Por Luis Ernesto Ruiz Martínez. En los últimos días hemos visto en la Televisión Cubana varios de los “personajes” que acompañaron a Trump durante el show en Miami. Marco Rubio y Mario Díaz-Balart, dos de los “afortunados”, tienen su propia fauna local, así que mientras más cacareen, más valioso es el huevo. Así sucede por estos días desde Holguín, donde los hermanos huelguistas “vuelven ser noticia”.
Resulta que al parecer por esta parte de la geografía holguinera algunos tienen un “compromiso” especial con Díaz-Balart, uno de los socios de Donald Trump, o al revés. Al congresista le preocupa “la situación de tres hermanos que están en huelga de hambre en Cuba y se les ha negado tratamiento médico”, expresado textualmente en un comunicado que circula por internet.
“Díaz-Balart”, continúa el susodicho comunicado, “califica de vergonzoso el arresto de Anairis Miranda Leyva, Adairis Miranda Leyva, Fidel Manuel Batista Leyva, y Maydolis Leyva Portelles por no mostrar duelo por la muerte de Fidel Castro”. Los hechos que motivaron su arresto y su posterior conducta fue objeto de una investigación expuesta en este blog.
Claro, algo de dramatismo no viene mal para los acostumbrados lectores de Diario de Cuba, Martí Noticias y otros de los medios que amplifican, sin investigación alguna, este tipo de acontecimientos.
Mienten… para variar.
Represión, respuesta rápida, huelga de hambre, son palabras muy frecuentes en las notas que llenan varios sitios por estos días. Pero nada, como es costumbre, se dice de la actitud de la madre y sus 3 hijos, de conocido historial contrarrevolucionario.Los hermanos, presentados como destacados activistas, iniciaron una nueva huelga de hambre el pasado 8 de junio. Tras 13 días fueron hasta el Hospital y comenzó el nuevo show. Se negaron a realizarse exámenes complementarios, algo que según me cuentan amigos de la salud y mi propia experiencia, es lo más elemental para conocer el estado real de cualquier paciente. A pesar de la negativa a someterse a esos análisis ellos reclamaron ingreso inmediato.
Ese día pasaron la noche allí y en la mañana siguiente volvieron con la negativa. ¿Si se está tan seguro de la “precaria situación de salud”, como vociferan algunos en internet, por qué no confirmarlo con exámenes de laboratorio?
Resultado, si no hay criterio médico, nadie (es lo más lógico del mundo), puede mantener ingresados pacientes con la certeza de que esas camas las pueden necesitar otros que sí muestran signos reales de enfermedad.
Los códigos comunicativos ante la respuesta médica han sido claramente manipuladores. La traducción ante la normal actitud de los profesionales de la salud ha sido: “se les ha negado la asistencia médica en todos los hospitales de Holguín”, “se les ha negado tratamiento médico”, “el Director del Hospital los expulsó”, así como “la negativa de atención médica por parte de los medios de salud de la ciudad de Holguín”. Ver, para creer.
Hay muchas cosas mal contadas, otras escondidas en esta historia que acaba de “llamar la atención” de un Congresista de Estados Unidos. El “pobre” Mario Diaz-Balart, que a lo mejor ni sabe dónde está Holguín dentro del mapa de Cuba, debería saber que “después de 23 días sin comer”, los huelguistas andan cargando cubos de agua.
Me cuentan quienes hace algunos días los vieron rumbo a la Dirección Provincial de Salud, iban con buen paso y excelente sonrisa, algo que contradice lo que han escuchado los seguidores de Radio Martí, donde comentan que se encuentran en estado de salud grave.
Algunos sugieren preguntarle a Coco Fariñas y otros “defensores de los derechos humanos” que han realizado acciones similares dentro de Cuba, si en estado de inanición se tienen tantas fuerzas como para salir de la casa a caminar del modo en que lo hacen estos. Algunos especulan que, como dentro de su vivienda nadie les hace caso, tienen que salir de ella.
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