Por:
Joel García
Sin embargo, ahora tendrá uno de esos retos que parecen monumentos al lado de cualquier otro que venga luego. Su nominación para dirigir el equipo Industriales no le tomó por sorpresa, aunque está consciente que será muy distinto a sus 22 campañas en Series Nacionales, cuando hacía las delicias con espectaculares guantazos en el jardín central y esos batazos oportunos para remolcar carreras.
En la última temporada con el formato actual, tras algunas bajas sensibles y a partir de una imagen nada complaciente para sus seguidores en la campaña anterior, Javier Méndez apuesta sus objetivos a lograr un conjunto motivado, competitivo, alegre y que, además de los triunfos, despierte ídolos y espectáculos en cada una de sus salidas al terreno.
“Dirigir Industriales en estos momentos es una alta responsabilidad dentro del béisbol nacional, por lo que representa ese equipo para la capital y a partir del mal sabor dejado por la no clasificación a los play off en la anterior Serie Nacional. Siempre que uno comienza una tarea quiere hacerlo lo mejor posible y para eso lo primero que haremos es hilvanar todos los detalles que pudieron haber salido mal en el pasado y trabajar en la unidad y cohesión del equipo”.
¿Haber llegado en el último año del actual formato imprime algún extra en tus propósitos?
“Este formato busca la representatividad de las provincias en el campeonato nacional, pero, como todos saben, el béisbol se ha desangrado últimamente con la salida de muchas figuras que estaban en los equipos provinciales, lo cual ha provocado que la calidad de la misma disminuya.
“De ahí que no solo en La Habana, sino también en varias provincias, se haya acelerado el proceso de aprendizaje y conocimiento de los peloteros que vienen de las categorías inferiores. Además, hemos tenido que apurar su integración en estos equipos y por tanto, hay lagunas defensivas, ofensivas, y el pitcheo ha tenido su declive.
“El actual formato no tiene razón de ser. Se debiera concentrar más la calidad y lograr una Serie Nacional más competitiva y vistosa. No obstante, dirigir ahora nos deja la posibilidad de realizar una buena labor y tratar de colocar al equipo en un lugar destacado”.
¿Cómo piensas asumir la dirección con peloteros que fueron compañeros en tu época de jugador?
“Tuve la posibilidad de jugar con peloteros que estarán en el róster de Industriales y me parece que ser director hoy es una continuidad de lo que realizaba como jugador. Ellos saben mis características como persona y como atleta y tendrán un doble compromiso, uno de carácter general con el equipo y el pueblo, y otro conmigo pues donde empieza el deber se reafirma la amistad. Valores como la responsabilidad, combatividad y caballerosidad dentro y fuera del terreno quiero transmitírselos a veteranos y noveles. Eso es lo que impondrá el respeto y la autoridad, aunque lo principal será lograr una disciplina que nos lleve a planos estelares”.
¿Es Industriales un equipo indisciplinado?
“Jugué muchos años con ese uniforme y aunque ocurren algunas indisciplinas no lo considero así. Hoy es otra etapa, han cambiado algunas cosas y en sentido general se han enraizado elementos negativos que debemos combatir. Pero hay jugadores con mucho sentido de pertenencia y compromiso con el equipo cuyo comportamiento es ejemplar. No obstante, debemos estar alertas pues la combinación de una serie tan larga con otros factores subjetivos puede arrastrar a un cierto desgaste tanto al cuerpo de dirección como a los peloteros y convertirse en una debilidad. En eso debemos trabajar todos, para que una buena disciplina se convierta en resultados, en victorias”.
Para nadie es un secreto que de los tres aspectos de juego, el más débil de Industriales vuelve a ser el pitcheo. ¿Cómo y con quién piensas asumir o compartir ese trabajo?
“Hay lanzadores que han transitado varios años por el equipo y no ha podido dar el salto de calidad que se esperaba. Sostengo la idea que si fueron atletas de calidad en categorías inferiores –algunos estuvieron en equipos o preselecciones nacionales— ahora pueden tener éxito en la primera categoría. Hay que trabajar muy fuerte con ese grupo de lanzadores, pero tengo confianza en ellos y sé que van a poder cumplir con lo que aspiramos”.
Es decir estás apostando por un pitcheo joven
“Hay pítchers que tienen un peso extraordinario en el equipo y hay que respetarlo por su trayectoria, pero el staff de pitcheo será en su mayoría joven e intentaremos preservar las diferentes especializaciones: abridor, intermedio, estabilizador y cerrador.
“Sobre los entrenadores hay que decir que hemos tenido problemas en esa área en la provincia porque hay escasez, pero contamos con algunos con conocimientos y un curriculum muy amplio. Para mí será una fortaleza utilizar entrenadores que vienen con esos jóvenes lanzadores desde las categorías inferiores y ahora darán el paso para trabajar en Industriales.
“Entre ellos puedo mencionarte a Caleb Campos, quien lanzó en series nacionales y luego estuvo en la EIDE, dirigió equipos escolares y juveniles, y conoce bien a esos muchachos. Tenemos también a Frank Javier Menéndez, un ex lanzador de Industriales que se ha superado mucho. Además estará Carlos Manuel Puentes, entrenador de nueva promoción, pero con buena preparación. Pensamos que los tres trabajen de conjunto para lograr éxitos en esta área.
¿Qué fórmula aplicarías con los entrenadores de bateo?
“Tenemos pensado en Ezequiel González, quien está en la EIDE y lleva varios años trabajando con grandes resultados en esas categorías y estuvo con nosotros varios años como entrenador de bateo. Juan Padilla, ex jugador destacado con suficiente experiencia y ex manager de Metropolitanos, será también del cuerpo de dirección y se encargará de los jugadores de cuadro, en tanto Juan Bravo lo hará con los receptores. Ricardo Eizmendy seguirá como preparador físico. Y faltan todavía algunos compañeros por seleccionar”.
