Desde
enero del 2015 el hospital José Ramón Martínez, del municipio de
Guanajay, se dedica íntegramente a los niños, al convertirse en el
Pediátrico de la provincia
ARTEMISA.—Siempre queremos que en sus rostros se
dibuje una sonrisa; nos la ingeniamos para propiciarla y recibir ese
maravilloso regalo. Ahora, cuando sus ojitos pierden la luz y se tornan
marchitos, como prueba de que algo anda mal, hacemos de todo para
devolverles ese inigualable destello; y no hay tiempo que perder en
función de sus cuidados.
Tener a nuestro alcance un centro especializado en la atención a los infantes es una garantía. Desde enero del 2015 el hospital José Ramón Martínez, del municipio de Guanajay, se dedica íntegramente a los niños, al convertirse en el Pediátrico de la provincia.
LOS PRIMEROS PASOS
Desde entonces, los principales esfuerzos han estado consagrados a alcanzar un servicio acorde a los requerimientos de una institución de este tipo, para lo cual aún precisan de tesón, apoyo y trabajo conjunto.
Actualmente cuentan con 16 servicios y aspiran llegar a 33; disponen de 60 camas de ingreso, distribuidas en tres servicios: Respiratorio, Enfermedad Diarreica Aguda, y Misceláneas. “El nivel de resolutividad se ha incrementado; será mayor cuando contemos con la Terapia intensiva”, asevera el doctor Julio César León, especialista en Pediatría, quien se desempeña como director del hospital.
En el Cuerpo de Guardia se ven a diario alrededor de 100 pacientes, y las enfermedades respiratorias agudas son las más frecuentes (por encima del 60 %). Al cierre de junio fueron atendidos en esta área 14 075 e ingresaron 1 653, con un promedio de estadía de cinco días y el índice ocupacional se comportó al 70 %.
En ese periodo recibieron 1 914 remisiones y emitieron 199 hacia otros centros hospitalarios, por precisar los pacientes, de cirugía o servicio de Terapia intensiva.
En el hospital Comandante Pinares, del municipio de San Cristóbal, reciben a quienes requieren de cuidados intensivos, allí cuentan con nueve camas. En tanto, remiten a La Habana a los casos quirúrgicos.
En la provincia solo este hospital brinda consultas de Neuropediatría, Nefrología pediátrica, Oftalmología y Psiquiatría infantil, a decir del director.
Alberto Pérez es el nefrólogo del centro. Con su incorporación en septiembre del 2014 abrieron la consulta externa de la especialidad. A la par hizo un diplomado en Nefrología pediátrica en el hospital Juan Manuel Márquez, en La Habana, durante un año, y al concluirlo se habilitó un cubículo para el ingreso de pacientes de Nefrología, en la sala de Misceláneas.
Especial atención han prestado a la formación de recursos humanos. De cara a las pretensiones futuras del centro “ya se graduaron una especialista en terapia intensiva pediátrica, así como dos cirujanos pediátricos y una anestesióloga. Los dos últimos radican en el Juan Manuel Márquez, hasta que inauguremos el servicio en Guanajay”, asegura Julio César.
Actualmente laboran en el Pediátrico 52 médicos (especialistas y residentes), 116 licenciados y 24 técnicos en enfermería, entre otros profesionales.
EXPERIENCIAS COMPARTIDAS
Vivianis Pérez tiene 11 primaveras y en el presente año ya ha ingresado en cuatro oportunidades, con infecciones recurrentes. Padece de hipercalciuria (trastorno metabólico genético caracterizado por eliminar muchas cantidades de sales de calcio por la orina y favorecer la formación de cálculos en el riñón).
Actualmente posee un cálculo de 13 milímetros y está pendiente hacerle una litotricia en el Juan Manuel Márquez, para destruírselo y que pueda expulsarlo. En el momento de nuestra visita presentaba una infección urinaria y era preciso tratarla para realizarle ese proceder.
“El doctor le descubrió la enfermedad. Es padre, amigo, consejero… Hemos establecido una relación médico-paciente muy buena. El personal de enfermería también se comporta muy bien”, comenta Inelia Cardoso, la madre de Vivianis.
Margarita Fernández ya acumula 45 años de experiencia en la enfermería, y labora en el hospital desde octubre de 1980. “Me encontraba de misión en el exterior al transformarse en Pediátrico, y al regresar me incorporé nuevamente”.
Sobre la atención a los niños manifiesta que “antes solo lo hacía de forma esporádica. Requiere más esfuerzo y mayor preocupación”.
Pretensiones para asegurar el futuro.
Actualmente laboran en la sala de terapia —la cual se inició este marzo y contará con siete camas—, trabajadores de la Empresa de Mantenimiento Constructivo del municipio. “Tiene como fecha de culminación el 30 de noviembre, pero no marcha con la rapidez necesaria”, acota el director. Así mismo, trabaja en el montaje de la cerca perimetral una brigada de trabajadores por cuenta propia.
En el 2015 se emprendió el mantenimiento de la sala a la cual será trasladada la especialidad de Vías Respiratorias, que incluyó cambio de carpintería y elementos de baño, así como de la red hidrosanitaria. También se trabajó en el área de aerosol, curaciones e inyecciones del Cuerpo de Guardia.
