquier dificultad con el servicio de correo electrónico después de las 6.00 de la mañana del jueves 31 de marzo, los usuarios de @enet.cu deben llamar al 0800 43434, Asistencia a los servicios de datos y los usuarios de @nauta.cu al 118, Información Comercial.
ETECSA ofrece disculpas por las molestias que pueda ocasionarle

Marzo de 1961: un mes colmado de agresiones y provocaciones

A pesar de las agresiones la Campaña de Alfabetización continuó su curso. Foto: Tomada del Libro Mil fotos de Cuba
Abocado el país a una inminente agresión mi­litar por fuerzas que se entrenaban en el exterior, en marzo de 1961 los sabotajes y agresiones del gobierno de Estados Unidos contra Cuba se in­cre­mentaron y las provocaciones aé­reas se multiplicaron. Por lo general, cada día, dos o tres aviones a chorro, procedentes de la ilegal Ba­se Na­val en Guantánamo, sobrevolaban nuestro territorio a una altura de 500 pies y en un rumbo de este a oeste. Más de 160 violaciones fueron registradas, incluyéndose entre ellas los helicópteros que s­a­lían de esa base, descendían unos minutos hasta posarse en territorio cubano y luego volvían a su lugar de origen.
Eran las semanas cercanas a los días de la in­vasión mercenaria por Playa Larga y Playa Gi­rón. Las intenciones enemigas iban dirigidas a debilitar nacional e internacionalmente a la Re­vo­lu­ción Cubana y crear las condiciones para materializar los objetivos que se habían propuesto.
LAS PRIMERAS AGRESIONES DEL MES
El primero de marzo, la prensa dio a conocer la noticia de que manos enemigas, al servicio del imperialismo yanqui, habían hecho estallar un petardo en los baños del plantel Nobel Academy —sito en 10 de Octubre No. 202, esquina a San Mariano—, con el trágico saldo de nueve heridos, entre los cuales estaba una niña que perdió la visión.
También ese día fue el sepelio del miliciano Máximo Gómez González, vilmente asesinado en Marianao por varios elementos contrarrevolucionarios.
El 2 de marzo, el presidente ecuatoriano José María Velazco Ibarra, reveló que el gobierno de Estados Unidos había condicionado la concesión de unos préstamos que Ecuador necesitaba para resolver apremiantes problemas, a que su país rompiera las relaciones diplomáticas con Cuba.
Los cubanos conocimos esa noticia mientras aviones piratas procedentes del norte, lanzaban propaganda contrarrevolucionaria en varios lu­ga­res del país. Acción que repetirían varias veces durante el mes.
Al siguiente día, elementos contrarrevolucionarios, hicieron estallar una bomba frente al edificio “SUMESA”, en el reparto Altahabana, causando la muerte al joven estudiante de Co­mer­cio José María Méndez Marrero.
Como consecuencia de un nuevo acto terrorista, el 8 de marzo, se dio sepultura al miliciano Carlos Rodríguez Borbolla, asesinado cuando custodiaba el almacén de papel de bobina sito en Franco, entre Lindero y Santa Marta. Dos días después, el 10 de marzo, también fue sepultado el miliciano Raúl Silvio Vega, quien murió a consecuencia de las heridas que había recibido, va­rios días antes, por criminales al servicio de la con­trarrevolución.
El 11 de marzo la sesión inaugural del Comité de Libertad de Prensa de la Sociedad Intera­me­ricana de Prensa (SIP) tuvo como tema central atacar a la Revolución Cubana y a la agencia Prensa Latina. Manejada por los dueños de los grandes rotativos del hemisferio, la SIP no halló otra fórmula para secundar las presiones nor­teamericanas que embestir contra Prensa Latina para restarle valor como agencia de noticias.
En la madrugada del 13 de marzo, en típico acto de piratería, un barco procedente de la base norteamericana, atacó con un cañón y ametralladoras de grueso calibre las instalaciones de la re­finería de petróleo de Punta Gorda, en San­tiago de Cuba. En el ataque murió el marinero cubano René Rodríguez Hernández.
LAS VACUNAS ESTABAN VENCIDAS
Ese día, 13 de marzo de 1961, en la escalinata de la Universidad de La Habana, el Coman­dante en Jefe Fidel Castro Ruz ofreció detalles acerca de las cínicas declaraciones de Kennedy respecto a un lote de 165 vacunas antipoliomielíticas suministradas a un funcionario cubano por representantes de la Cruz Roja norteamericana en la Base Naval de Guantánamo.
