Guayacán es el nombre común con el que se conoce a varias especies de árboles nativos de América, pertenecientes a los géneros Tabebuia, Caesalpinia, Guaiacum y Porlieria. Todas las especies de guayacán se caracterizan por poseer una madera muy dura. Es justamente por esa característica que reciben el nombre de guayacán, aun cuando no guarden relación de parentesco entre sí.

domingo, 3 de julio de 2016

Tres décadas apostando por la ciencia

El CIGB es uno de los pilares de la industria biotecnológica cubana. Foto: Roberto Ruiz



El Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología fue fundado por Fidel el primero de julio de 1986. Con motivo de su 30 aniversario JR intercambió con algunos de sus investigadores, sobre todo jóvenes que se dedican al campo científico
Loraine Bosh Taquechel
digital@juventudrebelde.cu
30 de Junio del 2016 20:42:21 CDT
Llegamos a media mañana, y con el júbilo que envuelve a todo cumpleañero nos recibieron los trabajadores del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB), institución científica inaugurada por nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz el primero de julio de 1986 y que, en su 30 aniversario se mantiene como un gran complejo investigativo-productivo en la esfera de la biotecnología.
Dispuestos a compartir un rato con JR, nos contaron sus experiencias, proyectos en los que trabajan y aspiraciones futuras; asimismo conocimos del quehacer científico juvenil y la satisfacción que sienten de pertenecer a un centro que con alta capacidad científico-técnica contribuye directamente en el desarrollo económico y social del país.

Jóvenes a la vanguardia

No imaginé encontrar allí a tantos jóvenes. Alrededor de 400 integran las áreas de investigación, desarrollo tecnológico, aseguramiento de la calidad, producción, el grupo de negocios y la empresa HEBER Biotec, S.A que posee los derechos exclusivos de comercialización de los productos y proyectos.

Annia Lucía González Hernández, por ejemplo, siempre soñó con trabajar en el CIGB. Durante cada período de práctica laboral se vinculó al Laboratorio de Glicobiología, en el Departamento Biología de Sistema, y una vez graduada en Bioquímica y Biología Molecular pasó a trabajar en él.
Esta joven se dedica a analizar la glicosilación de las proteínas asociadas a determinadas enfermedades. «Actualmente estudio cómo varía el proceso de glicosilación en pacientes que padecen artritis reumatoide, y son tratados con un nuevo candidato vacunal que se desarrolla en el centro» explicó.

Por su parte Alexis Yero Díaz, Licenciado en Biología, trabaja en el laboratorio de desarrollo de antivirales contra el virus dengue. Con apenas 27 años investiga compuestos de pequeña talla molecular que inhiben en cantidades considerablemente baja la infección por este virus, y trabaja además en la validación de la molécula LRP1 como propuesta de receptor endocitosis.

Para la ingeniera química Indira Alfonso Menéndez es un orgullo trabajar en un centro de este tipo, tanto por lo que representa dentro de la biotecnología en Cuba y en el mundo, y por el significado de darle continuidad a una obra fundada por Fidel.
La también Máster en Procesos biotecnológicos trabaja en el área de Producción que hace el ingrediente farmacéutico activo del Heberprot P, producto líder del centro, utilizado para el tratamiento de úlcera en el pie diabético.

Un futuro de hombres de ciencia

El CIGB ha apostado por los jóvenes como continuadores de la labor científica, los altos índices de productividad y el aporte a la economía del país. Esta institución —además de ser una unidad docente— les brinda confianza, les otorga responsabilidades y opciones de superación profesional, de igual forma les da protagonismo y gran participación en cada una de las tareas que realizan.
Anna Caridys Ramírez Suárez es Licenciada en Microbiología, Máster en Tendencias de la Biotecnología Contemporánea, y por demás investigadora en el proyecto Blancos de Inhibición del VIH a partir del factor de transferencia.
Esta joven estudia actualmente un candidato a fármaco para inhibir la replicación del virus. «Se trata de una estrategia muy novedosa y a la vez promisoria por la efectividad y las posibilidades de disminuir considerablemente la resistencia al tratamiento».
Señaló también que es una estrategia diferente a la mayoría de los fármacos que existen y se comercializan actualmente para inhibir la replicación del virus, pues en lugar de estar dirigido a una proteína viral, está encaminado a proteínas del hospedero, a una molécula de un huésped que participa de alguna manera en la replicación.

