Por Arthur González
Realmente lo que Cuba tiene que soportar es mucho y sobre todo si se trata de la arrogancia de Estados Unidos.
Es cierto que finalmente los yanquis se percataron que su política anticubana no les daba los resultados que esperaban de derrocar el socialismo que tanto les molesta, por estar a solo 90 millas de sus costas y considerarlo un mal ejemplo para los países del hemisferio occidental, pero sus metas para lograrlo algún día no han cesado.
Es cierto que finalmente los yanquis se percataron que su política anticubana no les daba los resultados que esperaban de derrocar el socialismo que tanto les molesta, por estar a solo 90 millas de sus costas y considerarlo un mal ejemplo para los países del hemisferio occidental, pero sus metas para lograrlo algún día no han cesado.
Ya se conoce mundialmente que Estados Unidos diseñó una guerra económica contra la Revolución cubana, con el fin de que se viniera abajo en solo 6 meses, algo que muchos creyeron y por eso viajaron a norte a la espera de que la Casa Blanca tomara nuevamente las riendas del p
oder en Cuba, algo que nunca pudieron disfrutar y por consiguiente sus hijos aun aúllan de rabia.

Pero lo insólito es que Penny Pritzker, secretaria de Comercio de Estados Unidos, después de su breve visita a la Habana el pasado mes de octubre, declarara durante una entrevista en el canal televisivo CNBC, que “un mayor comercio con Cuba va a depender no solo de los deseos de compañías estadounidenses, que tienen altas expectativas al respecto, sino también de que el Gobierno cubano haga cambios”.
Según sus consideraciones, hay situaciones internas en Cuba que afectan las inversiones extranjeras y puso como ejemplo que: “si se quiere contratar a alguien hay que hacerlo por medio de una agencia de empleos controlada por el Estado, así que usted no tiene libertad para entrevistar a quien quiera; y también hay incertidumbre con respecto a las regulaciones. Así que hay muchas cosas que son impedimentos a la inversión extranjera directa en Cuba”.
Finalmente calificó a los gobernantes de la Isla de “cautelosos y conservadores, mientras intentan hacer que su economía funcione”.
Estas declaraciones confirman que Estados Unidos no ha variado sus posiciones respecto a Cuba, pues achacarles a regulaciones para la contratación de trabajadores y a la cautela de sus gobernantes de los problemas de la economía actual, es una burla al sufrimiento que soporta el pueblo cubano como resultado de las múltiples leyes impuestas por el Congreso estadounidense, para entorpecer su desarrollo.
Parece que, como muchos ciudadanos de Estados Unidos, la señora Pritzker desconoce algunas cuestionen causantes de la difícil situación por la que atraviesa la economía cubana, reconocidas las recomendaciones elaboradas por el “Council on Foreign Relations”, CFR, publicadas en 1999, en las que en las que se propone cómo deben conducirse las relaciones con Cuba, para lograr la deseada Transición hacia el capitalismo, donde se afirma textualmente que:
“La oposición de Estados Unidos a la Revolución cubana y el apoyo a la democracia y al desarrollo en este Hemisferio, lograron frustrar las ambiciones cubanas de expandir su modelo económico e influencia política”.
Además, Penny Pritzker, debe tener en cuenta otros documentos oficiales de su Gobierno que definen la política contra Cuba, en los que se expresan:
Además, Penny Pritzker, debe tener en cuenta otros documentos oficiales de su Gobierno que definen la política contra Cuba, en los que se expresan:
[…] “La acción política será apoyada por una guerra económica, que induzca al régimen comunista a fracasar en su esfuerzo por satisfacer las necesidades del país, las operaciones psicológicas acrecentarán el resentimiento de la población contra el régimen…”
Y tampoco puede olvidar lo expresado por la CIA en un memorando al Presidente, el 12.12.1963, que afirma:
[…] “Estas medidas han sido en buena parte responsables de las actuales dificultades
económicas de Castro, pero pudieran adoptarse nuevas y eficaces medidas de guerra económica.”
[…] “Estas medidas han sido en buena parte responsables de las actuales dificultades

Una prueba de quienes son los únicos responsables del cerco económico contra Cuba, está en las multas a bancos extranjeros por ejecutar operaciones financieras con la Isla, como la impuesta por Estados Unidos a la entidad bancaria francesa Credit Agricole, el pasado mes de octubre 2015, ascendente a 787,3 millones de dólares.
El año 2014 el mayor banco francés, el BNP Paribas, acordó pagar 8 mil 900 millones de dólares por actividades financieras prohibidas con Cuba y dos países más, siendo esta la multa más alta de la historia con el fin de amedrentar a los que se atrevan a apoyar la economía cubana.
El año 2014 el mayor banco francés, el BNP Paribas, acordó pagar 8 mil 900 millones de dólares por actividades financieras prohibidas con Cuba y dos países más, siendo esta la multa más alta de la historia con el fin de amedrentar a los que se atrevan a apoyar la economía cubana.
Después de releer estas notas, quién tiene que hacer los cambios, ¿la pequeña Isla bloqueada, agredida y amenazada, o los propios Estados Unidos?
Es mucho lo que hay que soportar cuando se escuchan declaraciones similares de altos funcionarios gubernamentales estadounidenses, los que intentan confundir y desinformar al mundo con mensajes tergiversados y cargados de mala fe, para que quizás algún día afirmen que el sufrimiento de los cubanos ha sido solo un daño colateral.
Al escuchar las palabras de la secretaria de Comercio, vienen a la mente las afirmaciones de José Martí, cuando escribió desde New York con extensa lucidez:
“…porque está muerto acá en política el que ose decir que no debe cubrir el mundo la sombra del águila