Lo cierto es que las aguas pestilentes corren cuesta
abajo por 35 B hasta desembocar en la céntrica
calle 250. El llamado hecho por el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros general de Ejército Raúl Castro Ruz ha encontrado oídos sordos ante la situación imperante.
La situación epidemiológica
no es halagüeña, razón del llamamiento del también Primer Secretario del Comité Central del
Partido Comunista de Cuba. Habrá que esperar que ocurra un mal mayor por esta situación de las aguas albañales.
Espero que las
fotos que se muestran tomadas en
el lugar de los hechos llame a la vergüenza , y los organismos estatales
responsabilizados con el tema den la solución
a la problemática con prontitud.
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