En este artículo:
Base Naval de Guantánamo, cárceles, Estados Unidos, prisioneros, Torturas, Uruguay
cárcel estadounidense de Guantánamo y ahora se refugia en Uruguay,
denunció este viernes los maltratos que sufrió allí durante 12 años y
llamó a “hacer algo por los que quedan” en la instalación
norteamericana.
En una entrevista publicada por el semanario Brecha, Dhiab, quien usa muletas para trasladarse, sostuvo que las torturas de los militares estadounidenses no cesaron ni siquiera en el traslado a Uruguay. Se detuvieron, precisó, solamente cuando pisaron suelo uruguayo.
Dhiab y otros cinco expresos llegaron a Uruguay en diciembre pasado en calidad de refugiados mediante iniciativa solidaria del entonces presidente José Mujica, a pedido del mandatario de Estados Unidos, Barack Obama.
Narró a Brecha que prácticamente no puede dormir de noche, debido a los dolores que padece, especialmente jaquecas producto de su tiempo de confinamiento. Cuando me detuvieron sólo tenía dolor en la parte inferior de la espalda. Ahora me duele en cinco lugares diferentes, agregó.
Los militares nos trataron de maneras muy violentas, muy groseras, muy vulgares, insistió Dhiab, quien fue sometido a alimentación forzosa por la nariz debido a sus huelgas de hambre.
Nos ataban tan fuerte a la silla con unas correas que, si ya no te habías desmayado por los golpes, lo hacías en ese momento, explicó y agregó que los médicos encargados de la alimentación forzosa eran aún peores que los guardias.
(Tomado de El País de Uruguay)
El ciudadano sirio, Jihad Dhiab, quien estuvo preso de la En una entrevista publicada por el semanario Brecha, Dhiab, quien usa muletas para trasladarse, sostuvo que las torturas de los militares estadounidenses no cesaron ni siquiera en el traslado a Uruguay. Se detuvieron, precisó, solamente cuando pisaron suelo uruguayo.
Dhiab y otros cinco expresos llegaron a Uruguay en diciembre pasado en calidad de refugiados mediante iniciativa solidaria del entonces presidente José Mujica, a pedido del mandatario de Estados Unidos, Barack Obama.
Narró a Brecha que prácticamente no puede dormir de noche, debido a los dolores que padece, especialmente jaquecas producto de su tiempo de confinamiento. Cuando me detuvieron sólo tenía dolor en la parte inferior de la espalda. Ahora me duele en cinco lugares diferentes, agregó.
Los militares nos trataron de maneras muy violentas, muy groseras, muy vulgares, insistió Dhiab, quien fue sometido a alimentación forzosa por la nariz debido a sus huelgas de hambre.
Nos ataban tan fuerte a la silla con unas correas que, si ya no te habías desmayado por los golpes, lo hacías en ese momento, explicó y agregó que los médicos encargados de la alimentación forzosa eran aún peores que los guardias.
(Tomado de El País de Uruguay)
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