El hecho ocurrió cuando, al producirse un bro­te de poliomielitis en la ciudad, un fun­cio­nario de la Cruz Roja guantanamera, en vez de solicitar vacunas a la Cruz Roja Nacional —y sin consultarlo previamente— solicitó algunas va­cunas a la Cruz Roja de la Base Naval. En el momento de la entrega acudió allí una plaga de reporteros y de fotógrafos, y con mucha ceremonia y solemnidad levantaron acta e hicieron una gran algarabía en torno a la va­cuna.
Apenas habían pasado 48 horas cuando, en una conferencia de prensa, John F. Kennedy —haciendo un uso indigno y politiquero de aquel hecho—, con voz almibarada declaró que él tenía “una gran simpatía por el pueblo de Cu­ba, como lo demostraban esas vacunas que ha­bía mandado allí. […] lo más ridículo de todo eso —según contara Fidel a los estudiantes reunidos frente al Alma Mater— fue que entretenidos en politiquear con aquellas vacunas, no se dieron cuenta, o no quisieron darse cuenta de que ha­bían mandado unas vacunas que estaban vencidas desde hace tres meses”.[1]
CONTINÚAN LAS AGRESIONES
Las bandas de alzados —que habían proliferado en las zonas el Escambray en espera de la invasión, organizadas por el imperialismo y llevando luto a las familias campesinas con múltiples crímenes—, fueron desarticuladas por la acción revolucionaria de las Milicias y el Ejército Rebelde. El 14 de marzo, el Ministerio de las Fuerzas Revolucionarias publicó un comunicado por el cual dio a conocer que, “de los quinientos hombres aproximadamente que a principio de enero integraban los grupos contrarrevolucionarios divididos en diez bandas, han sido puestos fuera de combate 420, de la siguiente forma: 39 muertos y 381 prisioneros”.[2]
También el 14 de marzo, elementos contrarrevolucionarios de forma sincronizada incendiaron los Ten Cents de las calles Monte y Suárez y Obispo y Habana, ocasionando varios heridos y grandes pérdidas.
El 15, en Trinidad, el miliciano Miguel Rodrí­guez Rodríguez fue atacado y herido por elementos contrarrevolucionarios.
En su edición del 17 de marzo, el New York He­rald Tribune anunció que, en las próximas semanas, se producirían invasiones a Cuba por diferentes puntos de la Isla de manera simultánea. Y, el 18, se dio a conocer otro brutal asesinato en el Escambray, esta vez la víctima fue el cam­pesino Manuel Rodríguez Pozo.
El 21 de marzo, con la explosión de una po­tente bomba en un auto que estaba estacionado en calle 15 entre 2 y 4, en el Vedado, murieron dos personas, ignorándose si las víctimas estaban dentro o fuera del vehículo, ya que sus cuerpos fueron lanzados a ambos extremos de la acera. Frente al lugar de la explosión radicaba la Unión Sindical de los Viajantes de Medicina, donde se ha­bía efectuado un acto de la Federación de Mu­je­res Cu­ba­nas. En el momento de la explosión se hallaban todavía en el lugar numerosas asistentes al acto. Ese día también explotó un pe­tardo en San Ni­colás entre San Lázaro y Ma­le­cón y otro en el Cerro, en calle Cocos entre Au­ditor y San Pablo.
En el hotel Biltmore de Nueva York, el 23 de marzo, quedó constituido el “Gobierno Pro­vi­sional Contrarrevolucionario”, presidido por José Miró Cardona, quien expresó que aspiraba a derogar todas las leyes revolucionarias a fin de devolver a los monopolios extranjeros, a los latifundistas y a los grandes propietarios de fincas cubanas, las propiedades confiscadas por el Go­bierno Revolucionario. Era el Gobierno Pro­vi­sio­nal que Estados Unidos había concebido pa­ra tan pronto la brigada invasora de mercenarios ocupase una cabeza de playa, solicitara su apo­yo para ocupar el resto del territorio na­cional.
También ese 23 de marzo un crucero nor­tea­me­ricano atacó, con fuego de artillería an­tiaérea, a un avión cubano que volaba a la al­tura de Imías, en la zona de Guantánamo.
El 29 de marzo se conoció que —en la calle 32 No. 210, en El Vedado—, había sido ocupada una fábrica de bombas y gran cantidad de ar­mas. Asimismo, en el inmueble sito en San Ra­fael No. 966 entre Espada y Hospital, fueron de­te­nidos varios jefes de grupos terroristas, mientras desarrollaban una reunión para acordar la unificación de las pandillas terroristas.
ARRECIAN LAS AGRESIONES EL ÚLTIMO DÍA DE MARZO
Ninguna de las violaciones y agresiones pueden ser consideradas como hechos aislados. Todas tenían como denominador común destruir la Revolución Cubana, bien provocando el miedo o buscando un pretexto que justificara la agresión ante la opinión pública internacional.
