- Ese fue el mensaje que los agentes Vladimir y Emilio llevaron hoy a los pineros, en recorrido cargado de emotivos intercambios y reencuentros.
Por Jorge Gutiérrez
Fotos: Gerardo Mayet Cruz
Fotos: Gerardo Mayet Cruz
Islavisión y Victoria digital
En una mañana distinta, la plazoleta de la escuela vocacional de arte de la Isla de la Juventud agrupó a estudiantes lo mismo de ese centro, que de la Pedagógica, Ciencias Médicas, o la Universidad. Junto a sus profesores venían a encontrarse con dos héroes cubanos, uno de ellos pinero. Bastaron los aplausos para anunciar la llegada. Los agentes Vladimir y Emilio, de la Seguridad del Estado, estaban ya entre nosotros.
Sube de tono la alegría ante la imagen de quienes burlaron al anemigo desde sus propias filas, y pusieron en alto el nombre de la Patria frente a los que día a día tratan de desestabilizar al país introduciendo la política subversiva que financia y estimula el gobierno de Estados Unidos contra Cuba.
No demoró el intercambio. Los jóvenes querían saber más y mejor acerca de Carlos Serpa ( Emilio) y Moisés Rodríguez ( Vladimir). Su trabajo, sus sentimientos, la relación con los traidores, momentos difíciles, sus familias, el compromiso, el ¨regreso¨, los consejos a aquella gran masa de estudiantes, fueron temas de interés.
Afloraron entonces anécdotas como esta de Emilio: Un día estoy en la Oficina de Intereses y en un televisor está puesto el canal de la CNN y hay un momento en que se da la noticia del restablecimiento de la salud del Comandante en Jefe Fidel...Ese día hice algo arriesgado porque me tuve que ir para un baño a llorar de la emoción sin que nadie se percartara, pese a la cantidad de cámaras que existen en ese lugar.
O esta de Vladimir:Yo estaba en Cuba en agosto del 94, pleno período especial, y me llega información desde ¨allᨠde que a Cuba le faltaba poco, que mira lo que está pasando ahora mismo en La Habana, y salgo para donde estaba el problema, acompañado de un personaje de la contrarrevolucion y, para alegría mía ni nos dejan llegar al lugar. Lo que había era una manifestación de apoyo a la Revolución, y con Fidel al frente...Imagínense ustedes lo que yo sentí.
En una mañana distinta, la plazoleta de la escuela vocacional de arte de la Isla de la Juventud agrupó a estudiantes lo mismo de ese centro, que de la Pedagógica, Ciencias Médicas, o la Universidad. Junto a sus profesores venían a encontrarse con dos héroes cubanos, uno de ellos pinero. Bastaron los aplausos para anunciar la llegada. Los agentes Vladimir y Emilio, de la Seguridad del Estado, estaban ya entre nosotros.
Sube de tono la alegría ante la imagen de quienes burlaron al anemigo desde sus propias filas, y pusieron en alto el nombre de la Patria frente a los que día a día tratan de desestabilizar al país introduciendo la política subversiva que financia y estimula el gobierno de Estados Unidos contra Cuba.
No demoró el intercambio. Los jóvenes querían saber más y mejor acerca de Carlos Serpa ( Emilio) y Moisés Rodríguez ( Vladimir). Su trabajo, sus sentimientos, la relación con los traidores, momentos difíciles, sus familias, el compromiso, el ¨regreso¨, los consejos a aquella gran masa de estudiantes, fueron temas de interés.
Afloraron entonces anécdotas como esta de Emilio: Un día estoy en la Oficina de Intereses y en un televisor está puesto el canal de la CNN y hay un momento en que se da la noticia del restablecimiento de la salud del Comandante en Jefe Fidel...Ese día hice algo arriesgado porque me tuve que ir para un baño a llorar de la emoción sin que nadie se percartara, pese a la cantidad de cámaras que existen en ese lugar.
O esta de Vladimir:Yo estaba en Cuba en agosto del 94, pleno período especial, y me llega información desde ¨allᨠde que a Cuba le faltaba poco, que mira lo que está pasando ahora mismo en La Habana, y salgo para donde estaba el problema, acompañado de un personaje de la contrarrevolucion y, para alegría mía ni nos dejan llegar al lugar. Lo que había era una manifestación de apoyo a la Revolución, y con Fidel al frente...Imagínense ustedes lo que yo sentí.
