El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó el jueves una ley de presupuesto para defensa de más de 600.000 millones de dólares (564. 867 millones de euros), que impide ceder el control de la Bahía de Guantánamo al Gobierno cubano, informa EFE.
El retorno del control de este territorio es una demanda constante de La Habana en el actual proceso de deshielo con Washington.
La ley firmada por Obama también contiene restricciones a la transferencia de presos de Guantánamo a territorio estadounidense, lo que obstaculiza directamente el objetivo de Obama de cerrar esa cárcel.
En un comunicado, el presidente explicó su decisión de firmar la Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA) porque incluye “beneficios vitales para el personal militar y sus familias”, y contiene “autoridades para facilitar las operaciones en curso en todo el mundo”.
Pero las “restricciones contenidas en esta ley referentes a la cárcel de Guantánamo son, como he dicho en el pasado, injustificadas y contraproducentes”, remarca Obama.
El presidente se declara, además, “profundamente decepcionado” porque, a su juicio, el Congreso “ha fracasado de nuevo” en la tarea de colaborar para cerrar la prisión de Guantánamo, ubicada en una base estadounidense en Cuba.
Obama vetó en octubre la primera versión de la ley, fundamentalmente porque bloqueaba la clausura de Guantánamo.
Pero el pasado 10 de noviembre el Congreso aprobó, con una amplia mayoría bipartidista en ambas cámaras, una versión revisada de la NDAA, la que ha firmado hoy el presidente y que sigue prohibiendo transferir a presos de Guantánamo a territorio estadounidense.
La Casa Blanca ya anticipó entonces que Obama firmaría la ley porque contiene disposiciones “importantes” para proteger al país.
El cierre de Guantánamo es una promesa pendiente de Obama que se remonta a su primera campaña electoral, en 2008, pero desde el principio se ha topado con la oposición del Congreso, especialmente entre los republicanos, que rechazan la transferencia de los presos a cárceles dentro de Estados Unidos.
El Gobierno estadounidense está ultimando un plan para entregar al Congreso en el que detalla los pasos necesarios para liberar y transferir a terceros países y a territorio estadounidense a los poco más de 100 reclusos que permanecen en el penal.
La presentación del plan se esperaba para comienzos de noviembre, pero se ha retrasado por “preocupaciones financieras”, de acuerdo con fuentes del Pentágono.
La semana pasada, desde Manila, Obama admitió que habrá una “fuerte resistencia” a su plan para cerrar Guantánamo a raíz de las “secuelas” de los atentados del 13 de noviembre en París, pero insistió en que su objetivo sigue siendo clausurar esa cárcel antes de que concluya su mandato, en enero de 2017.
La Casa Blanca no ha descartado que Obama actúe por su cuenta y haga uso de su autoridad ejecutiva para tratar de cerrar Guantánamo antes de que concluya su mandato si el Congreso no colabora.
“Como he dicho en repetidas ocasiones, el Poder Ejecutivo debe tener la flexibilidad, en cuanto a los detenidos que permanecen en Guantánamo, para determinar cuándo y dónde enjuiciarlos (…), y cuándo y a dónde transferirlos”, subrayó Obama en el comunicado divulgado el jueves.
En la cárcel de Guantánamo quedan un total de 107 reclusos, pero llegó a albergar a unos 800 presos poco después de su apertura, ordenada por el entonces presidente estadounidense, George W. Bush, tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
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