Una de las acciones de más impacto ocurridas el 31 de marzo, fue la criminal provocación perpetrada por elementos contrarrevolucionarios en el parque de Güines, donde las instituciones católicas y los creyentes participaban en la tradicional representación de la Pasión y Muerte de Jesucristo. En plena actividad religiosa, un grupo de contrarrevolucionarios llegó dando gritos y atacando a varios espectadores; otro hizo numerosos disparos desde un automóvil y, para hacer más dramática la situación, lanzaron fósforo vivo cerca del escenario. La rápida ac­ción del pueblo evitó que se produjera un incendio, pero no pudo evitar que se produjeran heridos, algunos de ellos muy graves.
También, ese último día de marzo, a las 13:30 horas, un guardacostas de la Marina de Guerra Revolucionaria interceptó una goleta de Estados Unidos en aguas jurisdiccionales de Cuba y le pidió que le siguiera hasta el puerto de Baracoa con el propósito de aclarar su situación. Poco después llegaron al lugar dos aviones a chorro, los cuales descendieron continuamente sobre el guardacostas. Luego, dos aviones de guerra cu­yas maniobras tan cercanas causaron intoxicación de algunos marineros miembros de la tripulación. Media hora más tarde, llegaron otros dos aviones tipo Catalina y, después aparecieron dos destructores norteamericanos que prosiguieron en su intento por amedrentar a la embarcación cubana. La situación alcanzó tal nivel de tensión que —según escribiera el ministro de Relaciones Exteriores Interino, doctor Carlos Olivares en una nota de protesta entregada al embajador de Suiza en Cuba—, “las autoridades cubanas que estaban conociendo del hecho, percatadas del ine­quívoco propósito provocador de las unidades de guerra norteamericanas, ordenaron al guardacostas cubano que permitiera a la goleta en cuestión proseguir libremente su rumbo”[3] frustrando de este modo un grave incidente de consecuencias imprevisibles.
Gracias que en Palm Beach, Florida, dos altos jefes policiales desbarataron una nueva conjura al desmentir la información de la agencia de noticias norteamericana UPI, en el sentido de que cuatro cubanos tramaban el secuestro de la hija del presidente John F. Kennedy.
A todos estos acontecimientos del 31 de mar­zo se suma que, coincidentemente, ese día vencía el plazo de la Ley Azucarera contra Cu­ba, aprobada por el Gobierno norteamericano, la cual concedía poderes extraordinarios al presidente de Estados Unidos para redistribuir las cuotas de azúcar en el mercado estadounidense. John F. Kennedy decidió aprobar una prórroga de la Ley por otros 15 meses y eliminar definitivamente a Cuba como proveedor de azúcar a ese país.
A PESAR DE TANTAS AGRESIONES, LA REVOLUCIÓN NO SE DETUVO
Esos atentados y provocaciones que ocu­rrían continuamente, no impidieron que avanzara la Revolución. Mientras hombres y mujeres se preparaban para enfrentar militarmente la in­minente amenaza de invasión, la primera za­fra del pueblo se desarrollaba con la participación de decenas de miles de macheteros vo­luntarios.
Y la Campaña de Alfabetización, a cuya or­ganización e implementación se dedicaban los mayores esfuerzos, fue priorizada de modo tal que, cuando Armando Hart, entonces ministro de Educación, tuvo que viajar al frente de una de­legación cultural por varios países de Europa, Fidel Castro asumió el cargo de ministro de Edu­cación para dirigir personalmente la batalla contra el analfabetismo.
Producción, defensa y alfabetización no se de­tuvieron a pesar de que en la segunda quincena de abril el pueblo cubano tendría que en­frentar y derrotar a un ejército de mercenarios invasores.


[1] Revolución. 14 de marzo 1961. p. 3.
[2] Revolución. 14 de marzo 1961. p. 1.
[3] Revolución, 5 de abril de 1961, p. 8.

Nemesia y el poeta


La his­toria de Nemesia Rodríguez Montano está mar­cada por el dolor que le causó a ella y a su familia la invasión mercenaria en abril de 1961
La imagen de los zapaticos blancos traspasados por la metralla tocó la sensibilidad del escritor. Foto: Yander Zamora
CIÉNAGA DE ZAPATA, Matanzas.—La his­toria de Nemesia Rodríguez Montano está mar­cada por el dolor que le causó a ella y a su familia la invasión mercenaria en abril de 1961. Y aunque el tiempo redime un tanto el recuerdo de los dramáticos sucesos, ella sigue viendo por todas partes la presencia ineludible de su madre.
No puedo olvidarla, dice con la mayor na­turalidad, y asegura que no es el drama de los muertos, “es que su memoria me trae recuerdos de la infancia y también mucha tristeza, sobre todo cuando se acerca el mes de abril”, admite la humilde cenaguera, aferrada a envejecer y morir en su natal Ciénaga de Zapata.
