Mensaje escrito en el libro de visitantes del Cementerio de Santa
Ifigenia, el pasado 25 de marzo, por el Dr. Fidel Castro Smirnov,
profesor titular de la UCI, nieto del líder histórico de la Revolución
Cubana.
Querido abuelo:
Ante todo quiero expresarte que esto no es una despedida. Junto a
millones de cubanos, de revolucionarios dentro y fuera de Cuba, junto a
tu familia, como nieto agradecido, nunca querré dejar ir al Comandante
en Jefe, ni al padre de la Revolución, ni al más universal de todos los
cubanos del siglo XX y XXI, ni al guerrillero, ni al invicto y eterno
Fidel, ni mi abuelo.
Serás siempre mi guía, quien a diario me imagino y me motiva.
Escribiendo en este libro breves ideas, cumplo hoy un compromiso con el
excelente colectivo de trabajo de Santa Ifigenia, con los compañeros de
las FAR y el batallón de ceremonias. Todos ellos, quienes considero como
mi familia, cumplen a diario con el esmerado deber de cuidarte y
rendirte merecido homenaje. Mucho me reporta saber que continúas muy
bien cuidado y rodeado de amor.
En cada visita, como bien sabes, no solo traigo la flor y el sentido
homenaje de todos los que quieren y no me pudieron acompañar; me sumo
también a los miles que a diario vienen a presentarte un profundo
respeto, infinita admiración y especial cariño. En cada visita a este
lugar sagrado, me lleno de fuerza para enfrentar este nuevo desafío, y
uno de los principales (que cada vez me resulta más difícil): paliar el
dolor indescriptible que me causa no poder estrechar tu mano, de no
poder besarte, abrazarte, buscar y encontrar tu mirada, acompañarte,
compartir peligros y desvelos, velar tus sueños, ayudarte en lo posible e
imposible, preguntarte, cuidarte, bromear y sonreír juntos, de brindar
contigo, de atenuar la ansiedad de verte en cada encuentro; de leer una
nueva reflexión encendida, una oportuna llamada de atención, un nuevo y
merecido jaque al adversario; de aprender de ti, de saber de ti; de
escuchar tu susurro conspirativo, tus discursos apasionados, tus
recuerdos e ilusiones, tus tiernos halagos ante cada modesto logro
personal que con devoción te dedicaba, te dedico y te dedicaré.
Estas líneas constituyen un nuevo intento de abrazo y caricia escrita,
un nuevo intento de expresar sentimientos inefables que brotan en mi
desde que aprendí siendo muy niño a quererte, un franco desafío a la
irreversibilidad de los procesos al acompañarte en tu reciente travesía,
un nuevo intento consciente de disfrutar tu presencia, de llamarte,
buscarte y encontrarte.
Hasta la próxima, hasta siempre,
Te abraza, te extraña, te besa, te acompaña, te cuida, te quiere, quien no se suelta de tu mano, tu nieto y amigo
Fidel Antonio Castro Smirnov
Santiago de Cuba 25 de marzo de 2017
Guayacán es el nombre común con el que se conoce a varias especies de árboles nativos de América, pertenecientes a los géneros Tabebuia, Caesalpinia, Guaiacum y Porlieria. Todas las especies de guayacán se caracterizan por poseer una madera muy dura. Es justamente por esa característica que reciben el nombre de guayacán, aun cuando no guarden relación de parentesco entre sí.
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