Los antecedentes se remontan a varios meses antes, cuando los cuerpos represivos aprovechando la suspensión de las garantías constitucionales y la censura de prensa vigente en el país, detenían a la salida del Castillo del Príncipe a los que se iban en libertad provisional y los conducían nuevamente a interrogatorios, maltratos, torturas, y hasta a veces pasaban días sin que se supiera su paradero.
Días antes a los sucesos de agosto de 1958, la comisión que los presos políticos tenían constituida en el Vivac, solicitó una entrevista con el supervisor militar de la prisión, en esos momentos el coronel Francisco Pérez Clausell, para discutir lo que estaba ocurriendo, pero este se negó reiteradamente. Entonces los detenidos a través de sus abogados plantearon la cuestión al jefe de la prisión, y solo recibieron como respuesta, que lo que estaba sucediendo no era de su competencia. Al día siguiente y en represalia el asesino coronel Esteban Ventura Novo, detuvo al abogado defensor doctor Alfredo Yabur Maluf, que fue uno de los que más presionó en la entrevista.
A consecuencia de esta detención el M-26-7 en el Vivac, ordenó que en todos lo juicios que se celebraran al día siguiente 25 de junio de 1958, se denunciara este hecho. Por otra parte los revolucionarios allí recluidos decidieron que a las 12 de la noche del día 25 de julio, se cantaran el Himno Nacional y el Himno del 26 de julio y que el día 26 se celebrara un acto en recordación a esta fecha.
El 30 de julio se conmemoró el primer aniversario de la muerte de Frank País García, y se recordó la primera huelga de hambre realizada en el penal, entre el 16 al 31 de julio de 1957.
Al día siguiente 31 de julio de 1958, amanecieron cerradas las galeras de la prisión, donde se hacinaban alrededor de cuatrocientos presos políticos.
La acción
El viernes 1 de agosto de 1958, se produjo en la prisión del Castillo del Príncipe, una verdadera batalla campal. Las visitas al Vivac fueron limitadas a solo tres minutos, mientras se suspendieron las visitas a la cárcel, entonces por iniciativa de cerca de cien combatientes sancionados en la cárcel, se inició una enérgica protesta que incluía gritos de repudio contra la tiranía.Los detenidos usaron como únicas armas los tubos de las literas desarmadas, botellas, piedras sacadas de los muros, le prendieron fuego a las colchonetas, a las lonas de las literas, e incluso a las ropas de los propios reclusos. Cerca de media hora después, la guarnición junto a connotados asesinos y torturadores de la Policía Nacional y del Servicio de Inteligencia Militar, SIM, incrementaron el asedio a los reclusos de la cárcel, que se defendieron lanzando objetos desde las barricadas. Los revolucionarios presos en el Vivac, secundaron a sus compañeros abriendo un segundo frente.
Miembros de los cuerpos represivos que atacaban, sorprendidos por la respuesta de los combatientes, amainaron por unos momentos el tiroteo. Entonces Pérez Clausell, llamó con urgencia al jefe de la Policía Nacional, brigadier Pilar D. García García, quien se personó inmediatamente en la prisión. También lo hicieron los coroneles Esteban Ventura Novo y Conrado Carratalá Ugalde; los tenientes coroneles Irenaldo García Báez, segundo jefe del Servicio de Inteligencia Militar, SIM; Oscar González y Martín Pérez, de la Policía Nacional, así como otros oficiales, con gran número de sicarios a su mando.
Combatientes muertos
- Reinaldo Gutiérrez Otaño: 19 años, fue el primero en caer acribillado por más de quince impacto de balas.
- Vicente Ponce Carrasco: 25 años, tropezó con un compañero por lo que se vio obligado a agarrase de la reja de la galera, momento que aprovechó un guardia para dispararle para luego rematarlo en el piso.
- Roberto de la Rosa: 39 años, hombre humilde, que fue acribillado a balazos y muerto en la galera uno.
Combatientes heridos
En este lugar cayeron heridos y fueron llevados al hospital de Emergencias:- Pedro Gervasio Sánchez Menéndez
- Ernesto Delgado Menéndez
- José Ramón Fiallo Alfonso
- Juvenal Hernández Noda
- Héberto Mejías Estoll
- Félix Álvarez Matienzo
- Heriberto Cabrera González
- Modesto Bravo Gómez
- Humberto Martínez Delgado
Importancia histórica
La masacre en la prisión del Castillo del Príncipe, constituyó un testimonio más de la sangrienta barbarie impuesta al pueblo cubano por la tiranía de Fulgencio Batista. Por otra parte demostró el coraje y la valentía de los revolucionarios, que imbuidos de heroico patriotismo estuvieron dispuestos a luchar contra las injusticias del régimen, aun en las condiciones más desventajosas.Cinco meses después venció definitivamente la dignidad ética de la Revolución, el 1 de enero de 1959.
Fuentes
- Toro, Carlos del. La masacre de revolucionarios en la prisión del Castillo del Príncipe. –En Granma. –La Habana 2 AGO. 1983.
- Vera, Ernesto y Manuel Graña. La masacre del Castillo del Príncipe. –En Granma. –La Habana 31 JUL. 2004.
- Concepción Llano y Ramón Rodríguez Salgado: Príncipes de la clandestinidad, Casa Editorial Verde Olivo, La Habana, 2008, ISBN 978-959-224-250-0.
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