Algo bueno en esa tormenta recurrente es la evocación de una persona bondadosa, que en aquellas horas señaladas por la tragedia se impuso un receso como periodista para consagrarse a escribir quizá su mejor poema: Elegía de los zapaticos blancos.
“Conocí a Jesús Orta Ruiz, el Indio Naborí, en un momento muy triste y su ternura quedó grabada para siempre en mi memoria. Lo recuerdo como un hombre derecho y de buen corazón, y con el tiempo supe que él sentía especial afecto por las personas humildes, sencillas”.
“Conocí a Jesús Orta Ruiz en un momento muy triste”, cuenta Nemesia. Foto: Yander Zamora
La trágica historia de Nemesia y su familia, víctimas del bombardeo que alcanzó el ca­mión donde se evacuaban, dio origen a un poe­ma que con estremecedora belleza ofrece las consecuencias de la invasión, sin dudas la mejor crónica sobre los sucesos de Girón, uno de los acontecimientos más publicitados y sobre el que se han escrito cientos de artículos y libros.
La imagen de unos zapaticos blancos traspasados por la metralla tocó la sensibilidad de quien era ya un reconocido periodista y escritor, que con apasionado sentido de la solidaridad humana entendió enseguida que había algo más impactante que la narración del drama.
Cuenta Nemesia que algunos años más tarde supo por el propio Naborí las circunstancias que matizaron su encuentro con el re­nombrado poeta. Asegura que fue Celia Sán­chez quien le pidió a Naborí, conocedor profundo del género humano, que contara en una crónica lo ocurrido con su familia, víctima del brutal ataque.
“Cuando El Indio llegó a la terminal de Jagüey Grande le señalaron el camión de mi papá, que había sido pintado de rojo y llevaba en letras amarillas la sigla INRA (Instituto Nacional de Reforma Agraria). En la cama del camión encontró los zapaticos blancos atravesados por la metralla mientras escudriñaba y hacía fotos a los escombros.
“Con ellos se apareció en la casa donde yo me encontraba junto a mi hermana herida, justo detrás de la funeraria del pueblo. Ya ha­bíamos enterrado a mi mamá y yo lloré sin consuelo al ver además mis sueños rotos, aquellos zapaticos que tanto me ilusionaron.
“Conversó conmigo largo rato y me hizo muchas preguntas. Para tratar de calmarme suplicó que le contara sobre mis sueños de niña y fue entonces que conoció los pormenores de mi obsesión por los zapaticos blancos, que mi mamá solo pudo comprarme luego del triunfo de la Revolución, justo en abril de 1961; los vi tan lindos que no encontraba ocasión ni lugar para estrenar.
“Mi papá llegó a la casa y dijo que recogiéramos lo imprescindible que había una invasión y debíamos trasladarnos a Jagüey Gran­de. A mis 13 años de edad yo no tenía la menor idea de lo que era una invasión; de todas maneras, eché la mejor de mi escasa ropa y mis zapaticos blancos.
“En el camino un avión ametralló el ca­mión de mi papá, donde íbamos todos, y mató a mi mamá e hirió a dos hermanos y a mi abuelita. Un testimonio más o menos así debí contarle al poeta, quien al llegar a La Habana le contó a su esposa: ‘¡Ay, Eloína!, creo que no voy a cumplir con el encargo de Celia, pues tengo algo en mente y debo escribirlo esta misma noche’”.
Y así nació Elegía de los zapaticos blancos, tal vez la nota más alta y humana contada sobre los sucesos de Girón.
En gesto generoso, El Indio y personas allegadas le compraron a la niña Nemesia un par de zapatos en la tienda Fin de Siglo, en La Habana.
“Después de sucesivas negativas acepté por agradecimiento y para no parecer demasiado grosera. Los guardé y los tuve mucho tiempo, pero nunca fue igual.
“Él vino a verme en varias ocasiones a So­plillar. Fue un amigo cercano a la familia y a quien quisimos mucho. Una vez organizamos una canturía en casa y lo invitamos. Ya para entonces estaba ciego y mis hermanos y yo le obsequiamos una décima. Él se puso muy contento y dejó ver su naturaleza de hombre bonachón”.
Por lo mucho que los cubanos hemos oído hablar de Nemesia, quizá alguien piense que se siente una mujer importante.
Pero no es así, es la misma campesina de siempre, que sigue viviendo en un hogar humilde en el interior de la Ciénaga, eso sí, colmada del cariño y la admiración de su pueblo.
—¿Y qué me dices de Fidel?
—Nadie me conoce mejor, sabe que soy una mujer franca y orgullosa de su Revo­lución. Verlo así, luchando todavía, me da mucha fuerza y optimismo para vivir y continuar defendiendo los mismos ideales.
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