Por: Marco Velázquez Cristo.
Cuando se comienza a poner orden en el desorden siempre surgen inconformidades, incomprensiones y como es lógico no faltan los que han estado aprovechándose de la situación para beneficiarse de ella de diversas maneras; esos son los que tratan oponerse a que las cosas se organicen y de generar rechazo a las medidas o normas dirigidas a estos fines.
En estas circunstancias aparecen personajes que tratan de utilizar y manipular con fines espurios a los grupos o sectores poblacionales involucrados en las controversias que suelen desatarse.
Lo descrito anteriormente se adapta a la situación que se ha creado a raíz de la promulgación de las resoluciones 98 y 99 del Ministerio de las Comunicaciones (MINCOM) dirigidas a la organización y legalización de comunidades interconectadas inalámbricas o cableadas, así como la conexión remota de personas naturales a la red de Etecsa. Todo con la intención de optimizar la utilización del espectro radioeléctrico y evitar saturación, interferencia o degradación en los servicios públicos que brinda el país.
En este contexto algunos usuarios de la llamada SNet (red de la calle) a las cuales en el mundo se les denomina comunidad inalámbrica han mostrado preocupación ante la aplicación de las mencionadas resoluciones, algo lógico si se analiza que hasta el momento habían desarrollado su actividad en ese tipo de red sin regulaciones que la organizaran.
Lo que no resulta lógico es la reacción desmedida y pudiéramos decir que hasta con visos de violencia de algunos que en no pocos casos ni siquiera son usuarios de dicha red, lo que evidencia la mala fe que los anima.
¿Quiénes son estos exaltados?
La contrarrevolución interna no podía dejar pasar una coyuntura como esta para intentar aprovecharla en función de tratar de dañar a la Revolución y difundir sus infamias contra ella, por eso identifica, se pone en contacto e incentiva a los que se consideran afectados, principalmente a los que ven peligrar los negocios que ilegalmente desarrollaban en dicha red a posiciones de enfrentamiento con el MINCOM.
Esos elementos que aprovechan estas redes para lucrar mediante la realización de actividades ilícitas tales como, venta del paquete y el internet, en este último caso un servicio que presta el Estado del cual se apropian a través de diversas formas ilegales por demás violatorias de las políticas establecidas para el uso de la red que prohíben tales prácticas; están entre los que más histéricos se muestran, en definitiva su desasosiego no lo motiva la red familiar, sino el temor a perder sus lucrativos negocios, lo que se evidencia en la permisibilidad de los mismos en algunos nodos y sub-nodos. Su escarceo es para tratar de presionar al MINCOM para que retire las resoluciones y en busca de ese fin se alían con lo que “más vale y brilla” de la contrarrevolución.
Es en este escenario en que se está convocando a través de las redes sociales a los usuarios y proveedores de SNet a presentarse el sábado 17 frente a la sede del MINCOM para realizar lo que eufemísticamente llaman un “encuentro de amigos” cuando lo que en realidad pretenden sus organizadores (que ya sabemos de quienes se trata) es orquestar un show que mediatice los “reclamos” con los fines antes descritos. La campaña mediática que comienza a desatarse en “apoyo” a los usuarios de SNet así lo confirma.
Ignorar la propuesta de los Joven Club (JC) es una insensatez pues constituye una opción que si todos colaboran y se unen a ella puede ser la solución de SNet. Conectarse a los JC significa mayor alcance, poner la red en todo el país, conectarte con gente de otras provincias, crear torneos nacionales y todo lo que hoy existe a nivel de localidad y municipio ampliarlo. Es lícito que algunos se pregunten si los JC serán capaces de garantizar esas conexiones, pero también deben pensar en contribuir a que se alcance ese objetivo. Con la ayuda de todos seguramente se podrá conseguir.
No deben olvidar los que hoy atacan al MINCOM y al Estado que los equipamientos que adquirieron para crear SNet entraron al país violando las regulaciones aduanales que prohibían su importación y que a partir de la puesta en vigor de las resoluciones ya mencionadas se legaliza su tenencia y empleo de acuerdo a lo que ambas establecen.
Los que incitan a protestas sin sentido deben estar conscientes que con posiciones de fuerza y de chantaje no lograran ningún objetivo.
Por otra parte sería lamentable que personas honestas que disfrutaban sanamente de las posibilidades de SNet se dejaran manipular y arrastrar a defender intereses ajenos a los suyos. Lo que se impone es la sensatez y el entendimiento de todos. Esperemos que prevalezcan.
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