Por: María Carla González*Este viernes, 29 de mayo, se cumplen los 45 días que tenía el Congreso estadounidense para pronunciarse sobre la decisión del Presidente Barack Obama de excluir a Cuba de la Lista de Países patrocinadores del terrorismo, por lo que se prevé que este mismo día se realice el anuncio formal mediante la publicación oficial en el Registro Federal de Estados Unidos; así mi país finalmente quedará fuera de esta ofensiva lista en la que nunca debió estar.
Una vez eliminada esta injusticia, principal causa por la cual no se habían abierto embajadas después que el 17 de diciembre los presidentes de Cuba y EE.UU. anunciaran la intención de restablecer relaciones, es de esperar que se acelere la concreción del restablecimiento pleno de relaciones diplomáticas entre ambos países.
Según varias agencias estadounidenses el histórico anuncio de la reapertura de las embajadas en la Habana y Washington ya tiene fecha. Los gobiernos de Cuba y Estados Unidos efectuarán el anuncio formal en la primera semana de junio. Se prevé las oficinas de intereses en La Habana y Washington dejarían de funcionar como tal para convertirse en embajadas.
Vale aclarar que aunque representa un paso de avance, no significa la normalización de las relaciones entre ambos países. ¿A caso puede ser normal nuestra relación con una potencia que sometió al pueblo a un cruel bloqueo por más de medio siglo? Aunque vale significar que ya un banco floridano recibió la licencia del Departamento del Tesoro para operar la cuenta de la misión cubana y su consulado en Washington y que el apoyo en el Congreso para eliminar el bloqueo está creciendo.
Existen muchos escoyos todavía, si se va a la Historia de Cuba y a la de EE.UU., esa que no le gusta mucho a Obama o más bien pretende que olvidemos, ahí se encuentra la verdadera causa de nuestras diferencias más profundas, no se trata sólo de la Revolución Cubana, sino de sus intenciones del gobierno de EE.UU. de apoderarse del territorio de Cuba incluso antes de que triunfara nuestro proceso revolucionario. Trabajo les costó tenernos, hasta que dieron el zarpazo al finalizar la guerra del 95, entonces nos tuvieron; pero nos perdieron cuando llegó el Comandante y mandó a parar. De ahí su necesidad de subvertir el proceso revolucionario.
Como planteó Obama en su anuncio sus intenciones continúan siendo las mismas: socavar la Revolución para recuperar lo que es suyo, vaya prepotencia!!! Por eso financian, organizan y ejecutan planes subversivos y apoyan abiertamente a aquellos que se prestan cual títeres a sus intereses, esos mismos que comprometen la tranquilidad de mis vecinos, de mi familia y de mis amigos. Los mismos que se benefician de los servicios gratuitos o subvencionados que brinda el gobierno cubano a todos sus ciudadanos, vaya descaro!!!
Mientras el gobierno estadounidense persista en quitarnos nuestros derechos, no habrá normalización. Somos un pueblo culto y enérgico, que no olvida su Historia.
*editora del blog La Santa Mambisa
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