jueves, 12 de noviembre de 2015

Un norteamericano que vino a matar a Fidel. #TenemosMemoria #Cuba


Allan Robert Nye, ex piloto de la Fuerza Aérea norteamericana contratado para asesinar a Fidel Castro
Por Israel Valdés Rodríguez*
Desde que los Estados Unidos conocieron que la guerrilla liderada por Fidel Castro en la Sierra Maestra iba obteniendo resonantes triunfos y la guerra de liberación se acercaba a la victoria definitiva decidió optar por otros recursos o medios violentos: el magnicidio, como modalidad del terrorismo.
En este caso, que a continuación narraremos, el FBI ofreció sus servicios a los órganos represivos de la dictadura de Fulgencio Batista, convirtiéndose de hecho, en el primer complot para asesinar a Fidel.
El 12 de noviembre de 1958 el Allan Robert Nye llega a La Habana en un vuelo regular para discutir con las autoridades cubanas un proyecto de asesinato contra el jefe del Ejército Rebelde, comandante Fidel Castro. Se inscribió en el Hotel Comodoro bajo el nombre de George R. Collins. Le entregaron cierta suma de dinero para gastos durante su estancia de cinco semanas en La Habana, donde llegó a entrevistarse con el general Francisco Tabernilla Dolz y el coronel Orlando Piedra Negueruela El 19 de diciembre Nye fue llevado en el avión del ejército de Batista número 231A a la antigua provincia de Oriente para que realizara un reconocimiento en el terreno y lograra llegar hasta el jefe guerrillero.
Llevaba consigo un mapa detallado de la Sierra Maestra y el sitio aproximado de su comandancia. De su hombro colgaba un fusil automático Rémington calibre 30.06 con mirilla telescópica y de su cadera pendía un revolver calibre 38 especial. El 20 de diciembre llegó a Bayamo, cruzó el río Cautillo y entró en territorio rebelde. El 25 de diciembre fue detenido por una avanzada rebelde y en el interrogatorio procedió a contar toda su historia, incluyendo la localización de las armas que había dejado escondidas.
Permaneció detenido hasta el 16 de enero de 1959 en que fue trasladado a La Habana, allí fue interrogado nuevamente y procesado jurídicamente. En el juicio oral confesó el proyecto de asesinato contra Fidel por la suma de cien mil dólares, previo acuerdo entre el FBI y las autoridades cubanas.
Fue sancionado a la pena de muerte por fusilamiento, pero se le conmutó la sanción y se decidió deportarlo a los Estados Unidos, razón por la cual fue entregado a dicha sede diplomática con la advertencia de que fuera sacado del país en un término de 48 horas.
Este fue el inicio de una larga lista de más de 630 proyectos de magnicidio contra Fidel Castro. Es un verdadero record que ningún otro jefe de Estado del universo desearía igualar.
* (San Antonio de los Baños, 1952) profesor e historiador, miembro del secretariado permanente de la Unión de Historiadores  de Cuba.

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