El camino por transitar aún es largo, pero paso a paso se guía el rumbo a fin de lograr satisfacer integralmente en la provincia las necesidades en materia pediátrica: una sonrisa más a favor de los pequeños.
Tener a nuestro alcance un centro especializado en la atención a los infantes es una garantía. Desde enero del 2015 el hospital José Ramón Martínez, del municipio de Guanajay, se dedica íntegramente a los niños, al convertirse en el Pediátrico de la provincia.
LOS PRIMEROS PASOS
Desde entonces, los principales esfuerzos han estado consagrados a alcanzar un servicio acorde a los requerimientos de una institución de este tipo, para lo cual aún precisan de tesón, apoyo y trabajo conjunto.
Actualmente cuentan con 16 servicios y aspiran llegar a 33; disponen de 60 camas de ingreso, distribuidas en tres servicios: Respiratorio, Enfermedad Diarreica Aguda, y Misceláneas. “El nivel de resolutividad se ha incrementado; será mayor cuando contemos con la Terapia intensiva”, asevera el doctor Julio César León, especialista en Pediatría, quien se desempeña como director del hospital.
En el Cuerpo de Guardia se ven a diario alrededor de 100 pacientes, y las enfermedades respiratorias agudas son las más frecuentes (por encima del 60 %). Al cierre de junio fueron atendidos en esta área 14 075 e ingresaron 1 653, con un promedio de estadía de cinco días y el índice ocupacional se comportó al 70 %.
En ese periodo recibieron 1 914 remisiones y emitieron 199 hacia otros centros hospitalarios, por precisar los pacientes, de cirugía o servicio de Terapia intensiva.
En el hospital Comandante Pinares, del municipio de San Cristóbal, reciben a quienes requieren de cuidados intensivos, allí cuentan con nueve camas. En tanto, remiten a La Habana a los casos quirúrgicos.
En la provincia solo este hospital brinda consultas de Neuropediatría, Nefrología pediátrica, Oftalmología y Psiquiatría infantil, a decir del director.
Alberto Pérez es el nefrólogo del centro. Con su incorporación en septiembre del 2014 abrieron la consulta externa de la especialidad. A la par hizo un diplomado en Nefrología pediátrica en el hospital Juan Manuel Márquez, en La Habana, durante un año, y al concluirlo se habilitó un cubículo para el ingreso de pacientes de Nefrología, en la sala de Misceláneas.
Especial atención han prestado a la formación de recursos humanos. De cara a las pretensiones futuras del centro “ya se graduaron una especialista en terapia intensiva pediátrica, así como dos cirujanos pediátricos y una anestesióloga. Los dos últimos radican en el Juan Manuel Márquez, hasta que inauguremos el servicio en Guanajay”, asegura Julio César.
Actualmente laboran en el Pediátrico 52 médicos (especialistas y residentes), 116 licenciados y 24 técnicos en enfermería, entre otros profesionales.
EXPERIENCIAS COMPARTIDAS
Vivianis Pérez tiene 11 primaveras y en el presente año ya ha ingresado en cuatro oportunidades, con infecciones recurrentes. Padece de hipercalciuria (trastorno metabólico genético caracterizado por eliminar muchas cantidades de sales de calcio por la orina y favorecer la formación de cálculos en el riñón).
Actualmente posee un cálculo de 13 milímetros y está pendiente hacerle una litotricia en el Juan Manuel Márquez, para destruírselo y que pueda expulsarlo. En el momento de nuestra visita presentaba una infección urinaria y era preciso tratarla para realizarle ese proceder.
“El doctor le descubrió la enfermedad. Es padre, amigo, consejero… Hemos establecido una relación médico-paciente muy buena. El personal de enfermería también se comporta muy bien”, comenta Inelia Cardoso, la madre de Vivianis.
Margarita Fernández ya acumula 45 años de experiencia en la enfermería, y labora en el hospital desde octubre de 1980. “Me encontraba de misión en el exterior al transformarse en Pediátrico, y al regresar me incorporé nuevamente”.
Sobre la atención a los niños manifiesta que “antes solo lo hacía de forma esporádica. Requiere más esfuerzo y mayor preocupación”.
Pretensiones para asegurar el futuro.
Actualmente laboran en la sala de terapia —la cual se inició este marzo y contará con siete camas—, trabajadores de la Empresa de Mantenimiento Constructivo del municipio. “Tiene como fecha de culminación el 30 de noviembre, pero no marcha con la rapidez necesaria”, acota el director. Así mismo, trabaja en el montaje de la cerca perimetral una brigada de trabajadores por cuenta propia.
En el 2015 se emprendió el mantenimiento de la sala a la cual será trasladada la especialidad de Vías Respiratorias, que incluyó cambio de carpintería y elementos de baño, así como de la red hidrosanitaria. También se trabajó en el área de aerosol, curaciones e inyecciones del Cuerpo de Guardia.
El camino por transitar aún es largo, pero paso a paso se guía el rumbo a fin de lograr satisfacer integralmente en la provincia las necesidades en materia pediátrica: una sonrisa más a favor de los pequeños.
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