Durante la campaña del 2014-2015, el coloso de Jatibonico produjo 91 415 toneladas
Los trabajadores del espirituano central Uruguay
—recordista nacional azucarero—que protagonizaron una verdadera hazaña
laboral en la década de los años 80, archivan en sus memorias las 236
000 toneladas de azúcar fabricadas entonces.
En cambio, durante la campaña del 2014-2015, el coloso de Jatibonico produjo 91 415 toneladas ya con un solo tándem, y acumuló el 71% de la norma potencial. Comenzaban a ser visibles las transformaciones.
Hoy están urgidos de ir y van por más caña para, de forma gradual y sostenida, alimentar al tope el tándem que ratifica su probada eficiencia.
Aunque el récord, que es parte de nuestra historia azucarera, demandó altos volúmenes de caña y una capacidad industrial muy superior a la actual, estuvo lejos de la ineficiencia.
Obreros, técnicos y dirigentes de aquel momento como Evaristo Hernández Lago, aún se emocionan al recordar el cariñoso saludo enviado por el Comandante en Jefe Fidel Castro dada la continuada labor allí desplegada.
Más tarde, por razones conocidas, decayeron los niveles de caña, lo cual influyó en la materia prima disponible mientras el ingenio disminuía los días de zafra.
Tras la necesidad de iniciar la recuperación, en las áreas de la industria se ejecutó un programa integral de inversiones que mejoró la tecnología y se decidió reducir la capacidad moledora a un solo tándem. El empeño de la proxima zafra es incrementar hasta el 80 % la norma potencial y dejar atrás la 72,1 de la contienda pasada.
Esto permitirá concentrar esfuerzos y recursos, en el abasto y en la operación fabril y aprovechar lo mejor posible la caña declarada en los estimados del 30 de junio último. Las atenciones culturales deben aplicarse de forma correcta hasta alcanzar en la próxima cosecha no menos de 44,6 toneladas por hectárea, válidas para producir —si no falla el resto de los medidores— 97 036 toneladas y cumplir lo establecido para la fase organizativa. Esto hará posible, sin saltos impresionantes, un gradual aumento en la producción de caña y de azúcar y eliminar las vinculaciones con el central Melanio Hernández.
Los meses finales del 2015 se tornan cruciales para la siembra de las áreas que abastecerán al Uruguay, enfrascado en darle el punto final a las 7 120 hectáreas, el más ambicioso compromiso de los últimos años, afirmó Elvis González Vasallo, director de la empresa azucarera. En este momento lo real acumulado asciende a 5 979,4 hectáreas, mas hay confianza y optimismo en rebasar esa superficie.
Precisó que aunque la falta de lluvia pone tenso el plan del segundo semestre, todas las condiciones serán utilizadas con la mayor eficiencia posible, en especial la explotación de los sistemas de riego. Las áreas beneficiadas por el riego se ubican, en lo fundamental, en unidades de base del macizo sur.
Aseguró Manuel Pérez Siberia, especialista en caña, que parejo al fomento de las nuevas plantaciones, el colectivo vigoriza las atenciones de los campos de retoño estimados el pasado 30 de junio.
En cambio, durante la campaña del 2014-2015, el coloso de Jatibonico produjo 91 415 toneladas ya con un solo tándem, y acumuló el 71% de la norma potencial. Comenzaban a ser visibles las transformaciones.
Hoy están urgidos de ir y van por más caña para, de forma gradual y sostenida, alimentar al tope el tándem que ratifica su probada eficiencia.
Aunque el récord, que es parte de nuestra historia azucarera, demandó altos volúmenes de caña y una capacidad industrial muy superior a la actual, estuvo lejos de la ineficiencia.
Obreros, técnicos y dirigentes de aquel momento como Evaristo Hernández Lago, aún se emocionan al recordar el cariñoso saludo enviado por el Comandante en Jefe Fidel Castro dada la continuada labor allí desplegada.
Más tarde, por razones conocidas, decayeron los niveles de caña, lo cual influyó en la materia prima disponible mientras el ingenio disminuía los días de zafra.
Tras la necesidad de iniciar la recuperación, en las áreas de la industria se ejecutó un programa integral de inversiones que mejoró la tecnología y se decidió reducir la capacidad moledora a un solo tándem. El empeño de la proxima zafra es incrementar hasta el 80 % la norma potencial y dejar atrás la 72,1 de la contienda pasada.
Esto permitirá concentrar esfuerzos y recursos, en el abasto y en la operación fabril y aprovechar lo mejor posible la caña declarada en los estimados del 30 de junio último. Las atenciones culturales deben aplicarse de forma correcta hasta alcanzar en la próxima cosecha no menos de 44,6 toneladas por hectárea, válidas para producir —si no falla el resto de los medidores— 97 036 toneladas y cumplir lo establecido para la fase organizativa. Esto hará posible, sin saltos impresionantes, un gradual aumento en la producción de caña y de azúcar y eliminar las vinculaciones con el central Melanio Hernández.
Los meses finales del 2015 se tornan cruciales para la siembra de las áreas que abastecerán al Uruguay, enfrascado en darle el punto final a las 7 120 hectáreas, el más ambicioso compromiso de los últimos años, afirmó Elvis González Vasallo, director de la empresa azucarera. En este momento lo real acumulado asciende a 5 979,4 hectáreas, mas hay confianza y optimismo en rebasar esa superficie.
Precisó que aunque la falta de lluvia pone tenso el plan del segundo semestre, todas las condiciones serán utilizadas con la mayor eficiencia posible, en especial la explotación de los sistemas de riego. Las áreas beneficiadas por el riego se ubican, en lo fundamental, en unidades de base del macizo sur.
Aseguró Manuel Pérez Siberia, especialista en caña, que parejo al fomento de las nuevas plantaciones, el colectivo vigoriza las atenciones de los campos de retoño estimados el pasado 30 de junio.
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