Por Sergio Rivero Carrasco
Fotos: Francisco Leyva
Solo unas breves notas para apuntar lo que sucedió el 26 de febrero, día inolvidable porque fue el renacer de Carlos Serpa Maceira, hasta ese día el contrarrevolucionario repudiado por su apego al imperio y por la defensa a ultranzas de la disidencia pinera. Habla m... por Radio Martí y mentiras, tras mentiras que solo ellos en su odio visceral son capaces de convertir en grandes "verdades".
Llegar esa mañana a encontrarse con el que "dejó de ser" diez años atrás, sentir el nudo que aprieta la garganta y corta la respiración ante la camita que sirvió de compañía a Fidel durante los días de aislamiento, no era cosa de juegos. Allí Emilio encontró a Serpa, y Serpa abrazó a Emilio. En esa simbiosis de corazón encendido, de deuda infinita con la Patria y de agradecimiento sincero por el paradigma que esa generación representa, fue la antesala del homenaje que el pueblo pinero le propinó al conocer su verdadera identidad.
Allí también estaba seguro de que en breves horas haría a su Tita, el mayor regalo: Poder demostrarle que nunca dejó de ser revolucionario, fidelista y Ccomunista, y como ella, también gritará a los cuatro vientos el reclamo por el regreso de los Cinco a la Patria.
Pero... No hay espacio para la congoja ni el retraimiento. El oxígeno hizo reververar la sangre; la sangre agitó al corazón y en un destello sin igual Emilio-Serpa también abrazó al tío Emilio y se sintió, por primera vez después de muchos años, el hombre más feliz de la tierra.
Ahora los convido a vivir junto a él ese momento.
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