La indignación se ha desatado en Indonesia a propósito de la muerte del elefante Yongki, un símbolo para la población de ese país.
Yongki, perteneciente a una especie en peligro de extinción, fue asesinado por cazadores furtivos para arrebatarle los colmillos, de un metro de largo.
De 35 años, el elefante vivía en el Parque Nacional Timbul Batubara, en la isla de Sumatra, y su cuerpo fue encontrado cerca de su campamento.
Sus cuidadores declararon que fue envenenado y luego mutilado, pues no existe ninguna herida de bala.
Dijeron que así los furtivos ganaban tiempo porque los buitres no acuden al cuerpo y no llaman la atención de los guardas.
Este nuevo caso de delito ambiental recuerda a la reciente caza de Cecil el simbólico león de Zimbabue.
(Con información de las agencias)
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