No obstante, Cuba cuenta con uno de los programas de protección social más integrales del mundo, que ha garantizado la erradicación del hambre, a la par de mantener la seguridad alimentaria de la población como una prioridad estratégica del país. Ello se observa con mayor prevalencia en el sistema educacional cubano donde se garantiza la disponibilidad de alimentos en los centros de enseñanza especial, primaria y secundaria, y se realizan esfuerzos educativos para promover el consumo de una dieta sana y nutricionalmente adecuada.
Este logro fue reconocido por segunda ocasión por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en ocasión del 39º período de sesiones de su Conferencia General, celebrado en Roma, Italia, en junio de 2015, destacándose que Cuba es uno de los pocos países en desarrollo que ha alcanzado el objetivo de desarrollo del milenio referido a este tema antes del plazo acordado del 2015.
Según el Ministerio de la Industria Alimentaria y el Ministerio de Agricultura de la República de Cuba, el monto total de las afectaciones por el bloqueo al sector de la alimentación se estima conservadoramente en 592 millones 269 mil dólares. Esta cifra se debe a la reubicación de mercados para la importación de los insumos para la industria alimentaria, con el consecuente encarecimiento de los costos y gastos adicionales por fletes marítimos; por los tipos de cambio onerosos debido a la prohibición de utilizar el dólar norteamericano en las transacciones comerciales, entre otras razones.
Como ilustran los siguientes ejemplos, este sector, por su particular naturaleza, ha sido uno de los principales objetivos de la política de bloqueo:
La industria arrocera cubana presentó en el periodo afectaciones por 3 millones 306 mil 900 dólares al disminuir los niveles de producción debido a la imposibilidad de adquirir piezas, partes, accesorios y equipos tecnológicos en el mercado norteamericano, de mejor calidad y precio que los que ofertan otros mercados.
En el año 2014 la importación de semillas, fundamentalmente de papa y de hortalizas, desde mercados distantes como Europa y Japón, representó una afectación de 1 millón 175 mil 900 dólares solamente por concepto de flete. Las medidas del bloqueo impiden la adquisición de estos productos en el mercado estadounidense, lo que conlleva además, atrasos en los programas de siembras de algunos cultivos importantes.
De igual modo, en el periodo la actividad de cría porcina tuvo afectaciones de 6 millones 572 mil 400 dólares, ya que se debieron adquirir los alimentos para cerdos en terceros países, a precios superiores a los ofertados en el mercado de EE.UU. Asimismo, la imposibilidad de acceder al mercado norteamericano ha limitado el
acceso a tecnologías avanzadas para la crianza de cerdos, los sistemas de fabricación y distribución de alimentos, los medicamentos y otros insumos.
Asimismo, el sector avícola cubano sostuvo una afectación de 23 mil dólares por no poder aplicar vacunas a los rebaños y evitar pérdidas producidas por la Enfermedad de Gumboro, en tanto se mantiene la prohibición del gobierno de EE.UU. a los productores de vacunas, medicinas y kit de diagnóstico para la prevención y combate de enfermedades aviares, de realizar ventas directas a Cuba.
tomado de http://www.cubaminrex.cu/
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