Este es un espacio de intercambio y reflexión, para demostrar la valía de un pueblo que se enfrenta al Imperio más poderoso del planeta con la seguridad absoluta en la Victoria porque le asiste la razón. Esas son las Razones de Cuba
Guayacánes el nombre común con el que se conoce a varias especies de árboles nativos de América, pertenecientes a los géneros Tabebuia, Caesalpinia, Guaiacum y Porlieria. Todas las especies de guayacán se caracterizan por poseer una madera muy dura. Es justamente por esa característica que reciben el nombre de guayacán, aun cuando no guarden relación de parentesco entre sí.
Bajo el lema ¨¨ Los
ciudadanos y las TIC por un
desarrollo sostenible ¨¨., se desarrolla
en la Habana el VII Taller de Atención Ciudadana Comunicación Institucional, Protección
al Consumidor y Calidad Caliprot 2017
auspiciado por el Ministerio de Comunicaciones (MINCON).
Cecilia Valdez
Milán, segunda Jefa de la Dirección
de Comunicación Institucional y Atención Ciudadana del MINCOM, en la inauguración del evento
destaco que el mismo busca socializar
las buenas prácticas y contribuir al perfeccionamiento de la gestión integrada
de procesos generados alrededor de las telecomunicaciones, los servicios postales y las tecnologías de la
información (TIC).
Caliprot 2017 abarcara temáticas relacionadas con el
perfeccionamiento de la gestión empresarial Alrededor de 37 ponencias serán
presentadas en el evento que se desarrolla en el Centro de Negocios en la
barriada habanera de Miramar y que concluirá el venidero 3 de noviembre.
En el contexto del conclave serán impartidas 10 conferencias, una muestra palpable de que el
evento ha ido creciendo y donde mantiene en el centro de su atención a los ciudadanos.
En la primera jornada de Caliprot 2017 se realizó las
conferencia Política y Proceso de Informatización de la sociedad cubana
impartida por el ingeniero Wilfredo González
Vidal , Viceministro del MINCOM , quien explico las particularidades y la
proyección estratégica de la política integral para el reordenamiento de la
informatización de la sociedad cubana que incluye un programa nacional de
informatización , y un programa de adopción en las tecnologías de la
información y las telecomunicaciones en los organismos , entidades y en los
gobiernos municipales y provinciales.
También ¨¨Big Data, las redes sociales y las elecciones ¨¨ por el
conferencista Raúl Antonio Capote Fernández, director de Comunicación
Institucional del MINCOM.
Para este miércoles
está previsto el trabajo en comisiones y la presentación de ponencias.
Bajo el lema Los ciudadanos y las Tecnologías de la información y las telecomunicaciones(TIC) por
un desarrollo sostenible ,se desarrollara del 31 de octubre al 3 de noviembre
en el Centro de Negocios Miramar en la
Habana el VII Taller de Atención Ciudadana ,Comunicación Institucional ,Protección
al Consumidor y Calidad , Caliprot 2017.
Bajo el auspicio del Ministerio de Comunicaciones (MINCOM)
el evento al que asistirán especialistas
,investigadores ,docentes , y
estudiantes de los sectores
público ,empresarial y no estatal ,del
ámbito de las telecomunicaciones , los servicios postales y las tecnologías de
la información y las comunicaciones busca socializar las buenas prácticas y
contribuir al perfeccionamiento de la gestión integrada de procesos generados
alrededor de las telecomunicaciones , los servicios postales y la TIC.
Raúl Antonio Capote Fernández, director de comunicación
institucional y atención ciudadana del MINCOM dijo que el taller abarcara
temáticas relacionadas con el perfeccionamiento de la gestión empresarial.
¨¨ Se abordara el amplio impacto social en torno a la atención ciudadana, la comunicación institucional y la
respuesta a los planteamientos de los
electores.¨¨ preciso Capote.
Caliprot 2017 analizara entre otros, asuntos como la
protección a los consumidores con el sector,
gestión de la calidad de productos y servicios, simplificación e integración de
trámites y la participación ciudadana en el gobierno y el comercio electrónico.
Trabajadores y empresas de la Organización Básica Eléctrica (OBE) en La
Habana recibieron el reconocimiento por la labor realizada durante la
primera etapa de recuperación tras el paso del huracán Irma.
En el cine teatro Yara, se realizó el acto de reconocimiento presidido
por la integrante del Buró Político del Comité Central del Partido
Comunista de Cuba y Vicepresidenta del Consejo de Estado Mercedes López
Acea, primera secretaria del Partido en la capital y Alfredo López
Valdés, ministro de Energía y Minas.
La Distinción Ñico López, entregada por el Sindicato Nacional de los
Trabajadores de Energía y Minas le fue impuesta por López Acea a los
obreros Jorge Luis Torres Aguiar, Ernesto Díaz Palacio y José Cañete
Geliz, por su destacada participación en las labores de recuperación en
la ciudad así como en otros territorios del país.
