El niño Elián González con su padre de regreso a Cuba
Este viernes la agencia francesa AFP hizo un recuento sobre su
histórica devolución a Cuba luego que lo secuestraron en Miami.
Puntualiza eslabones de lo acaecido y se extiende hasta el nuevo escenario de las relaciones entre Washington y La Habana.
Como se recordará se trata del famoso caso del niño de apenas cinco años que en noviembre de 1999 sobrevivió al naufragio de una precaria balsa cerca del territorio floridano.
Víctima de una conocida cruzada propagandística, su madre, Elizabeth Broton, quien falleció junto a otras personas, lo llevaba clandestinamente hacia Miami.
Ahí se inició un arduo proceso, ya que el padre del niño, Juan Miguel González, ajeno a esa trama, exigió el regreso de este a Cuba.
La ultraderecha de origen cubano se movilizó en Miami para exigir que Elián permaneciera allí.
Una de sus voces más ruidosas desde el primer momento fue la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen, quien llegó a envolver públicamente al niño en una bandera de Estados Unidos.
Ahora la AFP dijo que en esas circunstancias “el exilio cubano cerró filas” junto al reclamo de no devolverlo a su padre y otros familiares cercanos con sede en la isla.
Como parte de su maquinación, la jefatura ultraderechista compró los servicios de familiares lejanos de Elián radicados en Miami para que hablaran por ella.
Uno de ellos, “el tío abuelo” Delfín González, declaró ahora en su casa del barrio la Pequeña Habana:
“Esa época estuvo muy complicada para la familia. Día y noche la prensa ahí, haciendo noticieros en vivo para el mundo entero”.
Elián fue retirado a la fuerza de la casa de sus secuestradores en abril de 2000 por órdenes del Departamento de Justicia en medio de la batalla legal que inició su padre.
Por su lado, AFP recordó que esa puja involucró a los gobiernos de ambos países, convulsionó a Miami y se vio reflejada en la prensa internacional.
Observadores han hecho notar el decisivo papel desempeñado en esta historia por ilustres personalidades religiosas de Estados Unidos.
Y junto a ello el balance que una y otra vez arrojaron encuestas de opinión pública a favor del padre y su hijo.
La trifulca llegó a su fin con el regreso de Elián a Cuba, el 28 de junio de 2000.
En Cuba, Fidel Castro guió la campaña para lograr su devolución, objetivo que arrastró, desde sus compañeros de la escuela primaria, hasta casi toda la nación.
Según el análisis de la AFP, lo sucedido entonces unificó al exilio, pero un notable académico de Miami lo valoró de otra manera.
Se trata de Jorge Duany, director del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de la Florida, según el cual…
“También mostró una gran diferencia” entre ellos y la mayoría de los estadounidenses.
Porque esa mayoría, subrayó Duany, consideraba que Elián debía volver con su padre.
De acuerdo a ciertos líderes de esa comunidad cubana, el evento marcó un antes y un después.
Elena Freyre, presidenta de la Fundación para la Normalización de las Relaciones entre Cuba y Estados Unidos, estimó que lo sucedido 15 años atrás, movió a “repensar” las posiciones frente a La Habana.
El antes mencionado tío abuelo de Elián, escribió la agencia noticiosa francesa, se alegra ante la posibilidad de volver a ver al balserito, con el cual no volvió a tener trato.
Dice que durante años mantuvo su cuarto como un museo, pero luego por necesidad económica lo alquiló “y las pertenencias del niño terminaron en un depósito”.
Como se recordará se trata del famoso caso del niño de apenas cinco años que en noviembre de 1999 sobrevivió al naufragio de una precaria balsa cerca del territorio floridano.
Víctima de una conocida cruzada propagandística, su madre, Elizabeth Broton, quien falleció junto a otras personas, lo llevaba clandestinamente hacia Miami.
Ahí se inició un arduo proceso, ya que el padre del niño, Juan Miguel González, ajeno a esa trama, exigió el regreso de este a Cuba.
La ultraderecha de origen cubano se movilizó en Miami para exigir que Elián permaneciera allí.
Una de sus voces más ruidosas desde el primer momento fue la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen, quien llegó a envolver públicamente al niño en una bandera de Estados Unidos.
Ahora la AFP dijo que en esas circunstancias “el exilio cubano cerró filas” junto al reclamo de no devolverlo a su padre y otros familiares cercanos con sede en la isla.
Como parte de su maquinación, la jefatura ultraderechista compró los servicios de familiares lejanos de Elián radicados en Miami para que hablaran por ella.
Uno de ellos, “el tío abuelo” Delfín González, declaró ahora en su casa del barrio la Pequeña Habana:
“Esa época estuvo muy complicada para la familia. Día y noche la prensa ahí, haciendo noticieros en vivo para el mundo entero”.
Elián fue retirado a la fuerza de la casa de sus secuestradores en abril de 2000 por órdenes del Departamento de Justicia en medio de la batalla legal que inició su padre.
Por su lado, AFP recordó que esa puja involucró a los gobiernos de ambos países, convulsionó a Miami y se vio reflejada en la prensa internacional.
Observadores han hecho notar el decisivo papel desempeñado en esta historia por ilustres personalidades religiosas de Estados Unidos.
Y junto a ello el balance que una y otra vez arrojaron encuestas de opinión pública a favor del padre y su hijo.
La trifulca llegó a su fin con el regreso de Elián a Cuba, el 28 de junio de 2000.
En Cuba, Fidel Castro guió la campaña para lograr su devolución, objetivo que arrastró, desde sus compañeros de la escuela primaria, hasta casi toda la nación.
Según el análisis de la AFP, lo sucedido entonces unificó al exilio, pero un notable académico de Miami lo valoró de otra manera.
Se trata de Jorge Duany, director del Instituto de Investigaciones Cubanas de la Universidad Internacional de la Florida, según el cual…
“También mostró una gran diferencia” entre ellos y la mayoría de los estadounidenses.
Porque esa mayoría, subrayó Duany, consideraba que Elián debía volver con su padre.
De acuerdo a ciertos líderes de esa comunidad cubana, el evento marcó un antes y un después.
Elena Freyre, presidenta de la Fundación para la Normalización de las Relaciones entre Cuba y Estados Unidos, estimó que lo sucedido 15 años atrás, movió a “repensar” las posiciones frente a La Habana.
El antes mencionado tío abuelo de Elián, escribió la agencia noticiosa francesa, se alegra ante la posibilidad de volver a ver al balserito, con el cual no volvió a tener trato.
Dice que durante años mantuvo su cuarto como un museo, pero luego por necesidad económica lo alquiló “y las pertenencias del niño terminaron en un depósito”.
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