Fidel y los Moncadistas libres del Presidio Modelo
Por. Jesús Mirabal González.
Fotos de archivo.
Atrás quedaban momentos de duro bregar, de resistencia y de reafirmación de continuidad de la lucha, en la abominable celda en que fueron confinados se enfrentaron al dictador y se fraguó la voluntad de aquel grupo de jóvenes de luchar en una nueva escala hasta lograr la verdadera emancipación.
Del antiguo reclusorio para hombres de Isla de Pinos emergió cada página de la Historia me Absolverá, devenido en plataforma de trabajo para la posterior lucha.
El tiempo en prisión no fue en vano, sin desanimarse organizaron diversas actividades de contenido revolucionario, muy especialmente, las relacionadas con la superación cultural y política. Estar unidos y aprovechar el período de encarcelamiento era la mejor decisión.
Un primer grupo sale exactamente a la hora señalada, este integrado por Eduardo Rodríguez Alemán, José Suarez Blanco, Jesús Montané Oropesa, Ernesto Tizol Aguilera, Oscar Alcalde Vals, Fidel Labrador García, Gustavo Arcos Bergnes, Abelardo Crespo Arias, Pedro Miret Prieto y Ciro Redondo García, atrás quedaba el recinto del terror.
Media hora después la puerta central del monstruo carcelario se abría y de ella hacia la escalera se dirigía el segundo grupo conformado por Armando Mestre, Enrique Cámara, Agustín Díaz Cartaya, Orlando Cortés, Mario Chanes, Juan Almeida, Fidel y su hermano Raúl Castro.
El último grupo en salir estuvo constituido por Ramiro Valdés Daussá, José Ponce, Julio Díaz González, René Bedia, Reynaldo Benítez, Francisco González, Gabriel Gil, Rosendo Menéndez, Andrés García, Israel Tápanes y Eduardo Montano.
Los asaltantes se dirigieron entonces hacia diferentes lugares de la Isla de Pinos, un grupo fue a rendir homenaje a José Martí en la finca El Abra, lugar de estancia del Héroe Nacional mientras estuvo confinado en la Isla.
La Generación del Centenario emprendería entonces el duro batallar para dar la estocada definitiva a la dictadura oprobiosa y entreguista de Fulgencio Batista.