Para Elian Cruz Peñalver es un orgullo y un reto liderar un proyecto con apenas 31 años. «Se trata del proyecto microesferas cargadas con el factor de crecimiento epidérmico, este último es el principio activo del Heberprot P.
«Mi trabajo consiste específicamente en microencapsular de cierta forma este principio activo, para protegerlo de las enzimas que están en el organismo, en aras de disminuir la frecuencia de administración; es decir lograr que las aplicaciones no sean en días alternos como es la terapia actual, sino una vez a la semana o cada quince días» puntualizó.
JR también conversó con Josep Rodríguez Alonso. Él pertenece al departamento de productos estratégicos y programas de gobierno de la dirección de negocios, y con solo 28 años trabaja el tema de capacitación de los recursos humanos que están vinculados al programa de atención a los pacientes.
«El recurso humano es uno de los potenciales más importantes que tiene el país, de ahí la necesidad de formar especialistas que trabajen con el producto final, promotores que llevan los programas no solo en el territorio nacional sino también en el exterior. Además, estamos ligados al quehacer científico que tiene el producto, sus publicaciones, talleres, congresos, eventos» comentó.

De la mano de la experiencia

Sin dudas el quehacer de los jóvenes del CIGB reafirma el compromiso y el espíritu de consagración de los fundadores de la biotecnología en Cuba, acorde a los momentos actuales.
Así lo considera Abel Hernández Velázquez, quien formó parte del comité de base de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) y dirigió las Brigadas Técnicas Juveniles (BTJ) en el centro durante cuatro años.
El también jefe del departamento Biotecnología de las plantas, del área de investigaciones agropecuarias, dice tener hoy el mismo interés que hace 17 años cuando comenzó en el centro, las mismas ganas de contribuir al desarrollo científico del país y lograr resultados económicos.
«Trabajamos en varios proyectos a la vez, como por ejemplo el de la producción de azúcar de mayor valor agregado a partir de los procesos de diversificación de la industria azucarera; uno relacionado con el uso de las plantas para producir fármacos biotecnológicos ya sea vacunas o anticuerpos; y otros dirigidos a disminuir las importaciones de determinados productos» puntualizó.
Bien es cierto que el CIGB es una institución que combina juventud y experiencia. Muestra de ello es el vínculo que existe entre los jóvenes investigadores y los científicos con marcada trayectoria, quienes intercambian conocimientos y el legado del amor por la ciencia.

«Es una gran satisfacción formar a las nuevas generaciones, cuya responsabilidad es continuar con esta obra» afirmó Mabel Izquierdo López, miembro de la dirección del control de la calidad y jefa del departamento de biología.
Esta investigadora ya acumula 29 años de trabajo y recuerda con orgullo sus inicios en el centro. «Yo estuve ahí cuando nuestro comandante lo inauguró el primero de julio de 1986 —afirmó—. Es también una dicha responder a los objetivos primordiales del país, y a las necesidades de la salud humana y la agropecuaria».

Retos y aspiraciones

Muchos han sido los logros alcanzados en las últimas tres décadas. Citar el interferón, el Heberprot P —única terapia de reemplazo desarrollada en el mundo, capaz de lograr granulación efectiva y potenciar la cicatrización en úlceras del pie diabético—; la introducción de vacunas pentavalentes como la vacuna Heberpenta, que combina cinco antígenos contra la difteria, tétanos, tos ferina, hepatitis B y Haemphilus influenzae tipo B; la vacuna recombinante Heberbiovac HB registrada en más de 35 países del mundo, constituyen solo un ejemplo.
«Para el futuro tenemos muchos retos. Se trata de continuar dándole respuesta a los objetivos primordiales de nuestro país, a las necesidades de cada uno de los frentes que aquí se trabajan; obtener productos más novedosos y que la biotecnología continúe siendo un renglón importante para la Revolución y un pilar para su desarrollo futuro», así lo detalló Brizaida Oliva Argüelles, secretaria del comité de base de la UJC, quien además trabaja en el área de investigaciones biomédicas.
El CIGB reafirma a sus 30 años el compromiso de fortalecer la industria biotecnológica cubana; ser reconocido por los resultados en la investigación, desarrollo, producción, y en la comercialización de productos de alta calidad; asimismo alcanzar el desarrollo científico, económico y social del país al que aspiramos, en favor de toda la sociedad.

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