El aporte de algunos jugadores veteranos en las últimas campañas ha sido pobre y hay quienes piensan que no debieran convocarse ahora. ¿Cómo manejará eso la nueva dirección?
“Es un tema complicado, porque hay peloteros dentro del equipo que han transitado durante varios años y comienzan a ser veteranos. Hay que hacer un análisis profundo entre todos los entrenadores porque este año tendremos 32 y no 40 peloteros, de ahí que necesitamos dentro del equipo los que más aporten.
“Tenemos diseñado un plan de entrenamiento riguroso y exigente. En lo personal sería extremadamente difícil excluir a uno de esos jugadores que no se adapten a las exigencias futuras por muchas razones. Sin embargo, a quien no pueda habrá que hacerle entender que su vida deportiva está culminando y que vienen jugadores con talento y ganas de demostrar lo que una vez ellos hicieron. Muchos atletas hacen resistencia y les cuesta trabajo comprender eso porque hay que ser muy valiente para dar un paso así y entregar el batón al que continúa.
“No obstante, la renovación en un conjunto se hace escalonada. De un golpe no puedes hacer un corte total porque si bien hacen falta los noveles, también son necesarios los experimentados”.
¿Cuál es tu posición sobre los peloteros capitalinos que andan prestados en otras provincias?
“Son jugadores de mucha calidad que emigraron o se prestaron debido a la desaparición de Metropolitanos, que aprovecho para decir que fue un error sacarlo de la Serie Nacional. Soy del criterio de no frenar el desarrollo de nadie, por tanto si puedes jugar en tu provincia o en la que estés, házlo.
“En el caso de los peloteros prestados si se recuperan para la provincia no quiere decir que automáticamente vayan a jugar de regular. Pero eso hoy no es la preocupación fundamental para la nueva dirección, porque en la capital existe talento”.
¿Se siente preparado Javier Méndez para esta tarea o le hubiera gustado empezar a dirigir por categorías inferiores?
“Cuando uno enfrenta un reto como este siempre tiene preocupaciones y aspiraciones. Poco conocen que aunque no he dirigido en Cuba, sí tuve posibilidad de hacerlo durante varios años en Italia y reúno conocimientos sobre la dirección de un equipo. Por supuesto, la presión de dirigir Industriales es mayor, como mismo les pasó a los anteriores mentores que me antecedieron y son compañeros míos: Rey Vicente Anglada, Pedro Medina, Germán Mesa y Lázaro Vargas”.
¿Qué mentor de los que tuviste dejó más influencia en ti?
“He tenido directores que siempre me aportaron sabiduría, conocimientos y conceptos sobre la dirección. Lo que puedes aprender de uno, el otro no lo tiene y viceversa. Pero puedo mencionarte algunos nombres: José Miguel Pineda (mi director en el mundial juvenil), Pedro Chávez, Jorge Trigoura, Rodolfo Puentes, Servio Borges, Medina y Anglada.
“Voy a hacer las cosas con la mejor disposición y colegiar la mayor cantidad de decisiones con mi colectivo de dirección”.
¿Cuál sería entonces la singularidad del Industriales que salga al Latinoamericano en la 55 Serie Nacional?
“Tenemos pensado que salga al ruedo un equipo muy motivado para jugar al béisbol, contento, batallador y que demuestre calidad dentro del terreno. Quiero un Industriales competitivo y para tener eso hay que contar con jugadores versátiles y que se lesionen poco.
Quiero un Industriales que no sé de por vencido nunca, que sea aguerrido, combativo, alegre y aporte vistosidad al espectáculo. En resumen, un Industriales que la gente vaya a verlos con gusto y convierta a sus jugadores en ídolos de la afición”.
¿Cómo asumió la familia esta nueva responsabilidad?
“Ellos están preocupados porque se les han acercado muchas personas, amistades para contarle experiencias anteriores, no siempre halagüeñas. La familia es una de las que más sufre este trabajo porque es muy difícil y comprometedor. Sin embargo, trataré de que todos cooperen y aporten su granito de arena a la causa azul”.
Quizás la imagen que tienen hoy los capitalinos de Javier Méndez pueda dañarse si los resultados no llegan como esperan. ¿Estás preparado para eso?
“Es un desafío sobre el que he pensado y meditado mucho. A la hora de tomar decisiones hay personas que se involucran, se afectan, otras que no están de acuerdo y algunas veces al director le toca hacer el papel del malo de la película. Espero que comprendan lo difícil de mi puesto ahora y trataremos de hacerlo lo mejor posible.
“No es una tarea que buscaba ni que estaba detrás de ella, sino que me ha tocado y la voy a afrontar con valentía. No quisiera crear falsas expectativas en la afición. Todo lo que se haga tendrá como principal objetivo rescatar el béisbol de la capital y tratar de demostrar su verdadera calidad dentro del país.
“Es mucho más fácil dar los tubeyes que daba, tirar los guantazos o impulsar las carreras que dirigir. Intentaré ser lo más justo posible y transmitirles a todos la responsabilidad de cada quien. Un pelotero construye su camino con mucho coraje y esfuerzo, pero los directores también. En esta nueva etapa, aspiro a empezar sobre bases sólidas.
Posiblemente eres de los pocos atletas que no fueron nunca chiflados ni ofendidos en el Latinoamericano.
“Y espero seguirlo siendo. Otra vez con mi número 17 y sin salir a batear. Será un premio tan grande como ganar el campeonato”.
(Tomado de Trabajadores)
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