Díaz-Canel, las instalaciones del parque industrial ruso-belaruso 'Gran Piedra', donde se pronunció por una cooperación científica en la esfera médica entre su país, Belarús y China.
Durante la visita al complejo de más de 100 kilómetros cuadrados, de ellos ocho desarrollados en una primera etapa de ese parque, expertos belarusos y chinos se refirieron a la etapa de desarrollo, con producción china, de motores para camiones belarusos de gran carga.
Además, la parte china explicó los proyectos que se prevé realizar en una futura segunda etapa, como el desarrollo de un centro de investigación para compañías de alta tecnología (IT), y subrayó el alto desarrollo y reconocimiento logrado por la medicina cubana.
En ese sentido, la representación china destacó el trabajo del país asiático con la empresa cubana Biocubafarma e invitó a las compañías cubanas de ese sector a participar en el referido parque industrial, mientras resaltó las ventajas como gran consumidor del país asiático.
Al respecto, el mandatario cubano abogó por reforzar los vínculos científicos entre su país, Belarús y China, en especial, en la esfera de los fármacos, luego de escuchar explicaciones en el lugar donde se ubica la maqueta del referido parque industrial.
Poco después Díaz-Canel visitó una de las instalaciones del parque 'Gran Piedra', donde también se producen equipos chinos para ómnibus belarusos movidos por electricidad y otras fabricaciones.
Tras visitar el Parque Industrial belarruso-chino 'Gran Piedra', el mandatario cubano acudió a la Iglesia San Simeón y Santa Elena, donde conversó con el padre católico Vladislav Savalniuk, luego de ser recibido por miembros de ese centro religioso, en la Plaza de La Independencia.
Es un placer y además una oportunidad que, apenas llegado a esta bella ciudad de Minsk, visitamos su bella plaza y esta emblemática Iglesia de esta ciudad que guarda tanta historia y cultura.
Muchas gracias por habernos recibido, por su amabilidad y sus atenciones, escribió el presidente cubano, en el libro de visitantes.
También en el centro de la ciudad, el mandatario cubano recorrió la catedral ortodoxa del Espíritu Santo, donde conversó con la dirección de ese centro de cultos, profesado por más del 83 por ciento de la población de esta república exsoviética.
Como parte del paseo por esta urbe, el jefe de Estado cubano se dirigió a la llamada Isla de las lágrimas, en el río Svisloch, él único de la ciudad, donde se encuentra un monumento a las madres de los 789 soldados belorusos caídos en Afganistán.
Más de 30 mil belorusos participaron en los combates en Afganistán, en tiempos de la Unión Soviética.
Durante su visita oficial a Belarús, el presidente cubano sostendrá conversaciones oficiales con su similar , Alexander Lukashenko.
En el inicio de su gira europea, Díaz-Canel viajó a Irlanda, pero también participará en la XVIII cumbre de Países No Alineados, en Azerbaiyán, y efectuará una visita oficial a Rusia.
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