De ante mano se sabía
que el camino que tienen que transitar Cuba y Estados Unidos, es empedrado y
cuesta arriba. No obstante mucho se ha
avanzado en apenas 6 meses después de tantos
años de hostilidad, incomunicación y desconfianza mutua. Pero las dos partes,
son conscientes que así lo han hecho saber públicamente, que hay por delante
grandes escollos, aunque algunos son de índole técnicos o burocráticos. Para abrir las respectivas embajadas, es necesario
ponerse de acuerdo sobre la cantidad de funcionarios que tendrá cada una, y que
es una cifra por lo regular en cada caso. Pero no
se trata solo de saber cuántos diplomáticos trabajaran en la Habana y Washington. Sino además de llegar
acuerdos sobre los funcionarios,
técnicos y administrativos de cada legación.
El rango de los respectivos diplomáticos, y cuáles serán sus inmunidades son
asuntos que se discuten como parte del proceso de restablecimiento de
relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos. Tal vez, el principal punto
de discusión son la interpretación de la Convención de Viena, un tratado
internacional que establece el cumplimiento
de las leyes de los estados donde están enclavadas las legaciones. Y es que los
representantes norteamericanos en la Habana, han actuado antes de manera muy
poco diplomática o francamente ilegal, algo que Cuba ha denunciado de manera pública .Todos tenemos que
ajustarnos a los acuerdos sobre el
comportamiento de los diplomáticos decía Raúl hace unas semanas esas cuestiones
están sobre la mesa, donde los negociadores de Cuba y Estados Unidos, saben que
aún tienen muchas piedras por remover.
Guayacán es el nombre común con el que se conoce a varias especies de árboles nativos de América, pertenecientes a los géneros Tabebuia, Caesalpinia, Guaiacum y Porlieria. Todas las especies de guayacán se caracterizan por poseer una madera muy dura. Es justamente por esa característica que reciben el nombre de guayacán, aun cuando no guarden relación de parentesco entre sí.
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