También se hizo entrega de un Reconocimiento Especial otorgado por el
Ministerio de Energía y Minas, la Unión Eléctrica y el Sindicato del
sector a 14 entidades del sector eléctrico capitalino.
La primera secretaria del Comité Provincial del Partido en La Habana
trasmitió una felicitación a los eléctricos capitalinos por la abnegada
labor mostrada tras el paso del huracán Irma que permitió en seis días
recuperar el servicio eléctrico. (Fotos del autor)
Los cubanos rindieron homenaje al Comandante Camilo Cienfuegos Gorriarán, desaparecido hace 58 años.
Estudiantes
de las Escuelas Militares Camilo Cienfuegos, guardiamarines, cadetes de
los centros de nivel superior de las Fuerzas Armadas Revolucionarias,
del Ministerio del Interior y el pueblo de La Habana en general se
trasladaron desde la Plaza de la Revolución José Martí, en una
peregrinación hasta el malecón habanero y depositaron flores en el mar, en una ceremonia que se realiza en el país desde hace décadas.
Encabezaron
la peregrinación la integrante del Buro Político del Comité Central del
Partido Comunista de Cuba, Vicepresidenta del Consejo de Estado y
Primera Secretaria del Partido en la capital, Mercedes López Acea; el
Héroe de la República de Cuba y asesor del Presidente de los Consejos de
Estado y de Ministros, General de División de la Reserva, José Ramón
Fernández; el Segundo Jefe del Estado Mayor General de las FAR, General
de División Roberto Legrá Sotolongo.
Al hablarle a los presentes
en el acto, la estudiante Karenny Heinrich Rodríguez, de la escuela
militar Camilo Cienfuegos, de Arroyo Arenas, evocó la fidelidad del
Héroe de Yaguajay a Fidel y a la Revolución.
Camilo Cienfuegos
desapareció el 28 de octubre de 1959 a los 27 años cuando regresaba de
una misión encomendada por el líder de la Revolución Cubana, Fidel
Castro Ruz, en la región centroriental de la Isla. Era uno de los 82
hombres que en diciembre de 1956 desembarcó en el Yate Granma para
iniciar la lucha guerrillera en la Sierra Maestra y fue clave en la
derrota de la dictadura de Fulgencio Batista.
Al frente de la
Columna No. 2 “Antonio Maceo”, con 92 combatientes- solo 82 armados-
emprendió la triunfal invasión guerrillera hacia el occidente de Cuba,
junto a la Columna No. 8 “Ciro Redondo”, al mando del Comandante Ernesto
Guevara de la Serna.
El
pasado 17 de febrero el Departamento de Estado y la Embajada de Estados
Unidos en La Habana informaron por primera vez al Ministerio de
Relaciones Exteriores y a la sede diplomática de Cuba en Washington, la
ocurrencia de presuntos ataques acústicos entre noviembre de 2016 y
febrero de 2017
El pasado 17 de febrero el Departamento de Estado y la Embajada de
Estados Unidos en La Habana informaron por primera vez al Ministerio de
Relaciones Exteriores y a la sede diplomática de Cuba en Washington, la
ocurrencia de presuntos ataques acústicos entre noviembre de 2016 y
febrero de 2017.
Según han trasladado las autoridades estadounidenses, estos
incidentes se produjeron con el empleo de dispositivos sónicos de largo
alcance y ocasionaron afectaciones a la salud de funcionarios de esa
sede diplomática y sus familiares.
¿Qué es un ataque acústico? Se define como ataque acústico la emisión
de altos decibeles de sonido para generar diferentes reacciones físicas
y cognitivas con fines de neutralización, a través del empleo de armas
no letales o equipos disponibles en el mercado.
En Cuba no existe este tipo de tecnología y está prohibida la
importación comercial de cualquier equipamiento con estas funciones, por
lo que su introducción al país solo podría realizarse de manera ilegal.
LA INVESTIGACIÓN
Desde la primera notificación de los alegados eventos acústicos, las
autoridades cubanas asumieron con suma seriedad las informaciones
trasladadas por los estadounidenses. Se desarrolló una exhaustiva
investigación, indicada por la máxima dirección del gobierno cubano, en
la que se desplegaron múltiples acciones de instrucción, periciales,
técnicas y operativas, para esclarecer los presuntos hechos en un área
novedosa, pues no existen precedentes de este tipo de agresiones en
Cuba, ni en otras partes del mundo.
Cumpliendo lo establecido en la Ley de Procedimiento Penal vigente en
Cuba, se radicó el expediente investigativo número 10/17, en función de
aclarar un posible delito de Acto contra los Jefes y representantes
diplomáticos de Estados extranjeros. Al respecto, el Teniente Coronel
Francisco Estrada Portales, Jefe de la Sección de Investigación
Criminal del Ministerio del Interior, reveló un grupo de acciones de
instrucción desarrolladas, entre ellas: la toma de declaraciones a
testigos residentes en las zonas colindantes con los lugares de
ocurrencia de los hechos; la emisión de despachos a diferentes
instituciones para que certificaran asuntos de interés para la
investigación; mediciones del espectro radioelectrónico y sonoro en las
zonas de ocurrencia de los hechos, así como la toma de muestras
específicamente sonoras en esos ambientes.
