Guayacán es el nombre común con el que se conoce a varias especies de árboles nativos de América, pertenecientes a los géneros Tabebuia, Caesalpinia, Guaiacum y Porlieria. Todas las especies de guayacán se caracterizan por poseer una madera muy dura. Es justamente por esa característica que reciben el nombre de guayacán, aun cuando no guarden relación de parentesco entre sí.

martes, 20 de agosto de 2019

Los yanquis no pudieron desfalcar la fábrica de cemento El Morro

Los yanquis pretendían desfalcar la fábrica de cemento El Morro (la más importante y antigua de las fábricas de cemento en Cuba) y marcharse a Estados Unidos
Ejecutivos de la fábrica de Cemento El Morro en 1951. Foto: Phottic

Cuando la dirección sindical de la fábrica de cemento El Morro del Mariel, detectó que los ejecutivos norteamericanos que representaban a los dueños de esa empresa estaban dilapidando sus activos y preparado su huída para Estados Unidos, lo denunciaron al Gobierno Revolucionario.

No era la primera vez que la administración yanqui de esta fábrica violaba groseramente las leyes cubanas respaldada por gobernantes corruptos, como ocurrió con el del presidente Ramón Grau San Martín en 1948.
Vista de la fábrica de cemento El Morro (hoy René Arcay) en Mariel. Foto: Archivo de Granma

CUANDO SE NEGARON A PAGAR EL IMPUESTO
La fábrica de cemento era propietaria de las fincas Mujica, Cayo Masón, Nadín y Tabaquera, todas en el municipio de Mariel, de donde extraía de esas tierras utilidades superiores a un millón de pesos de una cantera no declarada, por lo que debían tributar al fisco dos mil ciento cuarenta y cinco pesos, con veinte centavos, mensuales, que no pagaban desde el año 1936.
El adeudo ascendía a trescientos ochenta y dos mil pesos, que la empresa se negaba a pagar. Además, con toda impunidad y arrogancia, amenazaba con despedir a los trabajadores y a cerrar la instalación si continuaban conminándola a pagar.

Entrada a la fábrica de cemento El Morro por ferrocarril en 1951. Foto: Phottic

Ante esta insólita respuesta el Alcalde de Mariel, Martín Fernando Pacheco, dispuso en apremio el cobro del impuesto territorial que la empresa no pagaba desde 1936.
Entonces el presidente Grau presionó al Alcalde y al presidente de la Audiencia de Pinar del Río, donde se tramitaba el caso para que dejaran sin efecto el litigio, pero ambos no cedieron.
Era tanto el descaro, que el propio embajador de Estados Unidos en Cuba, Mr. Henry Rowed, envió una nota al Ministerio de Estado solicitando que el gobierno cubano interviniera la fábrica de cemento para poder evadir el pago del impuesto municipal y la Resolución de embargo de la fábrica por el municipio de Mariel, hecha firme con la Sentencia de la Audiencia de Pinar del Río.
Cintillo del periódico El Mundo sobre el bochornoso fraude de la fábrica de cemento El Morro. Foto: Revista Bohemia

En esos días el embajador norteamericano aprovechó la ocasión para entrevistarse con el presidente Grau en el Palacio Presidencial, acompañado por Mr. Scott Thompson, administrador de la Compañía Cubana de Cemento Portland.
Días después en una vergonzosa maniobra, el 25 de agosto de 1948, el presidente Grau dispuso la intervención oficial de la fábrica de cemento yanqui, con lo que, mediante esta falsa acción quedaba suspendido el cobro territorial a la empresa extranjera

El periódico El Mundo ofreció una amplia información sobre la intervención de la fábrica de cemento El Morro. Foto: Revista Bohemia

