El líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, siempre estuvo dispuesto a tener mejores relaciones con Estados Unidos, pero sin poner en riesgo la soberanía de la isla, resaltaron este martes en Washington conocedores de los vínculos bilaterales.
Un panel moderado por el embajador cubano, José Ramón Cabañas, e integrado por estadounidenses que dialogaron en diferentes momentos con el dirigente revolucionario fallecido el 25 de noviembre de 2016, recordó diversos modos en los que este buscó un acercamiento y privilegió los nexos con el pueblo norteamericano.
Ante diplomáticos de varios países y amigos de la isla, Gail Walker, directora ejecutiva de la Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria/Pastores por la Paz, destacó el carácter altruista del proceso social iniciado en la nación caribeña en 1959 y el apoyo brindado a países de diversos continentes.
La activista apuntó que esa solidaridad cubana también se ha manifestado con Estados Unidos, como ocurrió tras el paso del huracán Katrina en 2005, cuando Fidel Castro ofreció enviar más de mil 500 médicos para asistir a los afectados, una ayuda rechazada por el entonces presidente George W. Bush.
Asimismo, Walker se refirió a la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana, donde se han formado hasta la fecha 170 médicos norteamericanos de comunidades de bajos ingresos, a partir de una iniciativa gestada por el Comandante en Jefe de la mayor de las Antillas.
Por su parte, Julia Sweig, experta en estudios latinoamericanos, recordó que en varias ocasiones vio al líder revolucionario debatir con algunos de sus críticos más fuertes sobre temas relacionados con Cuba.
De acuerdo con la ex integrante del influyente Consejo de Relaciones Exteriores, Fidel Castro conversó en esa línea con miembros de la élite económica, cultural y política norteamericana, siempre con la puerta abierta para empujar la plataforma de las relaciones entre el país antillano y Estados Unidos.
Sweig manifestó luego a Prensa Latina que el público estadounidense es muy diverso, pero ya sea con representantes del ámbito religioso, comercial, cultural o educacional, se vive ahora un momento en que todos esos sectores están a favor de los nexos normales con Cuba.
Estructuralmente lo hemos alcanzado, ‘y eso es puro Fidel’, apuntó la estudiosa en alusión a la estrategia del dirigente para compartir su mensaje con la sociedad norteamericana.
Peter Kornbluh, director del Proyecto de Documentación sobre Cuba en el Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington, apuntó que el Comandante en Jefe conocía las diferencias entre el pueblo y el gobierno estadounidense.
El historiador, quien recientemente visitó el lugar donde reposan los restos de Fidel Castro en el cementerio Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba, relató algunos momentos clave en los que el dirigente trató de sostener contactos con las administraciones de este país.
Kornbluh, coautor del libro Diplomacia encubierta con Cuba: historia de las negociaciones secretas entre Washington y La Habana, afirmó que en todo momento el líder caribeño dejó clara su disposición al diálogo, y solo pedía a cambio el respeto a la soberanía la isla.
Esa idea fue reiterada por el abogado cubanoamericano José Pertierra, quien señaló que lo que no aceptaba era la exigencia de condiciones.
Desde los primeros momentos él estuvo dispuesto a tener buenas relaciones, aunque discrepara el gobierno norteamericano, el problema no era de Cuba, sino de Estados Unidos, consideró.
Fuente:
Cubadebate
Fecha:
22/11/201
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