Por Lissette Martín en la sección
Foto: Roly Montalván
Su principio –dicho de la manera más elemental–, es el pago por resultados, pero no está dirigida a buscar incremento salarial, explicó Luis Manuel Castanedo Smith, secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba –CTC–, en La Habana, al abordar las actuales prioridades de la organización. “No puede haber otra encomienda más importante que movilizar a los trabajadores hacia el cumplimiento de los compromisos productivos, económicos y de eficiencia”, dijo, tras enfatizar cómo defender el salario significa afianzar nuestra economía.
Refirió que la incorrecta aplicación de la 17 en algunos colectivos se debe a factores objetivos y subjetivos, y al desconocimiento por parte de direcciones administrativas y dirigentes sindicales de base, de ahí que la central obrera acordara dedicar un día, cada mes, a la preparación y capacitación, teniendo en cuenta que en la provincia se renovó el 36 por ciento de los dirigentes de secciones sindicales. “Comenzaremos el próximo 7 de noviembre con este tema de tanta actualidad y urgencia, el cual demanda de nuestros líderes mayor exigencia y participación cuando se abordan estos asuntos”, anunció.
De acuerdo con el máximo representante de los trabajadores capitalinos, el sindicato en la base debe hacer sus propias valoraciones y análisis, no ser un amplificador de la opinión de las direcciones administrativas cuando estas violen algunos de los principios contenidos en la política; también obtener claridad, entre otros aspectos, acerca de la influencia directa del gasto de salario por peso de valor agregado en la cuantía del trabajador.
“Más allá de defender una resolución, estamos preservando un principio de distribución socialista”, dijo Luis Manuel Castanedo. Seguidamente comentó que para incrementar los ingresos y mejorar el salario deben alcanzarse resultados; este principio, ampliamente discutido durante el XX Congreso de la CTC, poco a poco gana en comprensión; sin embargo, no en todos los lugares ha sido exitoso.
A veces resulta alta la desproporción entre el salario de quienes no están directos a la producción –dígase las áreas de regulación y control– con el que transforma la materia prima. Allí el sindicato debe ser más activo y no albergar dudas en relación con un concepto esencial: donde hay logros en el trabajo recibirá quien más aporte; hacer esto incorrectamente causa un daño no solo en lo económico, sino también en lo ideológico y lo político, concluyó Castanedo.
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