
Después de cumplir con los compromisos
formales de su agenda, el Secretario de Estado John Kerry se fue a andar
La Habana. Mientras paseaba por las calles y saludaba al pueblo cubano
como si fuera un vecino más, mientras admiraba monumentos históricos y
disfrutaba un refrigerio en un acogedor restaurante del casco histórico
de la capital, los extremistas de la derecha de Miami pataleaban y
derramaban lágrimas por la rabia que suele provocar la impotencia, y el
saberse cadáver de la historia. Lo de “cadáver” no es una palabra
gratuita; ya expliqué las razones para considerarlos de esa manera en un
artículo publicado el 29 de julio. (http://latardesemueve.com/archives/2300)
El viernes 14 de agosto, cuando el reloj
no hizo más que marcar la una de la tarde, el dúo formado por la
congresista Ileana Ros-Lehtinen y la negociante Remedios Díaz-Oliver
llamó al programa de Ninoska Lucrecia Pérez Castellón en Radio Mambí,
donde de pronto se formó la tertulia de los lamentos y el fracaso. Las
tres señoras, en preocupante negación de la realidad, decían que lo que
pasó en La Habana no podía estar pasando, que era un espejismo que ellas
y su amigo Jeb Bush lo iban a borrar.
Ileana y Remedios llamaron desde un mismo
teléfono; caminaban o manejaban juntas, cuando literalmente sollozaron
ante los radioescuchas de Miami. Un espectáculo lamentable e inesperado a
la vez. La otrora influyente congresista, ex jefa del Comité de
Relaciones Exteriores de la Cámara, haciendo pucheros en público junto a
la acaudalada presidenta del US Cuba Democracy PAC, que mantiene a un
grupo de vanidosos haraganes en Washington DC para que Estados Unidos
arrecie las sanciones económicas que castigan al pueblo cubano; y para
que, de ser posible, se reduzcan los viajes y el envío de remesas a Cuba
hasta los estrechos límites donde los llevó el gobierno del guerrerista
George W. Bush.
Pero ni en medio del llanto nos podemos
confiar de estas señoras, que aprovecharon para hacer campaña política a
favor del partido Republicano. Sin que el histerismo les nublara las
malas ideas, dijeron que existía una conspiración contra los intereses
de la derecha extremista cubanoamericana, y manipularon como prueba una
investigación realizada por los prestigiosos académicos Peter Kornbluh y
William Leogrande, que con el título de “Inside the crazy backchannel
negotiations that revolutionized our relationship with Cuba” apareció el
jueves 13 de agosto en la publicación del Archivo Nacional de Seguridad
de la George Washington University.
Pero Ros-Lehtinen y Díaz-Oliver no le
hablaron a los oyentes de Miami del contenido general del trabajo, solo
les interesó, y no para bien, una parte de la publicación; la que señala
la llamada de atención que le hizo la entonces Secretaria de Estado
Hillary Clinton al Presidente Obama tras celebrarse la Sexta Cumbre de
las Américas, acerca de que Estados Unidos había perdido prestigio en
América Latina por su obsoleta posición ante Cuba; por lo que había
llegado el momento de levantar las sanciones y reconsiderar el bloqueo.
Después de remarcar esta información
revelada por Kornbluh y Leogrande, aquellas tres señoras empezaron a
lanzar vituperios contra Hillary Clinton como si estuvieran en las salas
de sus casas; le llamaban traidora de una forma bastante descompuesta y
soliviantaban a los radioyentes para que votaran Republicano. Aquello
se convirtió en el primer programa de campaña electoral, gratis, que
Univisión Radio le regala a la derecha cubanoamericana de Miami para las
generales del 2016.
Dice el colega Eddie Levy que llamar a
Ileana “loba” le da un poco de pena por lo elegante que es esa especie
animal; por lo que él prefiere decirle “hiena”. Lo cierto es que aquella
camada rabiosa siguió enfureciéndose, y calificaron la visita de John
Kerry a La Habana como “la segunda Bahía de Cochinos”, que es como la
derecha miamense llama a la derrota sufrida por los mercenarios en Playa
Girón, que en su delirio histórico dicen que se debió a que fueron
traicionados por los norteamericanos, porque el presidente Kennedy no
envió la aviación a apoyarlos.
Remedios Díaz-Oliver deliró al afirmar
que había sido algo providencial que de pronto el viento cesara de
correr en La Habana, por lo que la bandera norteamericana izada en la
embajada no se movía; cuando hay muchas fotos subidas a internet que
muestran lo contrario. Una prueba más de que el fanatismo ciega a esta
gente.
Luego Ninoska arremetió contra Carlos
Gutiérrez, el ex Secretario de Comercio de George W. Bush, que como
ejecutivo de grandes empresas norteamericanas ha entendido que el
bloqueo contra Cuba es algo inoperante. Gutiérrez era uno de sus
antiguos aliados y es denigrado ahora porque no dice lo que le gusta
escuchar a los extremistas. El héroe de la tarde del pasado viernes 14
para estas señoras fue James Cason, ex jefe de la otrora Oficina de
Intereses de Estados Unidos en Cuba y actual alcalde de Coral Gables,
que por ganar votos para su reelección le dice a los derechitas lo que
quieren oír.
Además de montar su pasajera alharaca, a
ese grupo no le queda mucho por hacer. Su candidato Jeb Bush se ha caído
en las encuestas, para no hablar del desastre del muñequito Rubio. La
verdad que no les queda otra opción que ponerse a llorar; pero eso es
algo que no deben hacer en la radio, sino en el parque.
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