El
vicepresidente del Consejo de Ministros, Ulises Rosales del Toro,
acentuó la dirección principal del sistema de la agricultura en Cuba: el
salto productivo pautado, y a ello adjuntó el desafío de buscar mayor
vinculación entre los institutos y centros científicos con la base
productiva
Cómo reflejar en la dieta del ganado menor los frutos
de una buena gestión diaria, con alimento animal cada vez más distante
del barco de importación y mayor presencia de las alternativas de
factura nacional, cebaron el intercambio de parlamentarios este
miércoles en la Comisión Agroalimentaria, desde la Sala No.5 del Palacio
de Convenciones de la capital.
La aún discreta participación de productores en los convenios productivos en materia porcina, ovino-caprina y cunicular, debido a lagunas en la atención a los ganaderos; vacíos en la disponibilidad de insumos necesarios para la actividad; la deficitaria cobertura de personal calificado en la atención veterinaria, entre otros agravantes, estrían la piel de este programa a escala nacional.
El vicepresidente del Consejo de Ministros, Ulises Rosales del Toro, acentuó la dirección principal del sistema de la agricultura en Cuba: el salto productivo pautado, y a ello adjuntó el desafío de buscar mayor vinculación entre los institutos y centros científicos con la base productiva, para no repetir traspiés rancios. Ilustró que se trata de un tema cabecera en la agenda de la máxima dirección del país y recordó los programas impulsados en primera persona por el líder de la Revolución, Fidel Castro.
Eddy Díaz, diputado por Vertientes (Camagüey), canalizó las preocupaciones en cuanto al alza directamente proporcional de la carne en algunos rubros y las tarifas de los alimentos para su menú. En este sentido ejemplificó: el precio de la carne de conejo subió, pero el pienso lo hizo tres veces. Adyacente a ello, camina otro problema, y es que las jaulas —señaló—hay que adquirirlas de manos de particulares. Ensarte de insuficiencias que dan crédito deuna actividad que está a kilómetros luz, bajo estas condiciones, de ser rentable, a pesar de la demanda en el turismo y el mercado interno.
Rafael Pérez, de Venezuela (Ciego de Ávila) asentó sus dudas en la carencia de infraestructura para que los usufructuarios se involucren más en esta iniciativa. Propuso generalizar aquellos resultados deinvestigaciones científicas que, por un lado, impactan con mejores números en las entregas y, por el otro, se atemperan a la mitigación de efectos del cambio climático y a la adaptabilidad en el ramo ganadero ante las nuevas condiciones. Con ello no solo se afianza el camino hacia ejemplares más resistentes, sino que acerca la ganadería al derrotero de la sostenibilidad.
Sobre la búsqueda de variantes en el balance de nutrición animal que aparte la vista de las erogaciones innecesarias por concepto de importación y la articulación de ofertas nacionales que desengaveten estudios cubanos de impacto en el tema, versó la intervención del parlamentario granmenseMario Cisneros, del municipio de Buey Arriba, en su turno a la palabra.
En contestación a las interrogantes, Norberto Espinosa —presidente del OSDE de Ganadería, del Ministerio de la Agricultura—,explicitó que desde el año pasado se trabaja en un programa más fuerte que beneficia a la actividad cunícola. Reseñó, además, los aspectos cardinales del programa estratégico, en el cual se esboza poner en mejores condiciones la base productiva involucrada en la crianza de ganado ovino-caprino y de conejos, como se ha intencionado en el desarrollo de la porcicultura, que es más integral. Este último rubro, adelantó, debe aportar en el actual calendario unas 190 000 toneladas de carne, el doble de récord histórico. E instó a incluir en mayor medida plantas forrajeras de alto contenido proteico y porcentajes de digestibilidad como la moringa, la morera y la titonia, por solo repasar algunas.
El pago por factura en lugar de cheques morosos que dilatan el cobro a los ganaderos y suman atractivosaldesvíode las producciones hacia compradores particulares, donde hay mercado seguroy reina el cash; resolver los problemas organizativos y de disciplina; junto al ineludible respaldo logístico que demanda el sector, figuran entre las pendientes más perentorias a superar en el corto plazo.
José Miguel Rodríguez de Armas, deJagüey Grande, Matanzas y viceministro de la Agricultura, destacó entre la nave de prioridades, el impulso de la genética. Dio a conocer, asimismo, las alternativas en cuanto al programa de desarrollo, el cual está concebido para un lapso de ocho años y fija su norte enla sostenibilidad.
Rodríguez de Armas informó también sobre las expectativas que genera el crédito italiano de la banca SACE, que aparte de postularse como el de mayor alcance que ha recibido esta esfera, inyectará mayor dinamismo a esa actividad en la nación. El mismo abarca a 33 empresas cubanas y, entre otras ventajas, beneficiará más de 2 000 hectáreas con riego para las semillas de pastos y forrajes.
