El Presidente de los Consejos de Estados y de Ministros General de Ejercito Raul Castro Ruz al resumir la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba , manisfesto
Como era de esperar, con el propósito de sembrar el desánimo y la incertidumbre en la ciudadanía, comienzan a aparecer especulaciones y augurios de un inminente colapso de nuestra economía con el retorno a la fase aguda del período especial que enfrentamos a inicios de la década del 90 del pasado siglo y que supimos superar gracias a la capacidad de resistencia del pueblo cubano y su confianza ilimitada en Fidel y el Partido. No negamos que pueden presentarse afectaciones, incluso mayores que las actuales, pero estamos preparados y en mejores condiciones que entonces para revertirlas.
Como era de esperar, con el propósito de sembrar el desánimo y la incertidumbre en la ciudadanía, comienzan a aparecer especulaciones y augurios de un inminente colapso de nuestra economía con el retorno a la fase aguda del período especial que enfrentamos a inicios de la década del 90 del pasado siglo y que supimos superar gracias a la capacidad de resistencia del pueblo cubano y su confianza ilimitada en Fidel y el Partido. No negamos que pueden presentarse afectaciones, incluso mayores que las actuales, pero estamos preparados y en mejores condiciones que entonces para revertirlas.
Frente a las dificultades y amenazas no hay espacio para las
improvisaciones y mucho menos para el derrotismo. De una situación
coyuntural como la que enfrentamos se sale victorioso actuando con mucha
energía, ecuanimidad, racionalidad y sensibilidad política, continuar
estrechando la coordinación entre el Partido y el Gobierno y sobre todo
con mucho optimismo y seguridad en el presente y el futuro de la
Revolución.
Es preciso reducir gastos de todo tipo que no sean imprescindibles, fomentar una cultura del ahorro y de aprovechamiento eficiente de los recursos disponibles, concentrar las inversiones en las actividades que generan ingresos por exportaciones, sustituyen importaciones y respaldan el fortalecimiento de las infraestructuras, asegurando la sostenibilidad de la generación eléctrica y un mejor uso de los portadores energéticos. Se trata, en síntesis, de no detener, en lo más mínimo, los programas que garantizan el desarrollo de la nación.
Es preciso reducir gastos de todo tipo que no sean imprescindibles, fomentar una cultura del ahorro y de aprovechamiento eficiente de los recursos disponibles, concentrar las inversiones en las actividades que generan ingresos por exportaciones, sustituyen importaciones y respaldan el fortalecimiento de las infraestructuras, asegurando la sostenibilidad de la generación eléctrica y un mejor uso de los portadores energéticos. Se trata, en síntesis, de no detener, en lo más mínimo, los programas que garantizan el desarrollo de la nación.
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