LA INTERVENCION REVOLUCIONRIA
La “LoneStarCementCorporation”, de Estados Unidos, era la propietaria de la Compañía Cubana de Cemento Portland, que producía la marca de cemento El Morro, en Mariel.
El Morro, era la más importante y antigua de las fábricas de cemento en Cuba, con 666 obreros. La 9na. Industria no azucarera de acuerdo con el número de sus trabajadores, se fundó el 27 de abril de 1918.
Los obreros de esta planta históricamente siempre habían mantenido su lucha frente alincumplimiento de los convenios laborales y otros acuerdos, por parte de la administración.
El coronel Fulgencio Batista era un visitante de la fábrica de cemento El Morro, eso explica el apoyo de la Guardia Rural a la compañía cada vez que existía un conflicto con los obreros. Foto: Archivo de Granma

En las elecciones sindicales de 1954 fue elegida una nueva dirección obrera. De los 16 electos, 14 pertenecían al M-26-7, y uno de esos dirigentes obreros fue el joven René Arcay, vicedelegado ante los organismos oficiales y patronales, Teniente de Milicias y jefe de Acción y Sabotaje en Mariel, quien murió durante la Huelga General Revolucionaria el 9 de abril de 1957 al intentar paralizar la fábrica que hoy lleva su nombre.
En los primeros meses del año 1960, un inusual trasiego de cheques para pagar un derroche de compras superfluasy otros gastos, llamó la atención de los trabajadoresquienes se dispusieron a vigilar estrechamente cada movimiento que realizaban esos ejecutivosdentro de la fábrica.
A los ejecutivos de la Compañía Cubana de Cemento Portland, les agradaba viajar periódicamente a Cuba para disfrutar intensamente la vida. La elocuente imagendel año 1930 fue encontrada en un archivo de la fábrica. Foto: Archivo de Granma
Resultaba evidente que los yanquis en connivencia con algunos técnicos cubanos de su confianza preparaban la huida del país y el colapso de la fábrica por falta de personal especializado, entre otras cosas.
Los obreros descubrieron y denunciaron a las autoridades revolucionarias los siguientes movimientos:
Que el vicepresidente de la empresa, Mr. Young, había sacado copias de numerosos documentos de la compañía y que se había marchado para Estados Unidos con ellos.
Que tanto la administración yanqui como los técnicos cubanos de su confianza –contrarrevolucionarios–, estaban preparando la huida hacia Estados Unidos, sacando pasajes para marcharse poco a poco, con los gastos pagados con los fondos de la empresa.

Primera plana del periódico Hoy del 21 de agosto de 1960. Foto: Archivo de Granma


Los dirigentes sindicales presentaron las evidencias con copias fotostáticas de los cheques expedidos a nombre de L.W. Dishop, financiero; W.Power, superintendente y del cheque que a nombre de J.N.Hartley, tesorero, se enviaría a Mr. Young, el Vicepresidente, que se hallaba en Nueva York, así como de un chequehecho a favor de Mr. S. Thompsom, quien ya no pertenecía a la entidad.
Todos los cheques tenían la siguiente nota: “Por gastos de preparación y embarque de artículos personales conforme a convenio de arrendamiento de servicios de dichos funcionarios”.
Entrada principal a las oficinas de la fábrica de Cemento El Morro, intervenida por el Gobierno Revolucionario. Foto: Ernesto Calderín
Diariamente aumentaba el número de cheques emitidos a favor de Administradores con cargo a “Gastos de Administración”, o “Anticipos Personales”, gastos por la tramitación de residencia en Estados Unidos y a compra de dólares.

Instantes en que le informaban a los ejecutivos de la fábrica de cemento la Resolución de intervención. Foto: Ernesto Calderín
Con todos estos elementos y para proteger los intereses de los trabajadores, del pueblo y del Estado, el Gobierno Revolucionario intervino la Compañía Cubana de Cemento Portland el 18 de agosto de 1960.


El interventor del Gobierno Revolucionario –tercero a la izq.–, explica a los obreros aspectos sobre la Resolución adoptada, ante los intentos del personal ejecutivo por desfalcarla y marcharse a EE.UU. Foto: Ernesto Calderín


Fuentes:
Revista Bohemia, 6 de abril de 1973, pag.100
Periódico Granma, 29 de agosto de 1973
Periódico Hoy, 21 de agosto de 1960
Las Empresas en Cuba 1958, Guillermo Jiménez Soler


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