Guayacán es el nombre común con el que se conoce a varias especies de árboles nativos de América, pertenecientes a los géneros Tabebuia, Caesalpinia, Guaiacum y Porlieria. Todas las especies de guayacán se caracterizan por poseer una madera muy dura. Es justamente por esa característica que reciben el nombre de guayacán, aun cuando no guarden relación de parentesco entre sí.

sábado, 23 de mayo de 2015

Asi la prensa salvadoreña satanizaba a Monseñor Romero por serle fiel al pueblo

mons_romero Publicado en 22/05/2015JLeanez
Monseñor Romero fue victima incansable de una campaña de satanización por parte de la oligarquía salvadoreña, que veía en el, el nuevo despertar de un Pueblo, era tildado de terrorista, guerrillero, comunista, al ver que hombres, mujeres, niños y jóvenes lo tomaban como la luz de la verdad, la luz guía que necesitaba El Salvador para zafarse de  la garra de la derecha imperial.
Lea también: Espíritu antiimperialista de Monseñor Romero es luz guía de América Latina (+Audio)
Los medios de comunicación, controlados por el Gobierno, iniciaron una campaña mediática contra las iniciativas de Óscar Arnulfo Romero de manifestar al Pueblo salvadoreño y exhortar a las potencias imperiales a respetar los derechos humanos de campesinos y desfavorecidos quienes eran victimas de torturas y violentas masacres.
A continuación, le ofrecemos un extracto de “Monseñor Romero, los signos de su santidad” de Roberto Campos el cual rememora los distintos escenarios que vivió y sufrió Óscar Arnulfo Romero por serle fiel a los intereses del Pueblo, que soñaba con una Patria libre de injerencias militares e imperios que socavaran la voluntad de un país de levantar la bandera de la libertad:


Las homilías de Monseñor Romero eran toda una cátedra de teología, información y fidelidad a la verdad. En esos años, la gente común no podía decir la verdad de lo que ocurría en el país porque era asesinada por ese simple hecho, ¡decir la verdad!. Los medios de información, (o mejor dicho de “desinformación”) periódicos, TV y las radios estaban al servicio del Gobierno de turno, de los ricos y poderosos. No decían la verdad, la ocultaban para beneficiar sus oscuros intereses. Pero cuando monseñor Romero hablaba, desde el púlpito de la catedral de San Salvador, todo el pueblo escuchaba, hasta los asesinos, porque sabían que sólo en las homilías escucharían la verdad de lo que sucedía en el país.
Era la persona más escuchada. Ni siquiera se le comparaba el presidente de la república. Monseñor Romero, estaba en la cúspide de los personajes dignos de credibilidad… y era el único digno de crédito. Veamos este pequeño testimonio, contado por el mismo monseñor Romero cuando regresa de la reunión de los Obispos latinoamericanos en Puebla, México.
“…me contaron que cuando sacaban mi valija ayer, – la sacaban del aeropuerto internacional
de El Salvador. Monseñor acababa de regresar de México – alguien dijo “ahí va la verdad”. La
frase breve me llena de optimismo, porque en mi valija no traigo contrabando, ni traigo
mentira, traigo la verdad…” 18 Febrero 1979.

Aunque lo intentaban, no podían rebatir sus ideas, sus reclamos, sus denuncias, no podían competir con su palabra, con la santidad de monseñor. Para callarlo, intentaron la mentira, el soborno, la intimidación, el miedo, intentaron también las presiones desde el Gobierno, las esferas de poder, e incluso desde la propia Iglesia. Como fue imposible detener su misión profética, se dedicaron a lo último que podían hacer, sacaron su “as bajo la manga”: la calumnia, la ofensa, el ultraje, el maltrato y aún aquí, salen perdiendo porque monseñor sabe que todo esto ya había sido anunciado por Jesús:
“…dichosos ustedes cuando por causa mía, los maldigan, los persigan y les levanten toda clase de calumnias. Alégrense y muéstrense contentos porque será grande la recompensa que recibirán en el cielo…” Mt 5 11-12
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Como no pudieron sobornarlo, intimidarlo, asustarlo, callarlo, se dedicaron a las calumnias, los insultos. Todos los medios escritos de ese tiempo. La Prensa Gráfica, El Diario de Hoy, El Mundo, La Opinión (periódico que ya no existe), la Tv, la radio, se dedicaron a hacer una campaña de difamación de Monseñor Romero, y esto era lógico pues los dueños de estos medios de “información” eran las esferas de poder que tanto odiaban a monseñor.
Cualquiera podía escribir un insulto. Si era contra monseñor Romero y contra la Iglesia católica progresista, el insulto era bienvenido. Esto envenenó la mente de muchos compatriotas, quienes diariamente leían, escuchaban que el arzobispo era “guerrillero”, “revolucionario” y al final, vieron en Monseñor Romero al diablo mismo, al cura “comunista”. Muchos compatriotas, jóvenes en esos años, hoy adultos, han llegado a comprender la labor pastoral de monseñor y con ello, han expiado sus culpas, otros sin embargo, siguen con la misma venda impuesta por los medios de desinformación social de esos años, ya que 30 años después, ese veneno que les insertaron en sus venas, sigue activo, y lo que es peor, se lo transmiten a sus hijos. Para muchos compatriotas, monseñor sigue siendo, el “cura comunista”, el “causante” de miles de salvadoreños muertos. Por algo a estos medios les llaman “El cuarto poder”.
Lo acusaban de terrorista
Lo que leerán a continuación, son “noticias”, escritos de PRIMERA PLANA que publicaban periódicos salvadoreños empecinados en difamar a monseñor Romero.
“TERRORISTAS INVOLUCRAN A MONSEÑOR ROMERO”, decía la “noticia” de primera plana, con letras grandes, luego, con letras pequeñas, decía:
“Sale a recibir consignas: Monseñor Romero, quien se encuentra sumamente preocupado por sus enlaces con grupos terroristas salió fuera del país – según informaron fuentes del palacio arzobispal – con el objeto de reunirse con ciertos elementos que se encargan de transmitir las consignas de la subversión internacional. En otras fuentes se dijo que se trata de un viaje de negocios (el terrorismo es un buen negocio) y que aprovecharía la oportunidad para efectuar consultas en clínicas de neurología”.