Asimismo, dijo que cuando las autoridades estadounidenses entregaron
muestras de las que habían sido recogidas por ellos en los supuestos
eventos acústicos, se le realizaron dictámenes periciales.
Se conformó un Grupo de Trabajo Permanente, responsabilizado con el
proceso investigativo, en el que intervinieron diferentes especialidades
del Ministerio del Interior, y se constituyó un comité de expertos en
temas acústicos integrado por especialistas de los Ministerios de
Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente y de Salud Pública.
De manera inmediata y ante la situación planteada por la parte
estadounidense, el gobierno de Cuba, en cumplimiento de sus obligaciones
con la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, incrementó
todas las medidas necesarias para impedir cualquier acción contra los
diplomáticos de Estados Unidos.
En este sentido, el Teniente
Coronel Estrada Portales se refirió a que “en los intercambios con
funcionarios de la embajada de Estados Unidos, han reconocido que
aprecian el incremento de las medidas de seguridad y protección, y
solicitaron que se mantuvieran en función de garantizar la tranquilidad
de sus funcionarios diplomáticos en nuestro país”.
¿EQUIPOS, PACIENTES, INTENCIONES, RUIDOS…?
El Departamento de Estado a través de una nota diplomática informó
que los supuestos ataques sónicos se realizaban desde equipos acústicos
de largo alcance, y no aportó más información al respecto.
Sin embargo, en la investigación desplegada por las autoridades
cubanas no se obtuvieron informaciones o elementos que indicaran la
existencia de algún equipamiento emisor de sonido como el descrito por
la parte estadounidense.
Tampoco se detectaron intenciones o planes de ingresar al país estos
dispositivos por fronteras aéreas o marítimas, donde se reforzó la
vigilancia en coordinación con la Aduana General de la República.
El gobierno de Estados Unidos también ha manejado públicamente que
sus diplomáticos habían presentado variedad de síntomas como: náuseas,
mareos, dolor facial, dolor abdominal, afectación auditiva, problemas
cognitivos e incluso daños cerebrales, experimentados en circunstancias y
contextos muy diversos, lo que hace suponer el presunto empleo de
múltiples dispositivos.
Reconocidos científicos del mundo, autores de numerosas
investigaciones en diferentes campos del conocimiento como la medicina y
la física, asociados a los fenómenos sónicos, han sostenido diversas
hipótesis que ponen en duda la ocurrencia de los presuntos ataques
acústicos.
Estos especialistas, vinculados a prestigiosas instituciones
académicas y centros de investigación, consideran improbable que la gran
variedad de síntomas hayan sido provocados por un equipamiento
conocido, y explican que no es posible causar daños cerebrales a partir
de estos incidentes.
Afirman que la pérdida de la audición solo puede provocarse por la
exposición a fuentes audibles y que no constan precedentes médicos de
este padecimiento a causa de sonidos inaudibles, como insisten en
presentar autoridades y medios de prensa norteamericanos.
Argumentan, además, que no existen armas infrasónicas capaces de
provocar las afecciones descritas, lo que ha sido demostrado en
experimentos con animales. Tales daños solo podrían producirse con el
empleo de potentes equipos de grandes dimensiones, que afectarían a
varias personas en un radio de acción determinado y no de manera
selectiva como alegan los estadounidenses.
A pesar de los presuntos daños a la salud, ningún funcionario de la
Embajada acudió a instituciones hospitalarias donde habitualmente
reciben atención médica.
“Y hasta ahora a ninguna unidad de nuestro sistema de salud, ningún
paciente nos ha llegado con esa sintomatología asociada a que ha sido
supuestamente agredido por un arma sonora”, confirmó la Dra. Martha
Beatriz Martínez Torres, quien es especialista en Otorrinolaringología e
integrante del comité de expertos creado para la investigación.
En este sentido, el Teniente Coronel Estrada Portales, comentó que se
recibió respuesta de la Dirección Municipal de Salud de Playa, donde
certificaron que no habían sido atendidos pacientes por patologías que
pudieran asociarse con ataques acústicos o ruidos anómalos de altos
decibeles. “Además, se revisó si algunas de las personas residentes en
los alrededores de las viviendas donde supuestamente estaban ocurriendo
estos ataques, hubieran sido afectados, atendidos en sus áreas de salud,
con resultados negativos”, agregó.
Durante la investigación, se entrevistaron 20 testigos, vecinos de
las viviendas de los diplomáticos supuestamente agredidos, quienes
manifestaron no haber escuchado ruidos extraños, ni presentado problemas
de salud o auditivos similares a los reportados por los diplomáticos de
Estados Unidos.
El Jefe de Sección de Investigación Criminal confirmó que todos los
testigos fueron sometidos a un examen médico minucioso, y ninguno tuvo
afecciones de salud auditiva que pudieran relacionarse con los hechos
investigados.