También le hablaron a los presentes sobre la manera en que fueron entrenados y pudieron poco a poco infiltrarse entre mercenarios, funcionarios de la SINA, mafiosos y contrarrevolucionarios. Nosotros llegamos hasta donde quisimos llegar y no hasta donde ellos hubiesen querido que llegáramos, y el único miedo que sentimos fue el miedo a ser descubiertos y no poder terminar la misión que teníamos, pero finalmente lo logramos, afirma Emilio.
Más de hora y treinta minutos de preguntas y respuestas no saciaron la sed, pero complementaron muy bien la información del capítulo Peones del Imperio que protagonizaran estos dos hombres con denuncias irrefutables acerca de cómo actúa Estados Unidos contra Cuba mediante una contrarrevolución interna que asesora y financia desde su propia Ofinica de Intereses en La Habana.
Una alumna de la vocacional de arte les preguntó en quiénes pensaban mientras hacían ese trabajo: En ustedes, los pioneros, respondió Vladimir...En poder seguir viendo a los niños cubanos en paz y con felicidad, agregó Emilio.
Al aplauso final le sucedieron entonces el abrazo, el beso, el agradecimiento, y hasta los autógrafos...Todavía estaba fresco el consejo que dieron los agentes, a petición de los jóvenes allí reunidos, para las generaciones de hoy:
Cerrar filas en torno a la Revolución, el Partido, Fidel y Raúl, porque el futuro del país está en sus manos.
Acompañados por las máximas autoridades del territorio pinero los agentes Emilio y Vladimir recorrieron el museo de Historia Municipal, la sala-museo de Presidio Modelo y la Casa-Museo El Abra, donde recibieron informaciones detalladas de la historia local y su imbricación con la lucha insurreccional en el país.
Mayores emociones deparó la tarde: El agente Emilio, o mejor Serpa, iba al reencuentro con sus vecinos de La Demajagua, aquel poblado desde el que comenzó su trabajo como agente, que tanto rechazo le ocasionó entre los residentes, bien conocedores de sus ¨andanzas¨ y ¨contubernios¨ con la contrarrevolución, las emisoras enemigas, y entre las Damas de Blanco, (bautizadas hoy por los cubanos como las Damas Verdes o las Damas del Dólar)
Junto a Moisés (agente Vladimir) caminó por entre una larga fila de estudiantes y vecinos que le aclamaban, le felicitaban, le agradecían, y hasta se disculpaban porque... Aquí fue dura la pelea contigo (le dijo una señora mientras le abrazaba) pero ahora nos alegra y te agradecemos todo lo que has hecho. Nos sentimos muy orgullosos de ti, frase esta última con que concluía cada intervención en señal de admiración y respeto por la obra de aquel hombre surgido de las entrañas de esa comunidad pinera.
En medio del encuentro Vladimir sugiere que vaya al micrófono una de esas personas que tuvo algún enfrentamiento directo con Serpa, para que nos cuente... Sube la señora Rosa, y le sigue Teresa, quien en una ocasión hasta por poco le va para arriba, pero hoy quiero darte un abrazo en nombre de toda la población de La Demajagua, y se lo da.
Ambos agentes respondían las preguntas de pioneros, jóvenes, ancianos, profesores...Muy animado el intercambio. La emoción incluso hizo que le brotaran lágrimas a Serpa, quien luego en un aparte para la prensa nos dijo fue en un momento de mucha emoción durante el encuentro. Ver a mi gente ahí, cómo hablaban, el recibimiento que me han hecho, eso me llegó mucho, como en ninguna otra parte lo había sentido.
Más de hora y treinta minutos de preguntas y respuestas no saciaron la sed, pero complementaron muy bien la información del capítulo Peones del Imperio que protagonizaran estos dos hombres con denuncias irrefutables acerca de cómo actúa Estados Unidos contra Cuba mediante una contrarrevolución interna que asesora y financia desde su propia Ofinica de Intereses en La Habana.