Por su parte, Ramón Aguilar, diputado por Río Cauto (Granma) y vicepresidente de la Comisión, alertó de dos riesgos con los que convive el ramo porcino:los convenios de ceba de animales de propios y el crecimiento delgigantismo —concentrar mucha producción en un solo ganadero—. Esteúltimo tópico, evaluó,resulta una granbrechasensible a disímilesilegalidades.
La aún discreta participación de productores en los convenios productivos en materia porcina, ovino-caprina y cunicular, debido a lagunas en la atención a los ganaderos; vacíos en la disponibilidad de insumos necesarios para la actividad; la deficitaria cobertura de personal calificado en la atención veterinaria, entre otros agravantes, estrían la piel de este programa a escala nacional.
El vicepresidente del Consejo de Ministros, Ulises Rosales del Toro, acentuó la dirección principal del sistema de la agricultura en Cuba: el salto productivo pautado, y a ello adjuntó el desafío de buscar mayor vinculación entre los institutos y centros científicos con la base productiva, para no repetir traspiés rancios. Ilustró que se trata de un tema cabecera en la agenda de la máxima dirección del país y recordó los programas impulsados en primera persona por el líder de la Revolución, Fidel Castro.
Eddy Díaz, diputado por Vertientes (Camagüey), canalizó las preocupaciones en cuanto al alza directamente proporcional de la carne en algunos rubros y las tarifas de los alimentos para su menú. En este sentido ejemplificó: el precio de la carne de conejo subió, pero el pienso lo hizo tres veces. Adyacente a ello, camina otro problema, y es que las jaulas —señaló—hay que adquirirlas de manos de particulares. Ensarte de insuficiencias que dan crédito deuna actividad que está a kilómetros luz, bajo estas condiciones, de ser rentable, a pesar de la demanda en el turismo y el mercado interno.
Rafael Pérez, de Venezuela (Ciego de Ávila) asentó sus dudas en la carencia de infraestructura para que los usufructuarios se involucren más en esta iniciativa. Propuso generalizar aquellos resultados deinvestigaciones científicas que, por un lado, impactan con mejores números en las entregas y, por el otro, se atemperan a la mitigación de efectos del cambio climático y a la adaptabilidad en el ramo ganadero ante las nuevas condiciones. Con ello no solo se afianza el camino hacia ejemplares más resistentes, sino que acerca la ganadería al derrotero de la sostenibilidad.
Sobre la búsqueda de variantes en el balance de nutrición animal que aparte la vista de las erogaciones innecesarias por concepto de importación y la articulación de ofertas nacionales que desengaveten estudios cubanos de impacto en el tema, versó la intervención del parlamentario granmenseMario Cisneros, del municipio de Buey Arriba, en su turno a la palabra.
En contestación a las interrogantes, Norberto Espinosa —presidente del OSDE de Ganadería, del Ministerio de la Agricultura—,explicitó que desde el año pasado se trabaja en un programa más fuerte que beneficia a la actividad cunícola. Reseñó, además, los aspectos cardinales del programa estratégico, en el cual se esboza poner en mejores condiciones la base productiva involucrada en la crianza de ganado ovino-caprino y de conejos, como se ha intencionado en el desarrollo de la porcicultura, que es más integral. Este último rubro, adelantó, debe aportar en el actual calendario unas 190 000 toneladas de carne, el doble de récord histórico. E instó a incluir en mayor medida plantas forrajeras de alto contenido proteico y porcentajes de digestibilidad como la moringa, la morera y la titonia, por solo repasar algunas.
El pago por factura en lugar de cheques morosos que dilatan el cobro a los ganaderos y suman atractivosaldesvíode las producciones hacia compradores particulares, donde hay mercado seguroy reina el cash; resolver los problemas organizativos y de disciplina; junto al ineludible respaldo logístico que demanda el sector, figuran entre las pendientes más perentorias a superar en el corto plazo.
José Miguel Rodríguez de Armas, deJagüey Grande, Matanzas y viceministro de la Agricultura, destacó entre la nave de prioridades, el impulso de la genética. Dio a conocer, asimismo, las alternativas en cuanto al programa de desarrollo, el cual está concebido para un lapso de ocho años y fija su norte enla sostenibilidad.
Rodríguez de Armas informó también sobre las expectativas que genera el crédito italiano de la banca SACE, que aparte de postularse como el de mayor alcance que ha recibido esta esfera, inyectará mayor dinamismo a esa actividad en la nación. El mismo abarca a 33 empresas cubanas y, entre otras ventajas, beneficiará más de 2 000 hectáreas con riego para las semillas de pastos y forrajes.
Por su parte, Ramón Aguilar, diputado por Río Cauto (Granma) y vicepresidente de la Comisión, alertó de dos riesgos con los que convive el ramo porcino:los convenios de ceba de animales de propios y el crecimiento delgigantismo —concentrar mucha producción en un solo ganadero—. Esteúltimo tópico, evaluó,resulta una granbrechasensible a disímilesilegalidades.
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