Por su parte la especialista en Audiología, la Dra. Álida Suárez
Landrián explicó que como parte del trabajo a los testigos se les
realizaron pruebas audiométricas a las personas vecinas de los lugares
supuestamente implicados en las afecciones auditivas. “De dichas pruebas
auditivas ninguna dio positivo a un trauma acústico, o sea, que esa
curva audiométrica fue negativa para trauma acústico. Por otra parte, se
realizó también pruebas de reflejo estapedial y todos fueron también
negativos”, apuntó.
Para los expertos resulta llamativo que los vecinos del lugar no
hayan sido afectados o al menos percibieran los alegados ruidos.
La Dra. Martha Beatriz Martínez Torres, otorrinolaringóloga, afirma
que si en el interior de una vivienda o un local hay más de 90
decibeles, el exterior tiene que tener un número mayor en la frecuencia
auditiva. “¿Qué es lo que estamos diciendo con esto? Quiere decir que no
solamente sería afectada la persona que esté en una vivienda o un
local, sino que todo el entorno, todas las personas que están en el
medio exterior, también sufrirían”, añadió.
De acuerdo con las normas internacionales, el grupo de expertos en
temas acústicos realizó mediciones de ruido ambiental en diferentes
horarios y áreas aledañas a las residencias de los diplomáticos
estadounidenses, sin embargo no se detectó ninguna anomalía.
Por su parte, el Laboratorio Central de Criminalística del Ministerio
del Interior también efectuó comprobaciones prolongadas de vigilancia
acústica y realizó grabaciones de ruido ambiente de manera aleatoria,
las cuales ofrecieron resultados dentro de los parámetros normales.
Entre las limitadas acciones de cooperación por la parte
estadounidense, estuvo la entrega tardía de algunas muestras sonoras
vinculadas, supuestamente, con los hechos informados, de ahí que
recibieran un exhaustivo dictamen técnico pericial.
En este sentido, el Teniente Coronel Juan Carlos Molina Campos,
Ingeniero en Telecomunicaciones, precisó que luego del análisis
realizado a las señales de las tres grabaciones entregadas por los
estadounidenses, “se puede decir, sin dudas, que las personas que
realizaron estas grabaciones no estaban sometidas a un nivel de presión
acústica elevado”, pues para que pueda haber daño a las personas deben
estar expuestas a “niveles de más de 80, 90, 100 decibeles de señal”.
Por su parte el Dr. en Ciencias Físicas Carlos Barceló Pérez apuntó:
“Los niveles que nosotros logramos medir están en el orden de los 74
decibeles aproximadamente, y ese nivel no toma la zona de los daños
auditivos traumáticos, porque para que haya un daño traumático
permanente, hacen falta niveles sobre los 120, 130 decibeles. Pero a
todas luces, lo que está en la grabación, los niveles sonoros no se
aproximan, ni remotamente, a los niveles que harían un daño de la
audición”.
Los parámetros establecidos por la Academia Estadounidense de
Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello en relación con los
daños en humanos expuestos a armas acústicas, se encuentran en
intensidades superiores a los 90 decibeles. En ninguno de los casos, las
muestras de audio entregadas rebasaron estos niveles, hecho demostrado
técnica, pericial y científicamente.
Si bien no se comprobó el empleo de medios técnicos para realizar
estas supuestas agresiones de manera intencional, durante el riguroso
análisis, las grabaciones mostraron coincidencias con los sonidos
emitidos por algunas especies de insectos, especialmente grillos y
cigarras.
El Teniente Coronel Molina Campos reveló lo siguiente: “Hicimos una
prueba, tomamos una grabación en un parque de nuestra capital y la
caracterizamos.
Aplicamos las mismas técnicas de procesamiento digital que aplicamos
con las muestras de audio que nos entregaron, al sonido que grabamos de
la cigarra, y coincidentemente pudimos comprobar que también es un
sonido que está sobre los 7 kilociclos, que tiene un ancho de banda
aproximadamente igual sobre los 3 KHz y que audiblemente es muy
parecido. Hicimos también comparación de espectros de todas las señales
aportadas con el espectro que grabamos y evidentemente este ruido común
es muy parecido al ruido de una cigarra”.
Estos insectos habitan en zonas costeras, rurales y urbanas a lo
largo de todo el archipiélago cubano y fueron identificados en la prueba
de campo realizada en áreas aledañas a las residencias de los
diplomáticos estadounidenses.
Investigadores norteamericanos reconocen que los ruidos causados por
un grupo de cigarras pueden alcanzar los 90 decibeles; mientras los
producidos por los grillos pueden registrar una intensidad de 95
decibeles.
En ambos casos, la exposición por tiempos prolongados a estos sonidos
puede conducir a la pérdida auditiva, irritación e hipertensión.
Los investigadores cubanos demostraron a través de un profundo
estudio la similitud entre las muestras sonoras entregadas y el sonido
de esos insectos. Este resultado fue presentado a la contraparte
estadounidense como la causa plausible de algunos incidentes sonoros
reportados.
