Guayacán es el nombre común con el que se conoce a varias especies de árboles nativos de América, pertenecientes a los géneros Tabebuia, Caesalpinia, Guaiacum y Porlieria. Todas las especies de guayacán se caracterizan por poseer una madera muy dura. Es justamente por esa característica que reciben el nombre de guayacán, aun cuando no guarden relación de parentesco entre sí.

miércoles, 14 de febrero de 2024

Confesos terroristas bajo la égida de Washington organizaron centenares de crímenes contra Cuba


 Según documentos e investigaciones, suman alrededor de mil las acciones violentas, terroristas, organizadas y ejecutadas contra la Isla

 

 

La historia, particularmente después del triunfo revolucionario de 1959, refrenda centenares de crímenes de lesa humanidad cometidos contra el pueblo cubano.

En documentos e investigaciones realizadas por expertos nacionales y foráneos, incluso de EE.UU, sobre el considerable número de acciones violentas, terroristas, organizadas y ejecutadas contra la Isla, se señala que estas suman alrededor de mil, con diversidad de estrategias y vasta manipulación de información, a través de campañas de tergiversación y mentiras en medios de comunicación occidentales sobre la realidad en Cuba.

Y esas actividades terroristas no solo fueron orientadas a asesinar al máximo líder Fidel Castro, hacia el cual planificaron más de 600 intentos, a lo cual se añaden también iguales propósitos con otros dirigentes. Sin embargo, no fueron posibles de concretar por varias razones: la inteligencia y arrojo de escoltas del Comandante en Jefe, así como la profesionalidad de sus estrategas y también la intuición, perspicacia y olfato de este, ante cada ocasión que lo ameritó.

Respecto a Fidel, señalan investigadores que los planes estaban trazados desde su estancia en el Ejército Rebelde durante la epopeya de la Sierra Maestra, a través de una conspiración gestada entre Batista y el F.B.I., con el fin de asesinarle antes del triunfo de 1959, temían por su actuar corajudo, oratoria y capacidad movilizadora. Alan Robert Nye, el cual fue capturado el 25 de diciembre de 1958 por los rebeldes, señaló las intenciones de los organizadores del complot.

Y posteriormente a la victoria se han desenmascarado decenas de planes, entre estos el del Paraninfo de la Universidad de Panamá, Cumbre Iberoamericana, en hoteles, lugares públicos, y no solo en la Isla, sino además en otros países, escenarios locales y foráneos en los que se conoció el propósito de eliminarlo físicamente, pero en varios casos ni el enemigo pudo ejecutarlo, pues titubeó ante la impactante y fuerte personalidad de Fidel. Ello podría constituir, (al igual que el bloqueo contra la Mayor de las Antillas), récord de ignominia contra un Jefe de Estado de un país.

A partir de 1960 se orquestaron también decenas de actos terroristas contra la población, causando más de tres mil muertes y cantidad superior de heridos e incapacitados.

A esa infamia se añade la invasión mercenaria por Playa Girón, y en todos los casos sus patrocinadores radicaron en Estados Unidos o tenían estrechos lazos con extremistas del sur de la Florida.
Desde territorio norteamericano también han financiado subversión sistemática, la cual tiene aún vigencia, con envío de dinero y exhortaciones en redes sociales a desestabilizar el país y quebrantar la institucionalidad y tranquilidad ciudadana.

También la historia rememora los secuestros de pescadores, las bombas en embajadas cubanas, como las últimas acontecidas en Washington, además de ubicación de artefactos explosivos en hoteles, centros recreativos. Igualmente se han desplegado varias operaciones de la CIA potenciadas contra la Isla.

En fin, son un considerable número de macabras estrategias, esta lista sí es extensa, donde los muertos y heridos los puso el noble pueblo cubano, y sus patrocinadores reales, inescrupulosos, proceden de Norteamérica.

¿Dónde murieron impunes y cobijados en el sur estadounidense los más connotados terroristas de América, Luís Posada Carriles y Orlando Bosh?

Precisamente en Miami, y protegidos por una mafia extremista y carente de esencia humanista.

Y ello resulta vergonzoso ante tanta “proclamación en Washington de respeto a los derechos humanos y a la democracia”, pero algún día se impondrá la verdad ante los millones de personas de buena voluntad que también ahí radican.

Quizá se logre cuando exista en la Casa Blanca un gobierno más racional, sensato, pragmático, con voluntad política de respetar la autodeterminación de las naciones y sobre todo, sin exacerbar odios y disponerse a establecer relaciones armónicas y de buena vecindad entre los pueblos.

De seguro redundaría en bienestar y desarrollo para ambas partes, y se incrementaría el comercio, los intercambios académicos, científicos, turísticos, de seguridad marítima, aérea y la lucha contra el delito y el narcotráfico internacional.

