› El Día de la Jabita en imágenes |
Por Naislet Rojas
Vuelve Guillermo Fariñas a hacer de las suyas. No respeta ni códigos, ni leyes, ni nada. Desacata todo tipo de reglamento solo porque según él y su mal juicio en Cuba todo anda mal, incluso los requerimientos de un establecimiento público para conservar la disciplina.
El jueves en la noche Fariñas llegó a la Estación de Ferrocarriles de Santa Clara. Allí como en cualquier parte del mundo, solo pasan al andén pasajeros con boletos en mano.
Ah pues Fariñas quiso pasar a por todas. Necesitaba despedir a un compinche y las últimas instrucciones debían ser justo delante de la línea férrea, punto que por cuestiones de seguridad se le impide a cualquier ciudadano.
Como buen rufián asedió la instalación por varios sitios y ante la invulnerabilidad de la vigilancia golpeó entonces al custodio con un paraguas como un vulgar desajustado.
Por la provocación mencionada fue detenido de inmediato.
En la estación a donde fue conducido, volvió a sus andanzas; rompió un cristal con el fin de autoagredirse.
Claro, no era la herida por la herida, se trataba de otra artimaña para sacar a escena su papel de víctima golpeada.
Luego alguna prensa internacional diría: El opositor Guillermo Fariñas fue brutalmente golpeado por la policía nacional… bla bla bla bla bla.
Que pena por Fariñas, quien presume ser un intelectual; al final del teatro, solo rasga vestiduras para gastar el dinero del imperio y su comparsa.
› Tomado del blog Tienelapalabra
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