Hasta el momento, Estados Unidos no ha respondido sobre la
información entregada, sin embargo, autoridades de ese país, citadas por
medios de prensa internacionales bajo condición de anonimato, han
señalado que los presuntos ruidos se asemejan a los sonidos de estos
insectos.
RESPUESTA OPORTUNA A LAS “SOSPECHAS”
Dos presumibles ataques acústicos fueron reportados el 25 de abril.
Esta vez, los funcionarios estadounidenses informaron a la Cancillería
cubana sobre agresiones sónicas en habitaciones del Hotel Capri, lugar
donde se hospedaba un diplomático de la embajada y uno de los médicos
que arribó a la Isla para examinar a las hipotéticas víctimas de los
presuntos incidentes.
Independientemente de que transcurrieron varios días entre los
supuestos hechos y la denuncia, las autoridades cubanas realizaron
diligencias investigativas de rigor. Se inspeccionaron locales, áreas
aledañas y otras zonas distantes, y no se encontraron huellas físicas o
evidencias materiales de interés para la investigación.
El personal de administración y servicios, así como varios huéspedes
declararon no haber escuchado sonidos extraños o presentar alguna
sintomatología por exposición a ruidos.
Como parte del análisis, se tomaron muestras de sonido que
registraron un ambiente predominantemente silencioso y se comprobó la
hermeticidad de los ventanales de las habitaciones. Además, se
desarrolló un experimento mediante el cual se emitieron sonidos de mayor
frecuencia y potencia que los registrados en las muestras de audio
estadounidenses, y se corroboró que no podrían ser audibles en el
interior de ninguno de los dos locales.
Al respecto, el Teniente Coronel Ernesto Pico Abello, primer perito
criminalista del Ministerio del Interior, explicó: “En el radio de las
zonas exteriores a la instalación de hasta 150 metros no existe ninguna
edificación al nivel de las habitaciones que permita colocar una fuente
sonora incluso a potencia de 120 decibeles que sea considerada dañina
para el oído humano, o que pueda llegar a registrarse con la ventana
cerrada en estas habitaciones y provocar contaminación acústica dañina
para los huéspedes”.
Ante un panorama presuntamente incierto de agresiones contra
diplomáticos estadounidenses, se debieron adoptar medidas de seguridad y
protección del personal, así como la restricción de movimientos en
territorio cubano y la limitación de viajes para funcionarios y
familiares a la mayor de las Antillas.
Sin embargo, el comportamiento resultó ser totalmente diferente. Una
muestra de ello fue que luego del 17 de febrero, fecha en que reportaron
por primera vez los ataques, y hasta el 26 del propio mes, los
diplomáticos estadounidenses notificaron a la Cancillería cubana 15
viajes fuera de la capital con fines recreativos. Por otro lado, entre
febrero y junio, la embajada de Estados Unidos solicitó un total de 293
visas, de ellas 158 para familiares y amigos de los funcionarios
acreditados en la Isla, quienes también se movieron libremente por el
país en viajes de esparcimiento.
Ante esta situación el Teniente Coronel Estrada Portales llamó la
atención sobre un tema específico. Reveló que “al momento de denunciarse
estos hechos por la embajada de Estados Unidos, el Jefe del
Departamento de Seguridad Diplomática del MININT llamó a una entrevista
al Jefe del Área de Seguridad de esa sede, y al indagar con él sobre la
ocurrencia de los hechos, en función de precisar datos para desarrollar
nuestra investigación, resultó que este funcionario desconocía la
ocurrencia de esos hechos”.
Y agregó: “es muy significativo por dos razones fundamentales: una,
resultó posteriormente que ese funcionario Jefe del Área de Seguridad
que desconocía la ocurrencia de los hechos, fue reportado como uno de
los atacados; y la segunda de tanta importancia como la primera, es que
desconocía la ocurrencia de los ataques contra sus funcionarios y
familiares, cuando su función en Cuba es, precisamente, preservar a
estos funcionarios y familiares”.
OBSTÁCULOS PARA LA INVESTIGACIÓN
Durante este período de investigación se evidenció la falta de
voluntad de las autoridades estadounidenses para cooperar en el
esclarecimiento de los hechos, pues no facilitaron la entrega de la
información necesaria, ni colaboraron con las diligencias investigativas
del Ministerio del Interior.
En la práctica, solo se ha experimentado el acceso extemporáneo de
los investigadores cubanos a los inmuebles presuntamente afectados y la
entrega de nuevas muestras de supuestas agresiones sonoras.
En este sentido, el Teniente Coronel Estrada Portales señaló: “Las
autoridades de Estados Unidos responsabilizaron a Cuba con la
investigación, determinación y eliminación de estos hechos, sin asumir
la responsabilidad plena que le corresponde como país afectado en
participar en la investigación. No han dado acceso, ni a los
investigadores, ni a los hechos porque lo informaron meses, días y horas
después de ocurrido, ni a las víctimas, ni a los testigos. No hay cómo
conocer lo que pueda aportar una víctima sin entrevistarla”.
