TRINIDAD, Sancti Spíritus.— Con el objetivo de
eliminar los recurrentes deslizamientos de asfalto y, por consiguiente,
dotar de mayor seguridad a la circulación vial en la zona, se inició la
reparación de la carretera a Topes de Collantes en el tramo comprendido
entre la llamada Curva de Juana y la loma del Mirador, que según los
especialistas constituye uno de los más riesgosos para transitar en este
territorio y en todo el país.
Miguel Ángel Luna Castro, director del Centro Provincial de Vialidad en Sancti Spíritus, confirmó que los trabajos de rehabilitación comprenden la sustitución de la capa asfáltica por losas de hormigón, labor sin precedentes al menos en este segmento, de pendiente muy pronunciada y con un trazado irregular.
A juicio del directivo otras dos razones incrementan la complejidad de las labores: la necesidad de acarrear los materiales constructivos desde Trinidad y el compromiso de mantener vivo el tráfico en la zona, ruta obligada para varias comunidades del lomerío del Escambray y con una notable actividad turística.
Con vistas a contrarrestar las irregularidades que sucesivamente aparecen en la vía, una suerte de olas de asfalto formadas como consecuencia de los frenazos de los carros más pesados, los especialistas han propuesto el empleo de una técnica de subsanación denominada refuerzo con hormigón de pavimento flexible o whitetoping, procedimiento que consiste en retirar las protuberancias en los tramos dañados y fundir in situ losas de concreto.
Construida en los años 50 del siglo pasado, la carretera intramontana se extiende desde el Circuito Sur, en los predios de Trinidad, llega hasta la misma comunidad de Topes de Collantes, a más de 800 metros sobre el nivel del mar, y de allí se enlaza con el municipio de Manicaragua, en territorio de Villa Clara.
A finales del 2011 y principios del 2012, fueron colocadas más de 7 000 toneladas de asfalto caliente en unos diez kilómetros de la vía desde Topes hasta los límites de las dos provincias, y se laboró en la construcción de paseos, el revestimiento de cunetas y la fundición de muros de contención, todo lo cual contribuyó al mejoramiento de la transportación en la región.
Miguel Ángel Luna Castro, director del Centro Provincial de Vialidad en Sancti Spíritus, confirmó que los trabajos de rehabilitación comprenden la sustitución de la capa asfáltica por losas de hormigón, labor sin precedentes al menos en este segmento, de pendiente muy pronunciada y con un trazado irregular.
A juicio del directivo otras dos razones incrementan la complejidad de las labores: la necesidad de acarrear los materiales constructivos desde Trinidad y el compromiso de mantener vivo el tráfico en la zona, ruta obligada para varias comunidades del lomerío del Escambray y con una notable actividad turística.
Con vistas a contrarrestar las irregularidades que sucesivamente aparecen en la vía, una suerte de olas de asfalto formadas como consecuencia de los frenazos de los carros más pesados, los especialistas han propuesto el empleo de una técnica de subsanación denominada refuerzo con hormigón de pavimento flexible o whitetoping, procedimiento que consiste en retirar las protuberancias en los tramos dañados y fundir in situ losas de concreto.
Construida en los años 50 del siglo pasado, la carretera intramontana se extiende desde el Circuito Sur, en los predios de Trinidad, llega hasta la misma comunidad de Topes de Collantes, a más de 800 metros sobre el nivel del mar, y de allí se enlaza con el municipio de Manicaragua, en territorio de Villa Clara.
A finales del 2011 y principios del 2012, fueron colocadas más de 7 000 toneladas de asfalto caliente en unos diez kilómetros de la vía desde Topes hasta los límites de las dos provincias, y se laboró en la construcción de paseos, el revestimiento de cunetas y la fundición de muros de contención, todo lo cual contribuyó al mejoramiento de la transportación en la región.
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