Guayacán es el nombre común con el que se conoce a varias especies de árboles nativos de América, pertenecientes a los géneros Tabebuia, Caesalpinia, Guaiacum y Porlieria. Todas las especies de guayacán se caracterizan por poseer una madera muy dura. Es justamente por esa característica que reciben el nombre de guayacán, aun cuando no guarden relación de parentesco entre sí.
lunes, 15 de junio de 2015
La accion revolucionaria del 13 de marzo de 1957 para ajusticiar al dictador Fulgencio Batista
Un inusual movimiento de estudiantes había alrededor de la Universidad de La Habana, el trece de marzo de 1957. También, quienes se encontraban cerca del Palacio Presidencial escucharon disparos de fuego, poco después de las tres de la tarde. Dentro de la mansión todo era un infierno.
El Directorio Revolucionario se propuso realizar una acción que decapitara la tiranía de Fulgencio Batista, que en ese entonces imperaba en Cuba y que tenía ensangrentado al país. El Secretario General de esa agrupación, José Antonio Echeverría, organizó la acción que tenía la estrategia de golpear arriba.
El propósito de ajusticiar a Batista estuvo correlacionado con la ocupación de la emisora Radio Reloj, la toma de la Universidad de La Habana, la irrupción en cuarteles y el cierre de las comunicaciones. Mediante esta acción en la ciudad, los jóvenes cooperaban con los guerrilleros que combatían en la Sierra Maestra.
Los cincuenta jóvenes que entraron al antiguo Palacio Presidencial se desplazaron hacia el inmueble en dos automóviles y una furgoneta de la Empresa Fast Delivery, donde iba el grueso de los combatientes. Ya en el interior del edificio, estos asumieron diversas misiones. Los que subieron al segundo piso en busca del dictador comprobaron que éste había huído por una escalera interna, anexa a su oficina.
Los combates dentro del Palacio fueron violentos; se hizo más fuerte la resistencia de la guarnición, muchos jóvenes murieron, y a otros se les agotaron las municiones. Se decide retroceder, para pedir refuerzos y continuar posteriormente el ataque, pero la operación de apoyo no funcionó.
El máximo líder cubano Fidel Castro ha calificado el asalto al Palacio Presidencial del trece de marzo de 1957 como "una operación bien organizada, un acto de extraordinaria audacia y valentía, en el que también hubo fallos e imponderables".
La toma de Radio Reloj
La planta del tic tac era una emisora pirateada por diversas cadenas nacionales, y en cuanto se divulgara el hecho, los demás medios de prensa copiarían la noticia.
A las tres y veintiuno de la tarde del Trece de marzo de mil novecientos cincuenta y siete llegó José Antonio a la cabina de Radio Reloj y entregó a los locutores varios despachos, donde se informaba del ataque al Palacio Presidencial y de un supuesto parte emitido por oficiales y clases que habrían tomado el mando del Ejército, luego de destituir a altos jefes y oficiales del tirano Batista.
Al final de este boletín, uno de los locutores anunció que el líder de la FEU daría a conocer una alocución al pueblo de Cuba. Inmediatamente, José Antonio inició una apasionada arenga que aún hoy emociona a los cubanos, donde anunció la caída del tirano (algo que debía haber ocurrido según los planes)...La alocución quedó cortada cuando el líder estudiantil repetía sus palabras, en el momento en que un empleado encargado de las transmisiones, en otro lugar, sacó del aire la emisora.
Cuando al dirigente estudiantil le informaron que estaban fuera del aire, en su retirada, realizó unos disparos sobre el máster de la CMQ.
En la tarde de ese trece de marzo, Fidel Castro se encontraba en la falda de la loma de Caracas, en la Sierra Maestra, llevando adelante la campaña final de nuestras gestas libertadoras. Los guerrilleros siempre llevaban a cuestas algún radio, para estar al tanto de lo que ocurría en el país.
En el acto por los cuarenta años del asalto al Palacio Presidencial, hoy Museo de la Revolución, Fidel recordó que entre las tres y treinta ó cuatro de la tarde de ese día escucharon la señal de Radio Reloj. "Ese tic-tic, o toc-toc, o tac-tac, no sabía cómo definirlo bien -y no se escuchaba otra cosa. Yo les dije a los compañeros: "Algo extraordinario tiene que estar ocurriendo en La Habana. Y esperamos hasta que al fin empezaron aparecer las noticias del asalto a Palacio".
Ese trece de marzo de 1957 quedó en la historia cubana como el día en que por unos segundos casi es ajusticiado el tirano Fulgencio Batista por un grupo de estudiantes, en su propia oficina.
Años después, en la actualidad, los jóvenes que protagonizaron aquella acción, y la acción misma, continúan reuniendo cada trece de marzo a los universitarios y a toda la juventud cubana en un ejercicio consciente de lealtad a la historia.
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