Añadió que “No obstante, a ello, las autoridades de las EE.UU., no
han accedido ni a que entrevistemos a las víctimas y tampoco siquiera a
aportarnos las declaraciones que se les pidieron que le tomaran ellos,
no solo para su utilización en el sentido estricto de la investigación
policiaca, sino también para aportarlas a los expertos, a los
científicos, a los especialistas que pudieran analizar lo que estas
víctimas referían sobre la ocurrencia de los hechos denunciados”.
Los diplomáticos estadounidenses afectados por supuestos ataques
acústicos, constituían una evidencia principal a ser evaluada por los
expertos cubanos para el esclarecimiento de los hechos. Sin embargo, el
gobierno de Estados Unidos negó el acceso a estas personas y las
trasladó hacia su territorio, impidiendo que se les realizara un
dictamen pericial.
Estados Unidos tampoco facilitó el intercambio entre científicos e
investigadores cubanos y el equipo médico del Departamento de Estado que
visitó la Isla para evaluar los presuntos daños ocasionados a los
diplomáticos.
“Nosotros estuvimos todo el tiempo dispuestos a atender a esos
pacientes, a investigar qué era lo que había pasado. El Sistema de Salud
cubano cuenta con todos los recursos, pero realmente la cooperación fue
nula y solamente hemos tenido comunicaciones, que en nuestro criterio
no son expertas, sobre lo que había sucedido”, dijo el Dr. Manuel Jorge
Villar Kuscevic, especialista de II Grado en Otorrinolaringología y
Cirugía de Cabeza y Cuello.
Por su parte, el dictamen médico entregado por las autoridades
norteamericanas con la valoración de las 20 personas presuntamente
afectadas por la exposición a ruidos intensos, tiene una sola cuartilla,
es muy general y carece de los elementos técnicos requeridos en este
tipo de informes.
Añadió el Dr. Villar Kuscevic que desarrollaron toda la investigación
a partir de datos incompletos. “No hemos tenido realmente una
información que sea científica y fidedigna para nosotros poder llegar a
una conclusión en cualquier sentido”, aclaró.
Por su parte la Dra. Álida Suárez Landrián, aseveró: “Lo único que
hemos recibido de la contraparte han sido dictámenes nada específicos.
Se realizaron estudios vestibulares, estudios audiométricos, pero ¿dónde
están los estudios?, ¿dónde están los resultados de esos estudios? Si
nosotros no vemos los estudios, no vemos el resultado de los estudios
¿cómo podemos hablar que existió tal daño o que no existió? No tenemos
una base científica, ni una base sólida para poder dar un diagnóstico”.
“Tampoco hemos tenido la posibilidad de hacerle un examen
físico-otorrinolaringológico y además de manera general no conocemos
todo el entorno sanitario que rodea a estas personas”, afirmó la Dra.
Martha Beatriz Martínez Torres.
También fue recurrente durante todo el proceso la falta de
oportunidad para reportar los presuntos hechos por parte de las
autoridades de EE.UU. Todos fueron informados de manera tardía a pesar
de que el Departamento de Seguridad Diplomática del Ministerio del
Interior habilitó cinco números telefónicos exclusivos para que la
Embajada de Estados Unidos en La Habana notificara directamente
cualquier incidencia.
En este sentido, el Teniente Coronel Estrada Portales comentó: “Las
autoridades de los Estados Unidos han informado todos los hechos de
manera tardía y parcial. El 25 de abril informaron de un hecho ocurrido
supuestamente 30 días antes, el 30 de marzo. El 6 de abril a las 14:00
horas, la embajada informó de un hecho ocurrido supuestamente en horas
de la noche del día antes, cuando nuestras fuerzas se personaron en el
lugar para realizar la investigación, no les permitieron acceder ni a
las víctimas ni al interior del lugar del hecho. Con ello obstaculizaron
el desarrollo de las acciones policíacas que corresponden para el
esclarecimiento a pesar de lo tardía de la información”.
A pesar de que los supuestos ataques sónicos se vinculan a áreas y
tecnologías poco conocidas para Cuba, las autoridades estadounidenses no
han accedido a la propuesta cubana de realizar un intercambio técnico a
nivel de expertos, ni han facilitado el empleo de sus tecnologías en el
campo de los registros sónicos e infrasónicos.
Resulta contradictorio que Estados Unidos no haya querido cooperar
plenamente a este nivel, cuando se conocen experiencias positivas en
áreas de seguridad como narcotráfico, lavado de dinero y terrorismo, la
mayoría en un escenario donde no existían relaciones diplomáticas, lo
que evidencia resultados cuando existe voluntad política real.
Ejemplo de ello, fue la colaboración bilateral en el año 2013 en el
área de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, cuando
se registraron acciones de ciberataques contra instalaciones
tecnológicas y militares estadounidenses. En este incidente máquinas
cubanas fueron previamente controladas desde el exterior, en función de
utilizar las infraestructuras nacionales como puentes y presentar a la
Isla como presunta atacante.
