La medida prohíbe los fondos para cualquier representación creada en la isla después del anuncio del presidente Barack Obama el pasado diciembre sobre la normalización de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba.
El proyecto también restringe los fondos para facilitar la apertura de una embajada de La Habana en Estados Unidos, incrementa la asistencia a “iniciativas democráticas” -conocidas como “cambio de régimen”- y medios internacionales en Cuba y provee instrucciones al Departamento de Estado para rechazar visados a miembros del Ejército y del Partido Comunista cubano.
Algunos congresistas, liderados principalmente por los parlamentarios republicanos cubano-americanos de tendencia ultraderechistas, han puesto objeciones al cambio en la política de Estados Unidos hacia Cuba. Han prometido usar leyes, como la legislación de asignación para intentar bloquear la iniciativa de Obama, un demócrata.
(Con información de Reuters)
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