Tomado de Cambios en Cuba
El más reciente hecho se conoció este viernes, cuando el diario The Washington Post reveló que un hackers accedió la semana pasada a 1,3 millones de direcciones de correos electrónicos y nombres usados en la sección de ofertas de trabajo de su sitio digital.
"Nos dimos cuenta rápido del ataque y cerramos de inmediato el sitio. El caso ahora está en las manos de las autoridades", señaló el periódico, al presentar sus excusas a los lectores.
Pero el 16 de junio la Agencia Central de Inteligencia (CIA) admitió que un grupo de ciberpiratas denominado Lulz Security atacó su página de Internet.
Lulz Security dio de qué hablar, pues con anterioridad se responsabilizó con la invasión a los sitios electrónicos del Senado, Sony Corp, News Corp y el Sistema de Radiodifusión Pública estadounidense.
Lo cierto es que entonces, los hackers dejaron fuera de servicio por unos minutos la página de la CIA, la cual no se podía acceder desde Nueva York a San Francisco (California) y desde Bangalore (India) a Londres (Reino Unido).
Aseguran que para ellos penetrar constituye "una simple diversión", un "juego" que pone en evidencia la supuesta infalibilidad de las redes, aunque algunos analistas de seguridad intentaron minimizar la importancia de estos ataques.
Jeffrey Carr, autor del libro Inside Cyber Warfare: Mapping the Cyber Underworld (Dentro de la guerra cibernética: panorama del submundo cibernético), dijo que los hackers, aunque quieran, no pueden llegar a datos sensibles de la CIA.
El programa de InfraGard del Buró Federal de Investigaciones (FBI), la librería en línea de la OTAN, el robo de cientos de miles de números de tarjetas de crédito de un portal de Citigroup, son parte también de esa "simple diversión" de los hackers.
El Departamento de Seguridad Nacional anunció a finales de junio un nuevo sistema de control sobre sus redes para evitar la entrada de intrusos.
Ese mecanismo incluyó una lista actualizada de los 25 errores de programación más frecuentes que permiten en la actualidad las agresiones más serias en este campo.
Durante tres años se desarrolló el proyecto, dijo Robert A. Martin, ingeniero principal de una entidad no lucrativa que realiza investigaciones federales en ingeniería de sistemas.
Sin embargo, las incursiones siguen. El 4 de julio, mientras se festejaba el Día de la Independencia estadounidense, un grupo de hackers entró al Twitter de la sección política del canal Foxs News y difundió la falsa noticia del asesinato del presidente Barack Obama.
El mecanismo de autentificación de cuentas que existe en esa plataforma ofrecía a los usuarios fiabilidad a la información publicada por determinada fuente, pero ahora parece que también este método es vulnerable.
Vaya noticias para la Casa Blanca, porque desde hace varios años Washington desarrolla sus sistemas para enfrentar un presunto escenario virtual de guerra contra enemigos ciberespaciales externos.
El propio Pentágono confirmó que cualquier agresión de esta naturaleza se considerará un acto de guerra y en correspondencia, Estados Unidos podrá contraatacar por las vías tradicionales.
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