En aquella ocasión se realizaron intercambios bilaterales a nivel
técnico, operacional y político, que permitieron un rápido
esclarecimiento de los hechos e incluso la realización de diligencias
investigativas por parte de las autoridades estadounidenses.
Al respecto, el Teniente Coronel Estrada Portales reflexionó: “Como
se les ha reiterado a los funcionarios de Estados Unidos, esta es una
investigación en pleno desarrollo. Pero para que pueda llegarse al éxito
en la misma, es imprescindible la participación plena y responsable de
las autoridades de ese país; que permitan el acceso a sus expertos, que
han estado participando, según han dicho, en la investigación por su
parte; que permitan acceder a la declaración de los testigos, que
permitan acceder al dicho real de las víctimas sobre qué ocurrió y
cuáles fueron los síntomas y demás detalles que son imprescindibles para
las acciones policíacas que deben desarrollarse, además de las acciones
a ejecutar por el grupo multifactorial de expertos que está
participando en esta investigación”.
En la actualidad, tras reiteradas solicitudes de la parte cubana,
solamente se ha podido concretar la cooperación con las agencias
especializadas estadounidenses para la investigación de los alegados
hechos.
Hasta el momento no ha sido posible el intercambio con el equipo
médico que examinó a las supuestas víctimas, ni con expertos en temas
tecnológicos y acústicos.
En tal sentido, durante los meses de junio, agosto y septiembre de
2017, se produjeron en la Isla tres encuentros entre especialistas de
Estados Unidos y sus contrapartes cubanas. Los intercambios se
desarrollaron en un clima constructivo y profesional, en el que la parte
estadounidense expresó su intención de cooperar de forma más sustantiva
en la investigación de los supuestos incidentes.
Los integrantes de la delegación de Estados Unidos, expresaron que no
disponen de evidencias que permitan confirmar la ocurrencia de los
citados ataques, y plantearon la inexistencia de hipótesis sobre el
origen de las afectaciones de salud referidas por sus diplomáticos.
La propia portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert,
reconoció públicamente que su gobierno no ha podido determinar la causa o
un culpable de los supuestos eventos sonoros.
Los investigadores estadounidenses señalaron que no descartan la
posibilidad de que los síntomas experimentados por los diplomáticos
fueran provocados por otras causas ajenas a los llamados ataques
acústicos, de ahí que continúen las investigaciones.
Reconocieron, además, el papel desplegado por Cuba en el proceso investigativo.
Concluye el Teniente Coronel Estrada Portales que: “En los
intercambios con los funcionarios de los EE.UU., han reconocido que Cuba
no tiene responsabilidad alguna en la ejecución de los ataques que
ellos están denunciando. Han reconocido además, que Cuba es un lugar
donde históricamente han desarrollado su actividad diplomática de manera
tranquila y protegida, y que nuestro país siempre ha garantizado las
medidas necesarias para el desarrollo de este trabajo por los
funcionarios de la embajada de los Estados Unidos”.
CONCLUSIONES PARCIALES DE LA INVESTIGACIÓN
Las autoridades cubanas desplegaron todas las posibilidades
investigativas en base a la información aportada por la parte
estadounidense.
• Se demostró la inexistencia de evidencias que indiquen la ocurrencia de los alegados ataques acústicos;
•
No ha sido posible establecer hipótesis investigativas sobre el origen
de estos hechos, que por su naturaleza son eminentemente sensoriales y
no dejan huellas, ni rastros, aspecto respaldado por los representantes
de las agencias especializadas de Estados Unidos que viajaron a Cuba.
•
Tampoco se han identificado posibles autores ni personas con
motivación, intención o medios para ejecutar este tipo de acciones. En
la labor realizada por el equipo de investigadores cubanos y en la
información aportada por los funcionarios estadounidenses no se ha
establecido la incidencia de personas o medios sospechosos en los
lugares de ocurrencia, ni en sus alrededores.
• El equipo
médico y científicos cubanos luego del análisis técnico pericial a las
muestras sonoras entregadas por Estados Unidos, certificaron la
imposibilidad de que estas causaran las afectaciones a la salud
descritas por los diplomáticos.
Durante todo el proceso
investigativo, las autoridades cubanas han mantenido actualizadas a sus
contrapartes norteamericanas mediante notas verbales entregadas a la
embajada de Estados Unidos, y encuentros diplomáticos y de seguridad.
LA MANIPULACIÓN POLÍTICA
La politización de este tema, evidenciada en las recientes decisiones
del gobierno estadounidense de reducir al mínimo su personal
diplomático en Cuba y solicitar la salida de 15 funcionarios de la
Embajada cubana en Washington, sin que esté sustentado en evidencias ni
en resultados concluyentes de la investigación en curso, solo beneficia a
un reducido grupo de la extrema derecha anticubana, encabezada por el
senador Marco Rubio, que persiste en mantener la política hostil contra
la Isla, en detrimento de los genuinos intereses nacionales de Estados
Unidos y de su pueblo, que han dado muestras de apoyo a la normalización
de las relaciones entre ambos países.