Entonces se pasaría a una nueva época de relaciones con solo levantar el criminal asedio, el bloqueo, borrar a la Mayor de las Antillas de la espuria lista de patrocinadores de terrorismo, (de esa en la que nunca debió estar por lo absurdo e injustificado que resulta), al ser la Isla víctima principal de ese flagelo.

Además, la nación caribeña no ha atentado contra el pueblo de EE.UU, de ahí que mantener a Cuba en esa relación, es una afrenta a la dignidad humana por parte de la administración estadounidense.

En documentos e investigaciones realizadas por expertos nacionales y foráneos, incluso de EE.UU, sobre el considerable número de acciones violentas, terroristas, organizadas y ejecutadas contra la Isla, se señala que estas suman alrededor de mil, con diversidad de estrategias y vasta manipulación de información, a través de campañas de tergiversación y mentiras en medios de comunicación occidentales sobre la realidad en Cuba.

Y esas actividades terroristas no solo fueron orientadas a asesinar al máximo líder Fidel Castro, hacia el cual planificaron más de 600 intentos, a lo cual se añaden también iguales propósitos con otros dirigentes. Sin embargo, no fueron posibles de concretar por varias razones: la inteligencia y arrojo de escoltas del Comandante en Jefe, así como la profesionalidad de sus estrategas y también la intuición, perspicacia y olfato de este, ante cada ocasión que lo ameritó.

Respecto a Fidel, señalan investigadores que los planes estaban trazados desde su estancia en el Ejército Rebelde durante la epopeya de la Sierra Maestra, a través de una conspiración gestada entre Batista y el F.B.I., con el fin de asesinarle antes del triunfo de 1959, temían por su actuar corajudo, oratoria y capacidad movilizadora. Alan Robert Nye, el cual fue capturado el 25 de diciembre de 1958 por los rebeldes, señaló las intenciones de los organizadores del complot.

Y posteriormente a la victoria se han desenmascarado decenas de planes, entre estos el del Paraninfo de la Universidad de Panamá, Cumbre Iberoamericana, en hoteles, lugares públicos, y no solo en la Isla, sino además en otros países, escenarios locales y foráneos en los que se conoció el propósito de eliminarlo físicamente, pero en varios casos ni el enemigo pudo ejecutarlo, pues titubeó ante la impactante y fuerte personalidad de Fidel. Ello podría constituir, (al igual que el bloqueo contra la Mayor de las Antillas), récord de ignominia contra un Jefe de Estado de un país.

A partir de 1960 se orquestaron también decenas de actos terroristas contra la población, causando más de tres mil muertes y cantidad superior de heridos e incapacitados.

A esa infamia se añade la invasión mercenaria por Playa Girón, y en todos los casos sus patrocinadores radicaron en Estados Unidos o tenían estrechos lazos con extremistas del sur de la Florida.
Desde territorio norteamericano también han financiado subversión sistemática, la cual tiene aún vigencia, con envío de dinero y exhortaciones en redes sociales a desestabilizar el país y quebrantar la institucionalidad y tranquilidad ciudadana.

También la historia rememora los secuestros de pescadores, las bombas en embajadas cubanas, como las últimas acontecidas en Washington, además de ubicación de artefactos explosivos en hoteles, centros recreativos. Igualmente se han desplegado varias operaciones de la CIA potenciadas contra la Isla.

En fin, son un considerable número de macabras estrategias, esta lista sí es extensa, donde los muertos y heridos los puso el noble pueblo cubano, y sus patrocinadores reales, inescrupulosos, proceden de Norteamérica.

¿Dónde murieron impunes y cobijados en el sur estadounidense los más connotados terroristas de América, Luís Posada Carriles y Orlando Bosh?

Precisamente en Miami, y protegidos por una mafia extremista y carente de esencia humanista.

Y ello resulta vergonzoso ante tanta “proclamación en Washington de respeto a los derechos humanos y a la democracia”, pero algún día se impondrá la verdad ante los millones de personas de buena voluntad que también ahí radican.

Quizá se logre cuando exista en la Casa Blanca un gobierno más racional, sensato, pragmático, con voluntad política de respetar la autodeterminación de las naciones y sobre todo, sin exacerbar odios y disponerse a establecer relaciones armónicas y de buena vecindad entre los pueblos.

De seguro redundaría en bienestar y desarrollo para ambas partes, y se incrementaría el comercio, los intercambios académicos, científicos, turísticos, de seguridad marítima, aérea y la lucha contra el delito y el narcotráfico internacional.

Entonces se pasaría a una nueva época de relaciones con solo levantar el criminal asedio, el bloqueo, borrar a la Mayor de las Antillas de la espuria lista de patrocinadores de terrorismo, (de esa en la que nunca debió estar por lo absurdo e injustificado que resulta), al ser la Isla víctima principal de ese flagelo.

Además, la nación caribeña no ha atentado contra el pueblo de EE.UU, de ahí que mantener a Cuba en esa relación, es una afrenta a la dignidad humana por parte de la administración estadounidense.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...