Portada diario "La Opinión"
Portada diario “La Opinión”

Esta era la noticia de primera plana del Periódico LA OPINIÓN, Junio 1978, parece increíble, pero estas eran las noticias difamatorias sobre Monseñor. ¡Aunque no lo creas! Asociaban libre y cínicamente al pastor de la Iglesia con el terrorismo. No se escondían. Eran claros, directos, no tenían una pizca de decencia. Su índice de maldad y de difamación era enorme. Nótese que al final de esta calumnia informan que hará “consultas en clínicas de neurología”, sugiriendo que tenía problemas mentales.
En otro suplemento del mismo dizque “periódico” lo acusaban de terrorista y de incitar, de provocar, de impulsar a la violencia. Veamos y leamos:
“Monseñor Romero dirige grupo terrorista” “Arzobispo, gran aliado de los agentes de la subversión”

Otro número traía una caricatura de Monseñor Romero quien desde el púlpito decía:
“Si es necesario actúen con violencia, secuestren, maten, vida larga a la clase combatiente, arriba el terrorismo”. LA OPINIÓN, NOVIEMBRE DE 1977.
Estas mentes perversas, llegaron a publicar incluso, que monseñor Romero era un agente del demonio y que tenía posesión diabólica.
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“… HARÁN EXORCISMO A MONSEÑOR ROMERO…mentes diabólicas dirigen a monseñor
(Romero), que se encuentra poseído del espíritu del mal…”  “Noticia” también de primera plana del Periódico LA OPINIÓN, Abril 1978.
Esto solo como ejemplo. El ataque fue frontal, desde todos los medios, para engañar y confundir a la opinión pública y para acrecentar el odio en las clases altas, medias y bajas, hacia monseñor Romero, lo cual lograron en parte, ya que muchísima gente les creyó y se llegaron a hacer un concepto tergiversado de monseñor Romero. Le llegaron a odiar. Como ya señalamos, incluso hoy en día hay gente que no le acepta su misión y simplemente dicen “se metió en política”. Podríamos continuar citando ejemplos, sin embargo, espero basten los anteriores, para que se tenga una idea del odio visceral y acérrimo que se pregonaba hacia Monseñor Romero.

Pero Monseñor, lejos de desanimarse, reconocía en estos ataques, la autenticidad de su predicación y de su forma de actuar:
“…Me hacen un inmenso honor cuando me rechazan, porque me parezco un poquito a Jesucristo que también fue piedra de escándalo…” 31 Diciembre 1978

Consciente de que los medios publicitarios, contribuían a tergiversar la verdad y de que alimentaban el odio hacia su persona, les denuncia enérgicamente y lo hacía de la siguiente manera:
“…es lástima tener unos medios de comunicación tan vendidos a las situaciones. Es lástima no poder confiar en la noticia del periódico de la televisión o de la radio porque todo está comprado está amañado y no se dice la verdad…” 2 Abril 1978

Pero no los denuncia porque le atacaran a él, sino porque nunca decían la verdad de lo que sucedía en el país. Cada masacre que hacía el ejército contra el pueblo, los medios de desinformación decían que habían sido guerrilleros, en un combate. Cada campesino asesinado, decían que era un subversivo, un comunista. Cada sacerdote expulsado, decían que era por meterse en política.
En síntesis, los “periodistas” salvadoreños de los años 70 y 80, eran otra cosa, menos periodistas. Porque “un periodista o dice la verdad, o no es periodista” 29 Julio 1979.

Vale señalar que hubieron hombres y mujeres que eran verdaderos periodistas, pues sí decían la verdad de lo que sucedía, pero estos fueron perseguidos, secuestrados y asesinados para callarles. El periódico “El Independiente” y “La Crónica”, fueron cerrados por la persecución de su personal. Koos Koster, Hans ter Laag, Jan Kuiper y Joop Willemsen, fueron periodistas holandeses que reportaban desde el campo de batalla, fueron emboscados y asesinados por el ejército salvadoreño.
La Radio del SUR


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