Por Israel Valdés Rodríguez*
El bandidismo armado fue un proyecto que se inició en 1960 bajo la administración republicana del presidente norteamericano Dwight D. Einsenhower. Años después de concluido su actividad presidencial escribió un libro donde expuso sus memorias y reveló lo siguiente: “El 17 de marzo de 1960 le ordené a la Agencia Central de Inteligencia que comenzara a organizar el entrenamiento de los exiliados cubanos.” “Otra idea fue que comenzáramos a construir una fuerza anticastrista en la propia Cuba.” (*)
Un ejemplo evidente es el hecho histórico que a continuación narramos.
El 22 de septiembre de 1959 son capturados por fuerzas del Ejército Rebelde un grupo de bandidos comandados por el ciudadano norteamericano Austin Frank Young y el ciudadano cubano Fernando Pruna Bertot. También la integraba otro extranjero nombrado Peter John Lambton. Estos fueron detenidos en la finca El Porvenir, barrio Lajas, municipio de Consolación del Sur, Pinar del Río. Durante el enfrentamiento armado cayó heroicamente el joven combatiente Manuel Cordero Rodríguez. En el proceso investigativo se estableció que Austin Young tenía 38 años de edad, nacido en Indianápolis, Indiana, Estados Unidos, hijo de Aguastin y Hasel, con instrucción, de ocupación comercio, de raza blanca, casado y vecino de Ave. No. 91-SW número 3851, Miami, Florida. Peter Lambton, de 24 años de edad, nacido en Londres, Inglaterra, hijo de Jhon y Ruth, con instrucción, de ocupación piloto, soltero y vecino de la calle 8 y 14, Miami, Florida. Ambos habían arribado a Varadero, Cuba, como turistas, el 13 de septiembre de 1959, en el vuelo 459 de Cubana Airlines procedente de Miami. Venían con instrucciones precisas de la CIA para fomentar el bandidismo contrarrevolucionario en la zona montañosa de Pinar del Río, lugar al que llegaron el 16 de septiembre y después de hacer contacto con varios elementos contrarrevolucionarios cubanos crearon una organización contrarrevolucionaria “Legión Democrática Cubana, Fuerzas Revolucionarias” y Austin se autotituló Coronel. Al día siguiente de ser detenidos el Cónsul de los Estados Unidos en la capital cubana, Hugh D. Kessler se interesó por ambos ciudadanos extranjeros.
En la causa No. 1 de 1959 del Tribunal Revolucionario de Pinar del Río, el 30 de noviembre de 1959 y después de un largo debate donde estuvieron presentes todas las garantías procesales exigidas por la constitución cubana, los dos principales cabecillas y responsables del alzamiento, Austin Young y Fernando Pruna fueron sancionados a 30 años de prisión, mientras que Peter Lambton y otros procesados fueron sancionados a 5 años de prisión y otras sanciones menores. Hay que destacar que al cónsul norteamericano se le dio la oportunidad de entrevistarse con Austin.
En horas de la madrugada del 9 de diciembre de 1959 Austin Young se fugó de la prisión donde ya cumplía su sanción y se dirigió a La Habana y se hospedó en la habitación 701 del hotel Saint John, sito en la calle O entre 23 y 25, Vedado. Allí se identificó con el nombre de Jack Norton e inmediatamente efectuó una llamada a Miami. En las primeras horas de la noche de ese mismo día 9 arriban al Aeropuerto Internacional de Rancho Boyeros dos ciudadanos norteamericanos y se hospedan en la habitación 306 del hotel ya mencionado. De inmediato los tres norteamericanos se ponen en contacto y uno de los recién llegado, James C. Buchanan, natural de Nebraska, Estados Unidos y de profesión periodista; le entregó al fugitivo medios de aseo personal y un bigote postizo, para el enmascaramiento. James va a la carpeta del hotel y paga con veinte pesos la cuenta del hospedaje de Austin. Al día siguiente James visita la sede de la Embajada norteamericana para tramitar la salida por vía del exilio de Austin, mientras que el otro norteamericano logra abandonar el país. Cuando menos se lo imaginaban, los bisoños miembros del DIER detenían a Austin y Buchanan. El 22 de diciembre, Austin ocupó nuevamente su celda y Buchanan fue puesto a disposición del tribunal Revolucionario de Pinar del Río siendo sancionado a 14 años de prisión, aunque en el mismo acto el tribunal sustituía la sanción por deportación inmediata.
Este hecho que acabamos de describir es un ejemplo demostrativo de la participación directa de la Administración norteamericana y la CIA en el estímulo, promoción y apoyo del bandidismo contrarrevolucionario, para intentar el derrocamiento de nuestra revolución.
A pesar de todo, nos incluyeron en la lista de países patrocinadores del terrorismo. Si realmente existiera una legítima lista de países patrocinadores del terrorismo, sin lugar a dudas, Estados Unidos la encabezaría.
CITA:
(*) Einsenhower, Dwight D. Los años en Casa Blanca. Haciendo la paz. 1956-1961. Doubleday and Co. New York, 1966, página 401.
* (San Antonio de los Baños, 1952) profesor e historiador, miembro del secretariado permanente de la Unión de Historiadores de Cuba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario