En esa ocasión decía:
“El cúmulo de tareas y la importancia que constituyen el contenido de trabajo del Ministerio del Interior es tal, que no resulta fácil sintetizarlas en pocas palabras.
“Nosotros queremos señalar, en primer término, que los compañeros del Ministerio del Interior libran incesantemente, día a día, hora por hora, minuto por minuto (…) La vienen librando incluso desde hace más años, cuando se constituyó el embrión de lo que más adelante sería ya el Ministerio del Interior. Una lucha incesante contra un enemigo que no da tregua en ningún sentido, tanto en el campo de la actividad práctica como en la actividad ideológica: es el imperialismo, es la contrarrevolución.
“Pero los compañeros del Ministerio del Interior no tienen tan solo esa tarea, que ha ocupado —desde luego— lo fundamental de su energía en los primeros años de la Revolución. Tienen además otras importantísimas tareas, como es la de luchar contra la delincuencia y las actividades antisociales. Esa es una lucha también sin tregua y sin descanso.
“Presta otros muchos servicios adicionales, tales como el de protección de incendios, los servicios de tránsito, y en fin... Por eso decía que las actividades del Ministerio son muy amplias y se caracterizan por ese aspecto: el de ser una lucha incesante del pasado, del presente y del futuro.
“La lucha contra la contrarrevolución, o frente a la contrarrevolución —si es que no queremos caer en una redundancia: dos contra—, es una lucha que durará mucho tiempo todavía. Y la lucha contra la delincuencia y las actividades antisociales, durará también muchos años todavía.
(…)
“Nadie podría predecir cuándo esa lucha concluiría. El imperialismo existe, el imperialismo es fuerte todavía, el imperialismo alienta la lucha contrarrevolucionaria, alienta a los antiguos explotadores, trata de sembrar y de divulgar y de mantener el imperio de las ideas que durante mucho tiempo sirvieron de base ideológica a esa clase explotadora, y por lo tanto será una lucha muy larga. Lo mismo que ocurre con las demás actividades del Ministerio.
“Por eso quiero decir que no solo ha sido necesario luchar durante muchos años, sino que más años todavía tendremos que luchar. (…) Y en aquella lucha frente a los enemigos, los combatientes del Ministerio del Interior jugaron un rol decisivo. Para llegar a exterminar hasta la última banda, para llegar a capturar hasta el último bandido, fue necesaria la tarea eficiente de los compañeros del Ministerio del Interior, que realizaron su trabajo concienzudamente.
“Así, innumerables compañeros trabajaron, lucharon, se sacrificaron e hicieron posible capturar hasta la última banda, capturar hasta el último bandido. Y consta en los archivos el día y hora exactas en que el último bandido fue capturado (APLAUSOS).
“Algunos de aquellos combatientes tienen en su haber el mérito de haber hecho posible la captura de series completas de bandas sin que se disparara un solo tiro. Durante años se mantuvo el secreto, lógicamente, porque eran especies de técnicas operativas que había que mantener en reserva.
“Pero en fin, como principio, es que debemos elevar la calidad, elevar el nivel, desarrollar los métodos técnicos y científicos en la lucha por la prevención y la represión de las actividades delictivas y, a su vez, en la rehabilitación y en la reeducación de los delincuentes.
“Si trabajamos en ese sentido, como es el propósito de la Revolución, como es el propósito de la dirección del Ministerio, nosotros creemos que esta nueva década que se inicia hoy será una década de extraordinarios avances en este campo.
“Decíamos que hemos conquistado extraordinarios laureles en el terreno político. Ahora tenemos que conquistar esos mismos laureles en este otro terreno, y es una de las tareas y uno de los trabajos y uno de los servicios que nuestra ciudadanía espera de nuestro Ministerio del Interior.
“Estos principios: participación del pueblo, elevación de los niveles, dentro del concepto de que nuestro Ministerio tiene que ser eminentemente técnico.
“Ustedes saben los esfuerzos que el país está haciendo en todos los órdenes para racionalizar los recursos humanos ante las grandes tareas en el terreno económico, la necesidad del desarrollo de la economía y de elevar la producción de los bienes y servicios sociales; el trabajo que realiza a fin de racionalizar los recursos humanos. Dentro de esas líneas está la política del Ministerio: resolver con eficiencia, resolver con técnica, resolver con el apoyo de las masas fundamentalmente, lograr un salto cualitativo en nuestra capacidad de lucha en este campo, de manera que también nuestro Ministerio del Interior vaya siendo un ministerio de personal especializado, de personal técnico, de personal con una preparación cada vez mayor.
“Son conocidas ya las anécdotas y las historias de héroes extraordinarios, muchos de los cuales dieron sus vidas. Incluso combatientes que durante años permanecieron en el anonimato; héroes anónimos cuya verdadera identidad no podía ser divulgada, y que arrastraron ese papel, doblemente heroico, de dar su vida por la Revolución, pero a la vez dar su vida por la Revolución sin que el pueblo siquiera supiera que quien moría allí no era un mercenario sino un revolucionario.
“No se pueden encontrar ejemplos de mayor abnegación. Es difícil encontrar méritos tan relevantes, porque cada vez que un revolucionario caía, le quedaba a sus compañeros, a sus familiares, a todo el pueblo, la bandera. Siempre fueron admirados por su conducta los combatientes clandestinos que daban su vida; ahora ni siquiera eso: ahora se corrían los riesgos —riesgos graves—, se iba a la muerte, y sin embargo ni siquiera quedaba aquello de que ante la opinión, ante todo el pueblo, se supiera qué papel se desempeñaba.
“Nosotros creemos que eso da la medida del verdadero revolucionario: el que lucha por una causa, el que es capaz de hacerlo tan desinteresadamente que ni siquiera los honores o las glorias le preocupan a la hora de cumplir el deber.
“Nosotros tenemos que desarrollar nuestro sistema, nuestra sociedad, en medio de condiciones materiales adversas, en medio de condiciones materiales difíciles. Ello le da más mérito a este trabajo, lo hace más arduo. Pero le da también más importancia al hombre que tiene que jugar un papel fundamental en esto. Lo que los recursos materiales no nos brinda, lo que el subdesarrollo económico nos priva, el hombre es el único, con su conducta, con su moral, con su actitud, quien puede sustituir todo eso.
“Creemos sinceramente, compañeros y compañeras, que ustedes tienen delante un trabajo muy importante socialmente, un trabajo que es duro y difícil, pero un trabajo muy honroso, un trabajo del cual el pueblo espera mucho. Ese trabajo en virtud del cual el pueblo espera mucho. Ese trabajo en virtud del cual el pueblo les confía ser los instrumentos fundamentales para preservar su vida, preservar su salud, preservar su tranquilidad, preservar su felicidad, en esa batalla de todos los días, en los dos campos: en el campo político, en el campo social.
“Y creemos realmente que el papel del funcionario del Ministerio del Interior, del combatiente del Ministerio del Interior, es uno de los papeles más honrosos y más dignos que pueda tener un revolucionario en este proceso; uno de los trabajos llenos de estímulos, uno de los trabajos llenos de honra, llenos de confianza.
“Ustedes tienen por delante un ancho campo de avance, de progreso, de desarrollo, de conquista de nuevas técnicas, de estudio. Ustedes tienen por delante la posibilidad hermosa de prestarle a nuestro pueblo y a nuestra patria uno de los más fundamentales y apreciados servicios.
“Y la Revolución está segura de que ustedes sabrán corresponder esa confianza. La Revolución está segura de que ustedes (…) sabrán cumplir gloriosamente su deber”.
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