CIÉNAGA DE ZAPATA. —Cenagueros de la localidad de Soplillar y de otros asentamientos del extenso municipio recordaron de manera muy especial este 24 de diciembre al líder histórico de la Revolución Cubana.
Los habitantes de ese pedazo de tierra matancera evocaron el gesto hermoso de Fidel, quien el 24 de diciembre de 1959 decidió pasar la Nochebuena con gente muy humilde de la zona, un sorprendente acto que asombró a muchos pues no tenía nada que ver con las prácticas de los truhanes que habían dirigido en el país.
Para rememorar el acontecimiento, se realizó un encuentro en el Memorial-Biblioteca que perpetúa los pasajes y pormenores de aquella histórica jornada y en la que Amaury Santos Llambía, director de la institución, exaltó el código ético de Fidel y su magnánima decisión, apenas una de las primeras señales de las grandes transformaciones que tendrían lugar en la región.
Vicenta Miranda Castro y Lucía Rodríguez Montano, dos de las jóvenes cenagueras que al triunfo de la Revolución fueron enviadas a la capital a estudiar y prepararse en diversos oficios, contaron historias conmovedoras y manifestaron su gratitud eterna a Fidel.
Movidos por similares sentimientos, estudiantes de la Escuela Secundaria Básica Urbana (ESBU) Eulogio Lobato declamaron el poema épico de Carilda Oliver Labra, y pioneros del centro escolar Wilfredo Díaz Rodríguez entonaron la canción Cabalgata con Fidel, lírico homenaje de Raúl Torres al legendario guerrillero de la Sierra Maestra.
El programa cultural y deportivo incluyó un juego de pelota, música campesina, y la celebración de la cena en cada uno de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) del batey de Soplillar.
María Grisel Duque, veladora de sala en el Memorial, dijo que aquel gesto de Fidel de cenar con los carboneros, que vivían en bohíos desvencijados, con piso de tierra y en condiciones infrahumanas, decía a las claras de la gran valía del líder y de su decisión a consagrarse por entero a la emancipación total de su pueblo.
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