Una alumna de la vocacional de arte les preguntó en quiénes pensaban mientras hacían ese trabajo: En ustedes, los pioneros, respondió Vladimir...En poder seguir viendo a los niños cubanos en paz y con felicidad, agregó Emilio.
Al aplauso final le sucedieron entonces el abrazo, el beso, el agradecimiento, y hasta los autógrafos...Todavía estaba fresco el consejo que dieron los agentes, a petición de los jóvenes allí reunidos, para las generaciones de hoy:
Cerrar filas en torno a la Revolución, el Partido, Fidel y Raúl, porque el futuro del país está en sus manos.
Acompañados por las máximas autoridades del territorio pinero los agentes Emilio y Vladimir recorrieron el museo de Historia Municipal, la sala-museo de Presidio Modelo y la Casa-Museo El Abra, donde recibieron informaciones detalladas de la historia local y su imbricación con la lucha insurreccional en el país.
Mayores emociones deparó la tarde: El agente Emilio, o mejor Serpa, iba al reencuentro con sus vecinos de La Demajagua, aquel poblado desde el que comenzó su trabajo como agente, que tanto rechazo le ocasionó entre los residentes, bien conocedores de sus ¨andanzas¨ y ¨contubernios¨ con la contrarrevolución, las emisoras enemigas, y entre las Damas de Blanco, (bautizadas hoy por los cubanos como las Damas Verdes o las Damas del Dólar)
Junto a Moisés (agente Vladimir) caminó por entre una larga fila de estudiantes y vecinos que le aclamaban, le felicitaban, le agradecían, y hasta se disculpaban porque... Aquí fue dura la pelea contigo (le dijo una señora mientras le abrazaba) pero ahora nos alegra y te agradecemos todo lo que has hecho. Nos sentimos muy orgullosos de ti, frase esta última con que concluía cada intervención en señal de admiración y respeto por la obra de aquel hombre surgido de las entrañas de esa comunidad pinera.
En medio del encuentro Vladimir sugiere que vaya al micrófono una de esas personas que tuvo algún enfrentamiento directo con Serpa, para que nos cuente... Sube la señora Rosa, y le sigue Teresa, quien en una ocasión hasta por poco le va para arriba, pero hoy quiero darte un abrazo en nombre de toda la población de La Demajagua, y se lo da.
Ambos agentes respondían las preguntas de pioneros, jóvenes, ancianos, profesores...Muy animado el intercambio. La emoción incluso hizo que le brotaran lágrimas a Serpa, quien luego en un aparte para la prensa nos dijo fue en un momento de mucha emoción durante el encuentro. Ver a mi gente ahí, cómo hablaban, el recibimiento que me han hecho, eso me llegó mucho, como en ninguna otra parte lo había sentido.
GALERÍA DE FOTOS
En el barrio donde vive Serpa, agente Emilio
Cada vez llegan más personas a la entrada de la filial pedagógica Carlos Manuel de Céspedes para preguntar, escuchar, admirar, conocer detalles como que Vladimir vino a la isla hace muchos años mientras trabajaba como agente, o que en una ocasión no le dejaron entrar a la escuela de su hija una cámara fotográfica, o que tanto él como Emilio tuvieron siempre en su pensamiento y acción el ejemplo de Fidel, su constancia, su fe en la victoria.
Con un número musical del grupo de la escuela de instructores de arte concluye el encuentro. Emilio y Vladimir se adentran en el público, son uno más, se sienten uno más, pasan de mano en mano, de beso en beso. de abrazo en abrazo. Aunque lo intento es muy difícil lograr una buena foto, pero me alegro. Prefiero renunciar yo a mi imagen y que no lo hagan ellos al abrazo de su pueblo.
Con un número musical del grupo de la escuela de instructores de arte concluye el encuentro. Emilio y Vladimir se adentran en el público, son uno más, se sienten uno más, pasan de mano en mano, de beso en beso. de abrazo en abrazo. Aunque lo intento es muy difícil lograr una buena foto, pero me alegro. Prefiero renunciar yo a mi imagen y que no lo hagan ellos al abrazo de su pueblo.
Galería de fotos
Video cortesía de Islavisión
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