Loma
del Gato, lugar de este municipio santiaguero donde el Mayor General
José Maceo Grajales librara su último combate, sirvió de escenario al
homenaje que, en ocasión del aniversario 120 de su heroica caída
SONGO-LA MAYA, Santiago de Cuba.—Loma del Gato,
lugar de este municipio santiaguero donde el Mayor General José Maceo
Grajales librara su último combate, sirvió de escenario al homenaje que,
en ocasión del aniversario 120 de su heroica caída, encabezaran el
miembro del Secretariado del Comité Central, Jorge Cuevas Ramos, y el
primer secretario del Partido en la provincia, Lázaro Expósito Canto.
De quien por su sobresaliente participación en las tres guerras independentistas del siglo XIX fuese llamado el León de Oriente, se dice que combatía por delante de la vanguardia convertido en símbolo de coraje para sus hombres, aunque igualmente descollara por la fuerza de sus ideas, como se pondría de manifiesto al unirse a su hermano Antonio en la gloriosa Protesta de Baraguá.
En honor a tal legado, cadetes de la Escuela Interarmas de las FAR General José Maceo, Orden Antonio Maceo, colocaron durante el tributo una ofrenda floral a nombre del pueblo de Cuba ante la lápida que marca el sitio exacto en que se desplomara de su caballo, tras un impacto de bala en la cabeza aquel 5 de julio de 1896.
A su memoria, el Ballet Folclórico Kutumba dedicó la coreografía Dioses de la manigua, y el joven campesino Yoanis Ortega Rodríguez, presidente de la cooperativa Agustín Rodríguez, transmitió el compromiso de consagrarse en estas históricas montañas a la producción de alimentos para el pueblo.
En las palabras centrales, la primera secretaria del Partido en el municipio, Yudit Rodríguez Herrera, destacó el ejemplo de José Maceo en la materialización de las tareas asignadas al territorio, eminentemente agropecuario, y como símbolo del pueblo cubano frente a los planes enemigos de destruir la Revolución.
Trasladado por sus compañeros a la demarcación de Ti Arriba, el León de Oriente fallecería alrededor de las tres de la tarde del propio día. Desde el 7 de diciembre de 1945, sus restos descansan en el Retablo de los Héroes, del cementerio de Santa Ifigenia, donde también recibió en la fecha el tributo del pueblo santiaguero.
De quien por su sobresaliente participación en las tres guerras independentistas del siglo XIX fuese llamado el León de Oriente, se dice que combatía por delante de la vanguardia convertido en símbolo de coraje para sus hombres, aunque igualmente descollara por la fuerza de sus ideas, como se pondría de manifiesto al unirse a su hermano Antonio en la gloriosa Protesta de Baraguá.
En honor a tal legado, cadetes de la Escuela Interarmas de las FAR General José Maceo, Orden Antonio Maceo, colocaron durante el tributo una ofrenda floral a nombre del pueblo de Cuba ante la lápida que marca el sitio exacto en que se desplomara de su caballo, tras un impacto de bala en la cabeza aquel 5 de julio de 1896.
A su memoria, el Ballet Folclórico Kutumba dedicó la coreografía Dioses de la manigua, y el joven campesino Yoanis Ortega Rodríguez, presidente de la cooperativa Agustín Rodríguez, transmitió el compromiso de consagrarse en estas históricas montañas a la producción de alimentos para el pueblo.
En las palabras centrales, la primera secretaria del Partido en el municipio, Yudit Rodríguez Herrera, destacó el ejemplo de José Maceo en la materialización de las tareas asignadas al territorio, eminentemente agropecuario, y como símbolo del pueblo cubano frente a los planes enemigos de destruir la Revolución.
Trasladado por sus compañeros a la demarcación de Ti Arriba, el León de Oriente fallecería alrededor de las tres de la tarde del propio día. Desde el 7 de diciembre de 1945, sus restos descansan en el Retablo de los Héroes, del cementerio de Santa Ifigenia, donde también recibió en la fecha el tributo del pueblo santiaguero.
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