Por Vicente Manuel Prieto Rodríguez
Desde hace tiempo se sabe que la “lucha” de las mal llamadas Damas de Blanco cubanas, encabezadas por la contrarrevolucionaria apátrida Berta Soler, tiende más hacia la posesión de sus amados billetes verdes que a defender principios “democráticos”, “derechos humanos” y otras razones discursivas dictadas por sus amos norteños.
Desde hace tiempo se sabe que la “lucha” de las mal llamadas Damas de Blanco cubanas, encabezadas por la contrarrevolucionaria apátrida Berta Soler, tiende más hacia la posesión de sus amados billetes verdes que a defender principios “democráticos”, “derechos humanos” y otras razones discursivas dictadas por sus amos norteños.
En un video recientemente publicado por Cubainformación.TV se muestra claramente el talante de la dirigente contrarrevolucionaria, a través de testimonios de sus propias compañeras, que la acusan de querer implantar un régimen dictatorial y egocéntrico en el seno de su organización de mercenarias.
Para la Soler, su esposo (sí, su esposo también incide en las actividades de las “Damas”) y el grupo de oportunistas que rodean a estos personajes, la democracia es solo una palabra que les remite hacia el Norte y sus prebendas monetarias que les permiten, en la misma Cuba que ellas llaman dictatorial, vivir mejor que la gran mayoría de los cubanos.
Resulta chocante, contradictorio y revelador el hecho de que la tal Berta Soler obligue a sus compañeras a asistir a misas, por el temor a ser castigadas en la organización, lo cual significa perder la parte del dinero que les pasan desde USA para inventar problemas y desacreditar a la Revolución cubana.
Las actitudes de Soler llegan al punto de ir incluso contra la libertad de expresión y de prensa cuando amenaza a un periodista, de la manera más chabacana y “barriotera”, con romperle la cámara si la sigue filmando en sus groserías.
Cada día se deslegitiman más las “damas de blanco-verde” ante los ojos del mundo y van convirtiéndose en objetos anacrónicos ante la dialéctica histórica que ha obligado a Estados Unidos a reconocer que su política subversiva hacia Cuba ha sido un fracaso (aunque siguen intentándolo). Estas “damas-dinosaurios” se extinguirán y, a diferencia de los grandes reptiles, la historia no les guardará ni el rastro, ya que las evidencias de sus verdaderos intereses las desmarcan de cualquier lucha o reivindicación legítima y más bien las pone al lado de unos cuantos apátridas que se opusieron al bienestar de sus semejantes atendiendo al beneficio propio y al odio discriminador hacia los pobres y los humildes.
Ahora, cuando el papa Francisco llegue a Cuba con sus renovadas ideas teológicas en favor del pueblo, se dará cuenta y conocerá de primera mano la realidad cubana, lo que han hecho más de 50 años de bloqueo imperialista y lo que ha logrado este pueblo, a pesar de ello, por su amor a la humanidad, por su ideología socialista, que, en cierto modo, fue la ideología de Jesús Cristo.
Y estas “damas de…” que se dicen católicas pero se oponen a la visita de su máximo líder espiritual, se quedarán más solas, revolcándose en sus odios y sus pocos o muchos billetes norteamericanos, que les servirán para comprar cosas que la media común de los cubanos no puede acceder, pero nada les dará dignidad y mucho menos credibilidad.
Vicente prieto. periodista de origen cubano residente en Bolivia.
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