Cuba adoptó una decisión “dolorosa, pero necesaria” al concluir su participación en el programa Más Médicos de Brasil, aseguró en entrevista con Cubadebate el Ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda.
Nuestro país no buscó la situación actual, pero actúa “en defensa de la dignidad profesional y humana de nuestros colaboradores y de su seguridad”, añadió.
Jair Bolsonaro mantuvo una postura agresiva contra Más Médicos y la participación de Cuba desde sus inicios en el año 2013. Una vez electo como presidente, hizo referencias directas, despectivas y amenazantes a la presencia de los médicos cubanos, y reiteró que modificaría los términos y condiciones del programa.
Ante ese escenario, el Ministerio de Salud Pública (Minsap) decidió poner fin a su participación en el programa Más Médicos, en el que más de 20 mil profesionales de la salud cubanos brindaron atención a millones de brasileños en zonas pobres y apartadas geográficamente.
¿Qué elementos se tomaron en cuenta para concluir la participación cubana en Más Médicos? ¿Qué respondería a quienes consideran que quizás hubo precipitación?
Nada de lo que se ha hecho hasta este momento es precipitado. Entendemos perfectamente que la decisión tiene un impacto en el pueblo brasileño. A diferencia de otros, siempre hemos considerado la atención de salud como un asunto de máxima prioridad, más allá de cualquier consideración de índole política.
Hemos tomado una decisión dolorosa, pero necesaria, en defensa de la dignidad profesional y humana de nuestros colaboradores y de su seguridad. Desde hace meses damos seguimiento a los pronunciamientos amenazantes y provocadores del presidente electo, los que ratificó al día siguiente de confirmarse su elección.
¿En qué punto se llegó a una situación límite en Brasil?
Nos tomamos el tiempo suficiente para confirmar que el mandatario electo estaba dispuesto a afectar la atención de salud de cerca de 30 millones de brasileños para llevar a cabo un rejuego político que es imposible entender en qué beneficiaría a su país.
No se trata de que Cuba pueda tener diferencias políticas o ideológicas con un determinado gobierno. La práctica de las últimas décadas recoge incontables ejemplos de cómo nuestro país ha puesto la salud de un pueblo por encima de la política.
En el año 2009, durante el golpe de Estado en Honduras contra el presidente Manuel Zelaya, cerca de 400 médicos cubanos permanecieron en esa nación en condiciones muy difíciles, asumiendo riesgos personales y sin ningún tipo de garantía económica.
Los elementos de juicio que primaron entonces fueron el impacto social que tendría su retirada para el hermano pueblo hondureño y que el gobierno golpista nunca asumió una postura agresiva ni de cuestionamientos a la colaboración cubana. Cuba no hace política con la salud de ningún pueblo.
Pero lo que no se puede permitir en ningún caso, lo que es doloroso en Brasil, es que se ponga en tela de juicio el reconocido prestigio de la escuela de salud cubana.
Tampoco se pueden tolerar ofrecimientos malintencionados y tendenciosos que buscan que los colaboradores abandonen su misión. Mucho menos vamos a admitir las ofensas a su integridad moral, ni el menor riesgo para sus vidas.
Es la primera vez en 55 años de colaboración, tiempo durante el cual más de 600 mil cubanos han prestado servicios en más de 160 países, que nos vemos en una situación como esta.
Nuestros médicos no están formados en la escuela del sálvese quien pueda, como sucede en el neoliberalismo. Después del golpe de estado, en Brasil se congelaron por 20 años los gastos sociales, pero Cuba destina más del 25 % del presupuesto a gastos de salud y seguridad social.
El dinero que llega a Cuba como parte de la cooperación médica con Brasil contribuye a financiar los servicios sociales de 11 millones de cubanos, incluidos los familiares de los médicos en el exterior.
El dinero no va a la cuenta personal de nadie ni sirve a intereses individuales. Mientras algunos utilizan el dinero público para salvar bancos, Cuba salva vidas.
¿Qué medidas concretas se toman para proteger a los médicos?
Como es tradición en nuestra Revolución, nadie será abandonado ni le faltará atención y compañía.
El Gobierno cubano ha creado un grupo de trabajo intersectorial que todos los días analiza cada paso y cada medida. En coordinación con nuestra Misión Estatal en Brasil, incluida nuestra Brigada Médica, hemos previsto un retorno rápido y ordenado del personal médico, con todas las garantías para los colaboradores y su seguridad.
Una parte de nuestros médicos son residentes permanentes en Brasil, con familias brasileñas constituidas. Tampoco los dejaremos a su suerte y siempre podrán contar con el respaldo y las garantías de Cuba.
¿Qué opciones tendrán los más de ocho mil profesionales de la salud cubanos que regresan de Brasil?
En primer lugar, tienen el derecho a reincorporarse a su puesto de trabajo en Cuba, en condiciones similares a las que se encontraban antes de partir. Quienes lo prefieran, tendrán también la posibilidad de prestar sus servicios solidarios en otras naciones que lo requieran.
Y no hablo de cualquier atención de salud, sino una basada en el humanismo y que está dispuesta a ir a los lugares más intrincados, donde incluso los profesionales locales evitan ir.
Esa es la escuela cubana de medicina, que cuenta con un reconocido prestigio internacional, fundamentado en la calidad de sus profesores, el alto nivel científico, el permanente intercambio con las prácticas más avanzadas a nivel internacional y un constante perfeccionamiento.
Y si cupiera alguna duda de su calidad, ahí están los indicadores de salud de nuestro país, que compiten con los de naciones del primer mundo, para despejar cualquier interrogante.
¿Cuál es el saldo de estos cinco años de Más Médicos?
Los pueblos de Cuba y Brasil podrán sentirse siempre orgullosos de la hazaña que protagonizaron durante cinco años los casi 20 mil colaboradores de salud que formaron parte del Programa Más Médicos, iniciado por el gobierno del Partido de los Trabajadores para mejorar la cobertura sanitaria en las zonas más pobres del país.
Nuestros profesionales realizaron más de 100 millones de consultas y cambiaron la historia de Brasil. Los pobladores de cerca de 700 municipios del gigante suramericano vieron un médico por primera vez con la llegada de los cubanos. Modificaron los indicadores de salud de ese país y demostraron que sí es posible impulsar la cooperación internacional sur-sur con el apoyo y guía de la Organización Panamericana de la Salud.
-¿Cómo cree que serán recibidos los médicos en Cuba?
Debemos recibirlos como héroes, con gratitud y admiración, con los mismos sentimientos con que hoy los despide el pueblo brasileño.
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