Rubio, opositor a cualquier acercamiento con La Habana envió
recientemente junto a otros cuatro senadores, una carta al Secretario de
Estado Rex Tillerson, en la que pide la expulsión de todos los
diplomáticos cubanos en Washington y el eventual cierre de la Embajada
de ese país en Cuba, como represalia a los supuestos “ataques
acústicos”.
La decisión de reducir el personal diplomático estadounidense en Cuba
generó el rechazo de Bárbara Stephenson, presidenta de la Asociación
Estadounidense del Servicio Exterior, sindicato que representa a los
diplomáticos norteamericanos y agrupa a 16 mil afiliados. La funcionaria
manifestó que los problemas de salud alegados no justifican una
retirada a gran escala.
Esta posición ha sido respaldada por importantes personalidades y
políticos estadounidenses que catalogaron como excesiva y errónea la
reacción de la Casa Blanca. Consideraron que ello significaba un retorno
a las fallidas políticas de Guerra Fría y que respondía al interés de
algunos individuos por interrumpir el proceso de normalización.
La implementación de las citadas medidas, junto a otras como la
suspensión por tiempo indefinido de las reuniones bilaterales en la
Isla, la visita a Cuba de delegaciones oficiales, las restricciones en
la emisión de visas del consulado de Estados Unidos en La Habana y la
alerta a los viajeros estadounidenses para que no visiten Cuba,
constituyen un retroceso en las relaciones bilaterales, pues perjudican
los intercambios y la cooperación en diversas áreas de interés común,
especialmente en los limitados vínculos económicos y en el área
migratoria.
Esta situación, originada por intereses políticos, pone en riesgo la
preservación de la seguridad nacional de ambos países, pues se
afectarían los acuerdos en materia migratoria y de aplicación y
cumplimiento de la ley, con impacto directo en el enfrentamiento a
delitos transnacionales como terrorismo, narcotráfico, ciberataques,
tráfico de personas, entre otros.
A lo largo de la historia revolucionaria ha quedado demostrado que
Cuba cumple con rigor y seriedad sus obligaciones internacionales,
incluida la protección de todos los diplomáticos, sin excepción.
Además, universalmente es reconocida como un destino seguro. Un
análisis de la empresa Data World, publicado a inicios de abril de 2017 y
basado en las advertencias de viajes emitidas por el Departamento de
Estado durante los últimos siete años, reveló a Cuba como uno de los
países de mayor seguridad para el turismo estadounidense. En ese
período, el Departamento de Estado no dirigió ninguna de sus
advertencias de seguridad para nuestro país, ni contempló a la Isla en
la lista de las 25 naciones más peligrosas para la integridad física de
sus ciudadanos.
En los últimos dos años, a partir del inicio del proceso de
normalización de relaciones, se ha incrementado el número de visitantes
norteamericanos a Cuba, y solo en este año se registran más de medio
millón, sin contar los viajes de los cubanos residentes en ese país que
ascienden a más de 320 mil.
La Isla nunca agrediría o permitiría el uso de su territorio para
afectar a diplomáticos o ciudadanos estadounidenses, ni de ningún país
del mundo.
Sin embargo, contra misiones diplomáticas y entidades cubanas en
cerca de 20 países, se han perpetrado más de 150 atentados, entre los
que se incluyen la embajada cubana ante las Naciones Unidas y la
entonces Sección de Intereses de Cuba en Washington. Estos actos
terroristas, ejecutados por grupos asentados en territorio
estadounidense, han dejado un saldo considerable de funcionarios
diplomáticos muertos o heridos, entre los que sobresale el caso de Félix
García Rodríguez, asesinado el 11 de septiembre de 1981 en la ciudad de
Nueva York.
Desde el triunfo de la Revolución cubana, la Isla ha sido blanco
directo de constantes agresiones de todo tipo auspiciadas por diferentes
administraciones estadounidenses, que practicaron el terrorismo de
Estado.
Los sabotajes al vapor La Coubre y la tienda El Encanto, el ataque
mercenario por Playa Girón, la detonación de una aeronave civil cubana
en pleno vuelo y las bombas en diferentes hoteles y centros turísticos
del país, entre muchas otras agresiones, marcaron el sufrimiento de todo
un pueblo, con un saldo de 3 478 víctimas fatales y 2 099 incapacitados
físicamente de por vida.
A pesar de estas agresiones permanentes contra el pueblo cubano, la
Revolución ha mantenido como principio el respeto a la integridad física
y moral de todos los seres humanos.
Como se ha reiterado en disímiles ocasiones, Cuba tiene la voluntad
de continuar las negociaciones de los asuntos bilaterales con Estados
Unidos, sobre la base de la igualdad y el absoluto respeto a nuestra
soberanía e independencia. Cuba y Estados Unidos pueden cooperar y
convivir de manera civilizada, a pesar de las profundas diferencias, y
promover el beneficio para ambos pueblos.