El más eficiente oficial de policía con que contó la dictadura de Fulgencio Batista fue el coronel Esteban Ventura Novo. Ventura, que casi nunca vestía de uniforme, convirtió la Quinta Estación de la calle Belascoaín en La Habana en un centro de torturas y asesinatos . En la madrugada del 1ro de enero de 1959 se presentó en Columbia, y al ver que Batista huía le obligó a que lo llevara en el avión presidencial a punta de pistola.
Ventura nació el 26 de diciembre de 1913 en Artemisa, Pinar del Río e ingresó en el ejército el 1ro de diciembre de 1933 como soldado de artillería. De allí pasó a la Guardia Rural en 1943 y en 1947 a la Policía Nacional, donde ocupó un puesto de vigilante en la Segunda Estación.
Sólo durante el gobierno del auténtico Carlos Prío Socarrás logró que su carrera despegara y se convirtió en segundo teniente y miembro del Buró de Investigaciones y la Policía Científica. De esta división fue trasladado a la motorizada, donde se encontraba cuando se produjo el golpe de Estado del 10 de marzo de 1952.
Apoyó el golpe y se convirtió en uno de los oficiales de policía más eficientes a la hora de detener revolucionarios . Esto propicio que su ascenso fuera meteórico en el escalafón y llegara de ser segundo teniente en 1952 a convertirse en coronel en 1958.
Esteban Ventura llevó la tortura y el asesinato a niveles nunca vistos antes en Cuba. La Quinta Estación de la calle Belascoaín se convirtió en símbolo de terror y muchos revolucionarios preferían morir que ser capturados e ir a parar a sus calabozos.
En la madrugada del 1ro de enero de enero abandonó Cuba en el mismo avión presidencial de Fulgencio Batista y se refugió en República Dominicana. Luego se trasladó a Estados Unidos, al que el gobierno de Cuba solicitó en vano su extradición por muchos años. Murió el 12 de mayo de 2001.
Ventura afirmó en sus memorias que obligó a Batista a que se lo llevara con él a punta de pistola; pero otros testimonios aseguran que fue el mismo general quien mandó a un guardaespaldas para que le avisara de la fuga y se lo llevó con él.
Sea cual sea la verdad, lo cierto es que Ventura se entero de la huida de Batista muy poco antes de que partieran los aviones de la pista de Columbia, por lo que sólo pudo llevar lo puesto y dejó en Cuba un patrimonio malversado-
No hay comentarios:
Publicar un comentario