Julio Alfredo García Oliveras, combatiente de la lucha clandestina, falleció este sábado a la edad de 85 años, a causa de una cardioesclerosis.
García Oliveras nació en 1931 en la ciudad de La Habana. Su madre era ama de casa y su padre empleado. Cursó los estudios primarios y de bachillerato en el colegio de Belén y en 1950 ingresó en la Universidad de La Habana para estudiar Arquitectura.
Se incorporó a la lucha estudiantil a partir del golpe de estado de Batista, y se unió a José Antonio Echeverría. A finales de 1955 tomó parte en la organización del Directorio Revolucionario, e integró su ejecutivo nacional en el frente de acción.
Después de la firma de la Carta de México entre José Antonio y Fidel, participó en todas las acciones armadas del Directorio en La Habana. El 13 de marzo dirigió el comando que participó en la toma de Radio Reloj y la Universidad. En junio de 1957 sufrió el exilio después de los sucesos de Humboldt 7.
A principios de febrero de 1958 regresó a Cuba en una expedición armada por el puerto de Nuevitas, para abrir el Frente del Escambray junto con Faure Chomón y otros combatientes. Después fue trasladado a La Habana como miembro de la Dirección Nacional del Directorio, y permaneció en esa responsabilidad hasta el triunfo.
En enero de 1959 fue ascendido al grado de Comandante. Asumió la dirección del periódico Combate, del Directorio y luego se incorporó al Ejército Rebelde, donde ocupó responsabilidades en el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR).
En abril de 1961 fue herido durante el bombardeo de aviones norteamericanos al aeropuerto de Ciudad Libertad, previo a la invasión mercenaria por Playa Girón.
Integró el Primer Comité Central de Partido. Entre sus tareas estuvieron la de vicejefe de la Dirección Política de las FAR, embajador en Vietnam y en la República Democrática Alemana; presidente de la Cámara de Comercio de la República de Cuba y vicepresidente primero de la Sociedad Económica de Amigos del País. Fue miembro de la Dirección Nacional de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana hasta su fallecimiento.
De acuerdo con su voluntad, su cadáver será cremado y sus cenizas expuestas este domingo, a partir de las 10 de la mañana, en el Salón de los Mártires de la Federación Estudiantil Universitaria de la Universidad de La Habana, hasta las dos de la tarde, cuando serán depositadas en una bóveda familiar.
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