- Escrito por Adelfa Hernández Hernández
Héroes
de carne y hueso, René González Sehwerert y Ramón Labañino Salazar, que
sufrieron en cárceles de Estados Unidos injustas condenas por luchar
contra el terrorismo, son agasajados en Birán, tierra que vio nacer a
Fidel y a Raúl Castro. A ambos lados de la carretera se situaron los
pobladores con la alegría inmensa de una Revolución cubana que tiene a
sus hijos de regreso a la Patria.
Con voces de Viva René, Viva Ramón, Viva Fidel, Viva Raúl, Viva Cuba, y con abrazos, besos y aplausos, lágrimas y momentos culturales resultado del fuerte movimiento creado en esta zona oriental, el pueblo de Birán agradecido acogió a sus héroes y a las esposas Olga Salanueva y Elizabeth Palmeiro, compañeras de combate.
Al encuentro asistieron ganaderos, campesinos, amas de casa, maestros, niños y personas de todas las generaciones que se iban enterando del suceso, y llegaban con sus ropas de trabajo, sus herramientas y hasta con los bebé en brazos; turistas que se dirigían al Conjunto Monumentario y vieron aquel desborde de júbilo también se acercaron para abrazar a los Héroes y conocer más de su historia.
Allí, en medio de la carretera René y Ramón tomaron el micrófono:
René: “Los que guiaron esta Revolución desarrollaron en este lugar su espíritu de justicia, viendo la situación del campesino cubano y aún cuando no sabían lo que iban a ser en el futuro, esos dos niños que crecieron en esta área, empezaron a ver que había que resolver muchos problemas en el país, después por suerte fueron a estudiar y desarrollaron más este sentimiento de justicia, le dieron forma y hoy tenemos una comunidad distinta, y es gracias a lo que aquí aprendieron”.
“Así que para nosotros esto es un Santuario de la Revolución, y me imagino lo que representará para ustedes, como amarán este lugar, estas montañas, este pueblo, este paisaje, como amarán el espíritu que de aquí salió a cambiarlo todo en Cuba y fuera de Cuba”.
“Nosotros nos sentimos muy honrados por estar entre ustedes, les damos las gracias por este recibimiento, les decimos que los queremos mucho, como queremos a toda Cuba, pero los queremos a ustedes porque son de aquí, y eso tiene un significado especial, así que muchas gracias por recibirnos, a nombre de los Cinco, y de nuevo con ustedes a donde haya que ir”.
Ramón: ”Sientan de todo corazón el cariño, el abrazo, el amor de los Cinco por cada uno de ustedes, ojalá pudiéramos abrazarlos y besarlos a todos, pero cada vez que besamos a uno siéntanse todos abrazados”.
“Nosotros estamos hoy aquí donde nació Cuba, donde nació la Revolución cubana, donde nació la hazaña de la Revolución y nos conmueve profundamente estar aquí entre ustedes con tanta alegría, con tanto fervor revolucionario, que sabemos que juntos todos llevaremos adelante las próximas obras al servicio de nuestra patria”.
“Sentimos aquí a Fidel y a Raúl, sentimos a todo este pueblo hermoso que una vez más nos viene a recibir, y de todo corazón muchas gracias por este recibimiento tan bonito, juntos seguiremos adelante, con la misma enseñanza del Comandante, los mismos ideales que se sembraron aquí, que llevamos en el pecho, que llevamos en el alma, con ese mismo afán continuaremos defendiendo a la Revolución, continuaremos defendiéndolo a ustedes, como ustedes también seguro defenderán el futuro de Cuba, muchísimas gracias, y el abrazo y el beso de los Cinco”.
En Birán, los antiterroristas cubanos que regresaron a la Patria después de cumplir injustas condenas en cárceles norteamericanas, recorrieron también el Conjunto Monumentario e intercambiaron con varias delegaciones de otras provincias como Granma y Santiago de Cuba, que quisieron retratarse con los Héroes.
Y es que este viaje de nuestros héroes a Birán fue un retorno a la semilla de la Revolución.
Con voces de Viva René, Viva Ramón, Viva Fidel, Viva Raúl, Viva Cuba, y con abrazos, besos y aplausos, lágrimas y momentos culturales resultado del fuerte movimiento creado en esta zona oriental, el pueblo de Birán agradecido acogió a sus héroes y a las esposas Olga Salanueva y Elizabeth Palmeiro, compañeras de combate.
Al encuentro asistieron ganaderos, campesinos, amas de casa, maestros, niños y personas de todas las generaciones que se iban enterando del suceso, y llegaban con sus ropas de trabajo, sus herramientas y hasta con los bebé en brazos; turistas que se dirigían al Conjunto Monumentario y vieron aquel desborde de júbilo también se acercaron para abrazar a los Héroes y conocer más de su historia.
Allí, en medio de la carretera René y Ramón tomaron el micrófono:
René: “Los que guiaron esta Revolución desarrollaron en este lugar su espíritu de justicia, viendo la situación del campesino cubano y aún cuando no sabían lo que iban a ser en el futuro, esos dos niños que crecieron en esta área, empezaron a ver que había que resolver muchos problemas en el país, después por suerte fueron a estudiar y desarrollaron más este sentimiento de justicia, le dieron forma y hoy tenemos una comunidad distinta, y es gracias a lo que aquí aprendieron”.
“Así que para nosotros esto es un Santuario de la Revolución, y me imagino lo que representará para ustedes, como amarán este lugar, estas montañas, este pueblo, este paisaje, como amarán el espíritu que de aquí salió a cambiarlo todo en Cuba y fuera de Cuba”.
“Nosotros nos sentimos muy honrados por estar entre ustedes, les damos las gracias por este recibimiento, les decimos que los queremos mucho, como queremos a toda Cuba, pero los queremos a ustedes porque son de aquí, y eso tiene un significado especial, así que muchas gracias por recibirnos, a nombre de los Cinco, y de nuevo con ustedes a donde haya que ir”.
Ramón: ”Sientan de todo corazón el cariño, el abrazo, el amor de los Cinco por cada uno de ustedes, ojalá pudiéramos abrazarlos y besarlos a todos, pero cada vez que besamos a uno siéntanse todos abrazados”.
“Nosotros estamos hoy aquí donde nació Cuba, donde nació la Revolución cubana, donde nació la hazaña de la Revolución y nos conmueve profundamente estar aquí entre ustedes con tanta alegría, con tanto fervor revolucionario, que sabemos que juntos todos llevaremos adelante las próximas obras al servicio de nuestra patria”.
“Sentimos aquí a Fidel y a Raúl, sentimos a todo este pueblo hermoso que una vez más nos viene a recibir, y de todo corazón muchas gracias por este recibimiento tan bonito, juntos seguiremos adelante, con la misma enseñanza del Comandante, los mismos ideales que se sembraron aquí, que llevamos en el pecho, que llevamos en el alma, con ese mismo afán continuaremos defendiendo a la Revolución, continuaremos defendiéndolo a ustedes, como ustedes también seguro defenderán el futuro de Cuba, muchísimas gracias, y el abrazo y el beso de los Cinco”.
En Birán, los antiterroristas cubanos que regresaron a la Patria después de cumplir injustas condenas en cárceles norteamericanas, recorrieron también el Conjunto Monumentario e intercambiaron con varias delegaciones de otras provincias como Granma y Santiago de Cuba, que quisieron retratarse con los Héroes.
Y es que este viaje de nuestros héroes a Birán fue un retorno a la semilla de la Revolución.
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